viernes, 11 de febrero de 2011

cap 28 perfeccion

Capitulo 28 perfección

Terry miraba por la ventana solo portando sus calzoncillos, esperaba que Candy saliera de la ducha, mientras tanto se preguntaba una y otra vez cuando tiempo mas podría soportar estar cerca de Candy sin tocarla, cada vez le resultaba mas difícil encontrar el freno para sus impulsos, sentía que se volvería loco si esto se prolongaba mas, pero sabia que pronto no tendría que seguir conteniendo sus impulsos, pues estaba seguro de dos cosas, una, amaba a Candy mas que a cualquier cosa en el mundo y la segunda ella lo amaba  de la misma manera, aunque ella misma dudara de sus sentimientos, no podía estar equivocado en eso, se lo decía a gritos el cuerpo de Candy cuando la tocaba, siempre parecía ansiosa ante su presencia y respondía a cada una de sus caricias no solo con su cuerpo sino con su corazón.

Estaba tan ensimismado que no oyó a Candy llamarlo desde la puerta del baño, se volvió hacia la habitación cuando escucho la puerta del baño abrirse, se quedo en silencio solo observando como Candy se paseaba desnuda frente a el, todo su cuerpo se tenso al contemplar la perfección del cuerpo de Candy, era tan bella en todos lo sentidos y era suya, no pudo evitar acercarse a ella, estaba ansioso, no podía soportarlo mas cuando noto que ella regresaba al baño, la detuvo al poner su mano sobre su brazo, al hacerlo sintió como una corriente eléctrica le pasaba por todo el cuerpo pero que era dolorosamente placentero, la estrecho contra su pecho y le susurro al oído.

-se mía.

Podía sentir como Candy se tensaba al estar en contacto con la piel tibia y suave de su pecho desnudo, la escucho soltar un débil gemido que lo hizo enloquecer, estaba perdido no podría contenerse mas.

-Terry.-

Candy respiraba con dificultad contra del pecho de Terry no había esperado verlo y mucho menos esperaba aquella petición, había algo que le impedía hablar, solo podía sentir su piel tibia y húmeda contra la piel caliente del pecho de Terry.

Terry le coloco un dedo sobre sus labios para después reemplazarlo con su labios, Terry la estrecho mas a su cuerpo poniendo una mano en su cintura mientras con la otra mano acariciaba sus rizos que aun estaban mojados.

No era la primera vez que Terry la besaba pero era la primera vez que podía sentir en sus besos una petición y a la vez una orden la cual ella simplemente no podía desobedecer, no podía negarse, ella misma deseaba mas de el, por lo que respondió a besos con la misma entrega y pasión que Terry, mientras sostenía con ambas manos la toalla contra su pecho desnudo.

Terry la estrecho aun mas a el para hacerle notar a Candy lo que provocaba en su cuerpo, y le pregunto con voz enronquecida.

-serás mía Candy?

Candy sabia que Terry era su esposo y podía tomarla si el lo deseaba, pero en vez de eso esperaba que fuera ella la que se le entregara por voluntad propia, en respuesta a la pregunta de Terry lo beso apasionadamente.

Candy había respondido besándolo apasionadamente pero aun así deseaba asegurarse de que estaba completamente segura de lo que iba a pasar entre ellos esta noche si ella no lo detenía, por lo que tomo su rostro entre sus manos, la miro a los ojos y volvió a preguntarle.

-Serás mía Candy?

Sabiendo que Terry exigía una respuesta audible de ella, lo miro a los ojos y se ahogo en esos zafiros y lo que encontró en ellos fue amor, amor por ella, un amor que era tan grande e intenso que le arrebato lo poco de sentido común que le quedaba y no fue capaz de negarse y sus labios pronunciaron las palabras que su mente no parecía capaz de formar.

-si, si Terry seré tuya.

Terry cerró la distancia entre ellos y la beso nuevamente con un ímpetu nuevo, comenzó a explorar con cuidado su boca mientras podía sentir como Candy se relajaba ante su invasión, robándole el aliento y la respiración en cada beso que le daba.

Terry se separo de ella y sin despegar los ojos de ella, la levanto en vilo y la acuño entre sus brazos, se dirigió hacia la cama, la coloco con sumo cuidado en medio de la cama, como si se tratara de una joya muy frágil y preciada y así lo era para él, se tendió a un lado de Candy para seguir besándola y acariciándola.

Sus manos subían y bajan por todo su cuerpo pero sentía que tocaba mas que su suave, tibia y aun húmeda piel, era como si con cada caricia y beso que depositaba sobre cada centímetro de piel blanca, inmaculada e inexplorada, traspasara su piel y pudiera tocar y acariciar su alma, con cada caricia y beso arrancaba de ella un gemido y pronunciaba su nombre entre gemidos ahogados, eso lo hacía enloquecer, jamás había llegado a tal éxtasis con ninguna mujer y sin siquiera poseerla aun.

Candy no se movía, pero reaccionaba ante cada una las caricias y besos de Terry, no se movía porque según lo que le habían enseñado era la manera en que debía cumplir su deber como esposa, sin moverse permitiendo que su marido obtuviera placer de ella.

Candy sentía un rastro tibio y húmedo por toda su piel, primero en su boca, su mandíbula, su cuello, sus hombros desnudos, mientras que notaba como Terry poco a poco lograba deshacerse de la tensión con la que sostenía la toalla contra su pecho que era lo único que cubría su desnudes, sentía un calor tan dulce que envolvía su cuerpo y su alma, no podía evitar temblar ante cada caricia de Terry, lo sentía jugar con una mano sobre una de sus piernas, mientras que su otra mano poco a poco lograba abrirse paso hacia sus senos, tenia tan embotados lo sentidos con la cercanía de Terry, su olor, el sabor de sus labios, que no podía pensar solo podía sentir y escuchar los furiosos latidos de su corazón mientras dejaba escapar entrecortados gemidos de su garganta.

Candy sabía lo que pasaría si no lo detenía, pero no podía y no quería hacerlo, de hecho deseaba estar mas cerca de el, pero tenia miedo y una duda que parecía ser crucial resolverla en este momento, se preguntaba si lo amaba, estaba segura que el la amaba, pues no solo se lo había dicho, se lo había demostrado con hechos al cuidar de ella y se lo decía en ese momento con cada caricia que le daba pero aun así necesitaba escuchar una confirmación por lo que sus labios se entre abrieron.

-Terry?

A pesar de que estaba más que excitado detuvo su avance para mirarla a los ojos, sabía que tenía miedo y debía mirarla a los ojos y disipar sus dudas y temores.

-que sucede?

-me amas Terry?

-ohh pequeña pecosa te amo más de lo pudiera decirte y demostrarte, no tengas miedo te amo tanto que no podría hacerte daño, confía en mi no temas …y tú me amas Candy?

Candy se quedo muda ante lo que le dijo Terry el hecho de que le confirmara su amor por ella la había tranquilizado y disipado la mayor parte de sus temores y aclarado sus dudas por lo que sin pensarlo y sin dudarlo, su corazón y sus labios se coordinaron para dar respuesta a Terry.

-yo también te amo Terry, mi mocoso malcriado.- dijo mirándolo fijamente a los ojos.

Terry le sonrió de una manera tan cálida y cargada de amor que logro disolver todos sus miedos e inseguridades, de manera que Candy soltó la toalla y pozo sus manos sobre su cuello atrayéndolo hacia ella para besarlo.

Candy contuvo un gemido en la boca de Terry al sentir como una de sus manos se posicionaba sobre uno de sus senos, comenzando hacer pequeños círculos con su pulgar sobre su pezón provocándole una oleada de placer que nunca pensó sentir.

Terry sostenía en sus manos el suave y redondo pecho de Candy entre sus manos, parecían estar hechos la medida encajaban como dos engranes, siguió torturando sus pezones entre sus dedos mientras que su boca basa por su cuello para dejar un rastro tibio y dulce por sus hombros hasta llegar a sus senos mientras que las manos de Candy le acariciaban el cabello a la vez que dejaba salir de su garganta gemidos, cada vez más roncos.

-Terry quiero tocarte.

Terry levanto la vista de entre los senos de candy, la miro a los ojos, tomo sus manos de ella y las dirigía a su pecho.

-hazlo, deseo sentir tus manos sobre mi.

Con movimientos tímidos y lentos recorrió el torso de Terry tratando de memorizar con sus dedos cada musculo bien definido, fuerte y duro, Terry cerró los ojos mientras sentía las manos de Candy vagar por su cuerpo, era imposible tratar de contener los gemidos en su garganta, beso de nuevo a Candy con mas pasión y mas del deseo que estaba cansado de contener.

Terry beso cada dedo de sus pies pasando por sus bien torneadas piernas, beso delicadamente el plano y blanco vientre de Candy para finalmente ahogarse en sus pezones, los atormento dulcemente con su lengua y pequeños mordiscos provocando que Candy gimiera de placer por sus caricias que cada vez subían mas de tono.

Cuando Terry no ocupa su boca sobre la piel de candy, le susurraba palabras de amor en los oídos.

-Tú no sabes que tanto yo deseo tu cuerpo*.-

-Yo también te deseo Terry.-

Fue la respuesta de Candy mientras que ambos recorrían y exploraban sus cuerpos mutuamente sin dejar un centímetro de piel sin besar o acariciar.

-Tú no sabes que tanto necesito tus besos*.-

Candy respondió a sus palabras besándolo apasionadamente mientras con sus manos se aferraba a su espalda por que sentía estar a punto de volar a la estratosfera.

-Tú no sabes que tanto yo te quiero a mi lado*.-

Terry la ciño aun mas a su cuerpo desnudo, disfrutando de la calidez de los labios de Candy contra su pecho desnudo mientras respondía sus palabras entre gemidos ahogados.

-yo me quedare aquí siempre.- dijo para después volver a besar el centro de su pecho de Terry mientras que una mano masajeaba una de las tetillas de Terry como él lo había hecho con ella, lo que le a arranco gemidos de placer a Terry.

-Tu no sabes que tanto quiero darte*.-

Para demostrar el significado de sus palabras Terry paseo su mano por todo el vientre de Candy para detenerse entre sus piernas y masajear suavemente su piel más sensible, haciendo que candy soltara un grito de placer con su nombre en el.

Poco a poco continuo explorando el cuerpo de Candy dando caricias, besos y pequeños mordiscos en algunas partes de su carne más sensible para quedar por fin entre las dos piernas de Candy, se detuvo a observarla un momento el cual le robo el poco aliento que tenia, la visión que tenia era simplemente divina era algo que estaba mas allá de lo que había imaginado, nunca había contemplado tanta belleza reunida en un solo ser.

-eres hermosa Candy, lo más bello que he visto en mi vida, eres perfecta.

Candy se sonrojo ante el comentario de Terry el cual la hizo sentir hermosa y más bella de lo que nunca se había sentido en la vida y no tanto por las palabras de Terry sino por la forma en que la miraba y la tocaba, aquello estaba mas allá de todo lo que había esperado sentir.

Candy se tenso en cuanto sintió las manos de Terry separarle con sumo cuidado y ternura las piernas, estaba decidida a entregarse a Terry y formar un solo ser, ya había decidido unir su vida a la de él y lo más normal era que ahora unieran su cuerpos en un solo, pero tenía miedo y las palabras salieron apresuradamente de sus labios, provocando que Terry detuviera su avance.

-Terry…. Terry tengo miedo.

Terry levanto los ojos para encontrase con una esmeraldas que lo miraban fijamente llenas de amor y temor al mismo tiempo, se sentía estúpido por haberse olvidado que Candy era virgen y era normal que tuviera miedo y que temblara ante cada una de sus caricias, nunca antes había estado con una chica virgen pero sabía que podía ser doloroso la primera vez, la miro dulcemente y la beso nuevamente para después decirle.

- estamos en esto juntos, yo te cuidare no tengas miedo, solo déjate llevar por lo que estas sintiendo, no pienses pequeña pecosa, Candy quiero cuidarte, amarte, tenerte para siempre a mi lado.

Candy lo abrazo fuertemente, confiaba en Terry plenamente y si él decía que la cuidaría así seria, se relajo nuevamente, le susurro al oído.

-te amo Terry.- para después besarlo apasionadamente.

Mientras se besaban Terry poco a poco logro recostarla nuevamente en la cama, volvió a separar las piernas de Candy y antes de tomarla le dijo.

-Candy mírame.

Terry se introdujo en ella en un solo movimiento que fue duro, suave y lento al mismo tiempo, aunque trato de dañarla lo menos posible fue inevitable que Candy que soltara un pequeño grito de dolor y brotaran dos lagrimas de aquellas esmeraldas, además de que había sentido sus uñas clavándose en su espalda al momento en que se introducía en ella, Terry se cernió sobre ella para besar las lagrimas que mojaban su mejillas y asegurarse que el daño no fuera mayor le pregunto.

-estas bien Candy, quieres que me detenga?

Candy contuvo el aliento un momento para tratar de acostumbrarse a la sensación de tener a Terry dentro de ella, después de que remitiera un poco el dolor y relajara un poco su agarre del cuerpo de Terry, lo beso para pedirle que continuara.

-no, no te detengas.

Terry comenzó a moverse suavemente dentro de ella pero aumento la intensidad y velocidad de sus embistes al notar que candy se contorsionaba de placer debajo de el, llevándolos cada vez mas alto y más cerca del clímax.

Era como si con cada beso, con cada caricia sus almas se reconocían una a la otra para después entrelazarse de manera permanente, sus almas se pertenecían una a la otra, no importaba el tiempo y el espacio, cada vez sus cuerpos estaban más compenetrados entre sí al igual que sus corazones, cada momento que pasaba dentro de ella podía sentir como se entrelazaban cada fibra, cada pensamiento, cada parte de su alma y su cuerpo al encontrar su contraparte en ella, la unión era completa como si estuvieran hechos el uno para el otro, la atmosfera que los rodeaba era perfecta, mágica y natural.

Terry mismo sabia que jamás amaría con total libertad y devoción como lo hacia ahora con Candy.

Candy no podía creer que aquellos jadeos y la extraña voz cada vez era mas ronca que llamaba a Terry pudiera provenir de su garganta, nunca pensó que la unión de una pareja pudiera ser tan placentera y llena de sentimientos que se veían liberados atreves de besos y caricias y no solamente con palabras, Candy podía jurar ver que el cielo le caía encima cuando una oleada de placer la sacudió desde sus cimientos, la cual la hizo aferrarse más a Terry rodeándolo por la cintura con ambas piernas y brazos mientras trataba de obtener más de el, sintió como todo su energía y pasión se concentraba en un solo punto para después explotar en un sonoro grito en cual decía.

-¡TTTeeerrrryyyyyyyyyyyy!

Terry se lleno un placer y una emoción que nunca antes había sentido al ver llegar a Candy al orgasmo, lo que lo llevo a descubrir un faceta suprema y mas poderosa de su amor por Candy y eso era dar placer a quien se ama, pronto el también llego al borde de un gigantesco orgasmo que parecía absorberlo cada vez mas hasta que no pudo más y exploto dentro de Candy mientras le gritaba a todo pulmón.

-¡te amo Cannndddyyy!

Terry y Candy se desplomaron extenuados y sudorosos uno en brazos del otro sobre la cama, tratando de recuperar el aliento y el control de los latidos de sus corazones, mientras Terry volvía a besarla tiernamente, Terry suavemente salió del cuerpo de Candy, al retirarse un poco mas pudo observar una pequeña mancha roja que se encontraba en la toalla que estaba debajo del cuerpo de Candy, era una adulación a su ego como hombre y a su amor por ella saberse el primero y el único en la vida de Candy, por lo que con una sonrisa arrogante y satisfecha volvió a costarse a lado de Candy mientras la estrechaba fuertemente contra su pecho para después cubrirse con las sabanas.

-te amo pecosa.- y beso suavemente la cabeza de candy.

-te amo mocoso arrogante.- dijo Candy mientras daba un pequeño beso a Terry en el cuello.

Candy y Terry cayeron en un profundo sueño mientras seguían abrazados, no despertaron hasta horas después cuando Candy sintió su estomago retorcerse por lo hambrienta que estaba, mientras podía sentir la mano de Terry vagando suavemente entre sus rizos mientras la sujetaba contra su cuerpo.

Candy se sintió avergonzada al encontrarse con los ojos de Terry y recordar las caricias vividas una horas antes por lo que hundió la cabeza en el pecho de Terry y se cubrió hasta las orejas con las sabanas.

-ehhh pecosa, no te escondas ahora cuando quiero hacerte el amor de nuevo.

Candy se sonrojo aun más por lo que se hizo un ovillo en el centro de la cama al escuchar el comentario de Terry, a lo cual él respondió riendo al ver su reacción y comenzó hacerle cosquillas para que saliera del capullo de sabanas en el cual se había refugiado.

-Candy sal de ahí, olvídate de la niña y se mi mujer.

-jajajajaja basta jajajajaja

-candy quiero a mi esposa devuelta.

-jajajajajajajajaja ya no mas jajajajajajaja tu ganas jajajajaja.

Candy salió de debajo de las mantas, sonrojada y con los ojos brillosos por tanta felicidad que sentía en ese momento.

Terry beso su frente y la apretó mas contra su pecho para después decirle.

-no te avergüences nunca de lo que hicimos, hicimos el amor.

-el amor?.- Pregunto Candy un tanto asombrada por las palabras de Terry.

Terry enarco una ceja al ver la inocencia de Candy, la habían educado de una manera tan arcaica que no sabía que habían hecho el amor.

-entonces dígame señorita pecas que fue lo hicimos sino fue el amor?-

-pues yo no lo sé.- dijo Candy ocultándose de Terry en su pecho, Terry contuvo la risa y la tomo por la barbilla y le alzo la cara para verla a los ojos para hablar con ella y aclararle sus dudas.

Candy se encontró con los ojos azules de Terry que la miraban tiernamente con una pisca de diversión.

-Candy cuando dos personas como tú y yo que se aman y deciden unir sus cuerpos es una muestra del amor que se tienen por eso se llama hacer el amor porque se hace con amor como yo lo hice contigo pecosa, se que debes tener dudas, vamos Candy háblame dime qué piensas.

-es que no fue lo que yo esperaba.-

-y que era lo que esperabas Candy?

-no sabía que esperar pero La tía abuela me dijo que debía hacerse con ropa, y yo solo debía levantar mi camisón para que tu cumplieras con tu deber como esposo, yo no debía moverme y que sería sumamente doloroso para mí pero aun así debía cumplir con mi deber.

Terry se enterneció ante la vaga y escueta explicación que habían dado a Candy ante el sexo por lo que sostuvo su rostro entre sus manos y dijo en un tono muy tierno.

-pequeña pecosa no sabes nada del amor pero yo te enseñare.- Terry decía esto mientras volvía a tomar un seno de Candy entre sus manos arrancándole un gemido de placer que dulcemente lleno sus oídos.

Candy se sentía protegida y segura en los brazos de Terry pero sobretodo se sentía deseosa de aprender del amor con el, por lo que se acerco a sus labios cerrando la distancia entre ellos, Terry profundizo mas el beso invadiendo su boca con su lengua, podía sentir como un estremecimiento recorría su cuerpo poniéndolo de nuevo listo para hundirse de nuevo en candy ante la menor provocación, paseo su mano por el abdomen de Candy cuando percibió como se retorcía su estomago lo que provoco se sofocara una risa mientras la besaba.

Terry ya tenia preparado un argumento para embromar a Candy sobre lo hambrienta que estaba cuando su estomago se retorció de manera audible provocando que Candy se riera.

-al parecer no soy la única hambrienta.

Terry se levanto de la cama, estirándose a todo su largo, exhibiendo su desnudes, Candy se sonrojo aun mas ante el descaro de Terry de exhibir su cuerpo y virilidad de una manera tan despreocupada mientras se dirigía a los pies de la cama a tomar su bata y colocársela sobre los hombros para después rodear la cama y tomarla por sorpresa mientras se ocultaba detrás de un cojín mas sonrojada que un tomate.

-te tengo pecosa.

-ahh ahh Terry que haces?

- buscar algo de comer.- decía mientras se dirigía con ella desnuda en sus brazos hacia la cocina en busca de un aperitivo.

-pero estoy desnuda Terry, no pue…..

-oh claro que puedo sino solo obsérvame

Candy no pudo hacer más que jalar una sabana de la cama para cubrirse mientras que la risa de Terry rebotaba en sus oídos.

La casa se encontraba en penumbras pero eso no evito que Terry encontrara el camino a la cocina, al llegar a la cual deposito a Candy con sumo cuidado en una silla, mientras se dirigía al frigorífico haber que había de comer.

-y bien que hay de comer señor Grandchester?

-pues hay pan y un poco de pavo por lo que podemos hacer unos emparedados, que le parece señora Grandchester?

-pues es mejor que los preparemos antes que muera de hambre.

Terry con la ayuda de Candy preparo los emparedados para después sentarse muy juntos en la mesa de la cocina para devorarlos mientras bebían dos vasos de leche fría, al terminar su emparedado y su vaso de leche Candy le pregunto a Terry.

-y que hay de postre?

-el postre eres tu querida.- dijo Terry mientras se acercaba a ella con movimientos seductores y la toma en sus brazos para subir corriendo con ella a la habitación.

Entre risas Terry despojaba a Candy de la sabana que cubría su cuerpo desnudo para cubrirlo de besos y caricias preparándola nuevamente para hacer el amor toda la noche, tenia tantas cosas que enseñarle, tantas ideas y tantas maneras de hacerla gritar de placer que no podía esperar para unir su cuerpo nuevamente al de Candy y reafirmar mas esa unión que se había construido entre ellos desde el momento en que la toco por primera vez.

Terry y Candy se amaron toda la noche hasta que agotaron todas sus energías y los primeros rayos del sol iluminaron la habitación, cayeron rendidos uno en brazos del otro para después dormir plácidamente.

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Ruth se levanto muy de mañana ya que desde lo sucedido con las Marlow  y de que era la mucama de Candy se encargaba de atender al matrimonio ella misma ya que trataba de evitar a toda costa que Susana se entrometiera entre ellos, ya que no había día que no se apareciera por el lugar tratando de llevar el desayuno a Terry personalmente o acercarse a el, hasta ahora había logrado impedírselo y trataría que así siguiera, por lo que preparo una bandeja con te, pan francés y el desayuno.

Sin hacer ruido entro en la habitación pero se quedo muda ante lo que vio, pero sonriendo de oreja a oreja salió sin hacer ruido, regreso a la cocina con la bandeja aun entre las manos.

Dejo la bandeja en la cocina y se encamino hacia el cuarto de Candy preparando sus cosas por que seguramente de ahora en adelante ambos ocuparían la habitación principal como debió haber sido desde el principio.

Había pasado unos momentos en la habitación de Candy cuando escucho que alguien andaba por el pasillo, por lo que echo un vistazo por el pasillo cuando visualizo el pequeño cuerpo de una chica rubia que llevaba una bandeja y se dirigía a la habitación de Terry, si hoy fuera un día común y corriente le impediría entrar pero pensó que hoy seria mejor dejarla entrar y que viera por ella misma cual era su lugar, así que con una sonrisa en el rostro se oculto detrás de la puerta esperando ver por ella misma la expresión de su rostro.

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Susana se había levantado aun mas temprano que todos los días y se enfundo en un vestido de raso azul y se dirigía a la cocina para llevar ella misma el desayuno a Terry, había intentado verlo todos los días pero la maldita de Ruth siempre le cortaba el paso, si la veía deambulando cerca no la dejaba acercarse, pero este era su día de suerte, encontró una bandeja ya preparada en la cocina y no se veía a Ruth por ningún lado, además de que estaba segura que Terry deseaba verla, de eso no le quedaba duda después de ver a Terry sonreírle abiertamente ayer por la mañana mientras cabalgaba, había tratado de acercarse a el todo el día pero siempre estaba la estúpida de Candy revoloteándole como una mosca molesta, convencida de que su suerte estaba por cambiar, se acomodo el cabello, tomo la bandeja y se encamino a la habitación de Terry.

Ya estaba en piso superior y aun no había señales de Ruth, de hecho estaba demasiado silencioso, por lo que se dijo a ella misma que seguramente a un estaba dormido, sintió revolotear mariposas en su estomago ante la idea de ver a Terry dormir, con una emoción que le hacia templar tomo el pomo de la puerta y lentamente la giro.

Sin hacer ruido entro en la habitación, sin atreverse a mirar sobre la cama se acerco a la mesa a dejar la bandeja, estaba por abrir un poco las cortinas para que la luz entrara pero un cosquilleo la alentó a no hacerlo y permitirse mirar a Terry dormir unos minutos antes de despertarlo, lentamente se dio vuelta pero lo que vio no era lo que esperaba ver, de hecho esta contemplando su peor pesadilla.

Candy reposaba desnuda sobre el pecho de Terry, con sus rizos rubios cayendo desordenadamente sobre su espalda, Terry tenia una de sus manos sobre uno de los glúteos de Candy sobre la sabana que cubría su desnudes mientras que su otra mano reposaba sobre su espalda, era simplemente una pesadilla tener que verlos en esa situación pero sin lugar a dudas lo peor era contemplar la expresión del rostro de Terry mientras sostenía a Candy en sus brazos.

Su corazón se había paralizado completamente, estaba petrificada, simplemente no podía creer lo que veía se negaba a creerlo, pero por mas que cerraba y abría los ojos una y otra vez la imagen que tenia enfrente no desaparecía, su corazón se había fracturado nunca había sentido un dolor tan agudo y unas ansias locas por sacar a rastras a Candy de la cama de Terry pero no podía moverse, solo podía sentir como se derramaban saladas y amargas lagrimas de sus ojos, no podía contener los sollozos por lo que sin voltear atrás salió corriendo.

Continuara.

Próximo capitulo …

*tu no sabes que tanto de Carlos baute.

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