un amor inesperado
Capitulo 25 juegos de sabanas
Susana se apresuro a la cocina, esta vez seria ella quien llevaría la cena a Terry, pensó en llevarle avena, no sabia que había recomendado el doctor, pero debía cuidar de Terry, quiso estrangular a la cocinera cuando le dijo que debía esperar a que la preparara, había pensado en tomar cualquier cosa pero decidió esperar, por lo pronto se pondría mas hermosa, regreso a su habitación y tomo su vestido azul de terciopelo que le daba un gran escote, cepillo su cabello y se coloco un poco de perfume, se coloco un poco de labial carmín, ya estaba lista, regreso a la cocina y tomo una bandeja, y se encamino a la habitación de Terry, subió por las escaleras, al llegar al pasillo miro por todos lados esperando no encontrarse con Candy o Ruth.
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Ruth había ayudado a Candy a darse un baño y enfundarse en vestido color rojo con encaje blanco en el escote y hombros, dejo su cabello suelto ya que se encontraba mojado, no hacia falta maquillar a Candy ya tenia un rubor en sus mejillas, el color rosado de sus labios en conjunto con sus ojos verdes lucia simplemente divina, Ruth había salido de la habitación para cerciorarse que Terry seguía dormido, dejando a Candy terminando de arreglarse, camino por el pasillo cuando se encontró con Gusana.
-que es lo que haces aquí Susana.
-déjame en paz quieres, quítate de en medio.
-ya te dije que tienes prohibido entrar a ver al señor, así que márchate Susana.
-y ya te dije yo que no eras nadie para prohibirme ver a Terry.
-pero yo si.-
Candy había salido de su habitación y se apresuro al escuchar que Ruth discutía con alguien, había escuchado todo y no entendía porque pero no permitiría que Susana se acercara Terry, si era necesario la sacaría ella misma.
Susana palideció un poco al encontrarse frente a Candy, no esperaba verla, pero no le temía, irguió su rostro de manera altiva y le dijo.
-tu tampoco eres nadie para prohibirme algo, solo eres una intrusa en la vida de Terry y en la mía, una vez que te largues estará resuelto, tu no lo amas como yo, solo eres un lastre en la vida de Terry.- Susana había levantado la voz.
-tal vez sea una intrusa pero soy su esposa y no permitiré que una sirvienta como tu me levante la voz.
-te grito y te llamo como me da la gana por que eres una estúpida, solo eres una niña rica y mimada que no ve lo afortunada que es al haberse casado con un hombre como Terry, eres solo una estúpida que se pasaba los días llorando.
Candy sintió hervir su sangre no permitiría que Susana la humillara mas, estaba furiosa que se creía para hablarle de ese modo, levanto su mano para abofetearla pero Susana lo vio venir y había soltado la bandeja, provocando que hiciera un ruido ensordecedor al tocar el piso y detuvo la mano de candy.
-no permitiré que me vuelvas a tocar, es mas me las pagaras por haberme abofeteado el otro día.
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Terry despertó de un sueño muy placentero cuando escucho voces en pasillo había llamado a Candy y a Ruth para que le informara que pasaba pero nadie parecía escucharlo, trato de llamarla mas fuerte pero fue inútil, trato de levantarse pero regreso a la cama pensando en lo que le diría Candy si lo veía fuera de la cama, pero un sonido ensordecedor lo hizo reconsiderar y sin pensarlo mas se levanto de la cama y se dirigió al pasillo, lo que vio casi provoca que su corazón saliera del pecho.
Susana estaba frente a Candy con la mano en el aire preparándose para golpear a Candy en pleno rostro.
-No.- grito pero fuero demasiado tarde la mano de Gusana se impacto contra el rostro de Candy, mandándola al suelo.
Terry corrió al lado de Candy y la acurruco entre sus brazos, miraba a Gusana con ojos llenos de rabia, de no ser porque estaba mas preocupado por Candy la arrojaría por la ventana ahí mismo.
-Candy estas bien, vamos háblame.
-porque estas fuera de la cama Terry.
A pesar de encontrarse en el piso Candy se preocupaba por el, a locual le dio una débil sonrisa ante su comentario, Terry deseaba tomar a Candy entre sus brazos pero un dolor que le cruzo por el hombro le recordó que no podía, por lo que se conformo con ayudarla a ponerse de pie.
Susana estaba impávida, no podía creer que frente a ella estuviera Terry mirándola como si fuera un bicho al cual aplastar, se llevo la mano a la boca, sabia que había sido un gran error abofetear a Candy, no le dio oportunidad a Terry de decir nada mas, salió corriendo hacia la habitación de su madre, con los ojos llenos de lagrimas.
-Candy estas bien?
-si, estoy bien, pero por que estas fuera de la cama, vamos te ayudare a regresar a la cama.
Diciendo esto candy le paso el brazo por la cintura a Terry y este le paso el brazo por los hombros a Candy, estaban por regresar a la habitación cuando Terry se detuvo en seco y le dijo a Ruth.
-diles a Susana y a su madre que están despedidas, las quiero fuera de aquí a primera hora.
El tono de Terry estaba cargado de autoridad, no dejaba oportunidad para hacerlo reconsiderar su decisión, Ruth solo asintió con la cabeza y comenzó a limpiar el desorden que Gusana había hecho mientras Candy y Terry regresaban a la habitación.
Candy ayudo a Terry a regresar en la cama estaba por sentarse en el sofá que había ocupado esta mañana pero Terry la detuvo.
-siéntate en la cama, déjame examinarte.
-Terry no hace falta estoy bien.
-yo soy el doctor y seré yo quien diga si estas bien o no.
Candy puso los ojos en blanco pero se sentó de mala gana en la cama después de que Terry le hiciera un espacio.
-haber déjame ver.- Terry tomo el rostro de Candy entre la mano y lo examino cuidadosamente.
-te duele?
-solo un poco
-sabes con que se cura los golpes pecosa?.- le dijo Terry enarcando una ceja y una sonrisa juguetona.
-no, con que?
-con un beso.
-con un beso?
-si quieres ver.- Terry no oportunidad a Candy de responder, deposito un tibio y cálido beso en su mejilla y siguió depositando besos breves y dulces a lo largo de toda la mejilla de Candy, poco a poco se abría paso hacia su boca, sentía como Candy aunque estaba tensa al principio empezaba acostumbrarse a sus besos.
Terry rozo la comisura de los labios de Candy los sintió temblar ante su ligero toque, los rozo una y otra vez para ver cual era la reacción de Candy, sin pensarlo dos veces se decidió a besarla de nuevo, necesitaba beber de sus labios, recordar el placer que sintió al explorar esa pequeña boca.
Candy no sabia porque pero necesitaba sentirse cerca de Terry, había pasado toda la tarde tratando de controlar su deseo de volver a besarlo, pero al estar sentir un rastro húmedo por su mandíbula, cada beso hacia que se le cortara la respiración y su corazón latiera apresuradamente, cuando Terry rozo la comisuras de sus labios la hizo estremecer de pies y cabeza, no pensó en nada mas y se dejo llevar por lo que Terry la hacia sentir, instintivamente llevo sus manos al cuello de Terry tratando de profundizar mas el beso, deseaba estar mas cerca del, deseaba mas.
Estaban tan concentrados en ellos mismos que no notaron la presencia de Ruth hasta que el sonido de la puerta al cerrarse los hizo separarse.
Ruth había entrado a la habitación y no había podido evitar que Beth entrara sin hacer ruido ya que al momento de entrar con la cena dejo azotar la puerta.
Candy pretendía salir de la cama inmediatamente pero Terry se lo impidió pasándole el brazo por la cintura y atrayéndola más hacia el, Candy enrojeció furiosamente, cosa que a Terry le pareció de lo más lindo y divertido.
-sentimos interrumpir, pero ya esta lista la cena.
-bien déjala por ahí nosotros nos haremos cargo Ruth.
-Ohh lo olvida pero el doctor envió al mensajero para decir que no podrá venir en los próximos días.
-no vendrá entonces debemos buscar a otro doctor.
-no, no hace falta pecosa, te olvidas que soy medico, yo solo puedo revisar la herida.
-en verdad puedes hacer eso?
-claro porque lo dudas, además tengo a una pecosa enfermera que me ayudara en caso necesario.
-pero yo no se nada de medicina Terry, no podría ayudarte.
-no, no sabes nada pero aprenderás, yo te enseñare lo necesario para que seas una buena enfermera, te gustaría pecas?
-de verdad harías eso Terry?, sí, si me gustaría mucho.
-entonces no se hable mas del asunto, te enseñare medicina por las tardes y leeremos teatro por la mañana, que te parece pecosa?
-si pero por ahora debes cenar, mañana será otro día.
Candy se levanto de la cama a tomar los platos que había en la bandeja en la mesa, había dos vasos de leche tibia y rebanas de pan tostado con mermelada de arándano, regreso a la cama con Terry.
-pero porque esperar hasta mañana cuando podemos empezar desde hoy, trae uno de los libros que están en aquel librero, uno de anatomía y te enseñare un poco esta noche.
Candy estaba emocionada, siempre había querido aprender más pero la tía abuela siempre se lo negó diciéndole.
-para una señorita de sociedad no necesita esa clase de conocimientos solo debe ocuparse de atender a su marido y su casa.
Y Anthony mismo no hablaba con ella de lo que aprendía en la universidad a pesar de saber que Candy siempre estaba buscando algo nuevo que aprender, creía que eran temas pocos delicados y un tanto inapropiados para tratarlos con una chica tan linda y refinada como Candy, poco a poco se había hecho a la idea de que seria feliz solo teniendo a su lado al hombre que amaba y ocupándose de su hogar, pero ahora deseaba mas que ser una esposa de adorno, deseaba ser útil como persona y ahorra Terry le brindaba esa oportunidad.
-por donde empezamos, que será mejor.
-por que no? por los brazos, dime que debo saber para ayudarte.
-esa es una buena idea veamos, préstame tu brazo Candy.
-mi brazo? para que?
-espera y ya veras.
Candy sin pensarlo más extendió su brazo y lo dejo en manos de Terry.
-empecemos por los huesos de los dedos, estas son las falanges.- le dijo candy tomando delicadamente cada dedo de candy y describiendo cada hueso.
Pero mas que enseñarle Terry acariciaba cada parte de la mano de Candy, ser su maestro de anatomía iba a ser muy gratificante.
Hablar de medicina era otra de las cosas que mas apasionaba a Terry se había metido tanto hablando de medicina que no había notado en que momento Candy se quedo dormida a su lado, sus ojos se llenaron de un sentimiento al verla tan hermosa y tranquila que no pudo evitar soltar un suspiro y pasar su mano por su rostro.
-eres tan hermosa.
-te deseo tanto.
Contuvo su deseo de estrecharla en su pecho, y besarla, sin querer esa breve caricia había despertado a Candy, que despertó un tanto desorientada al desconocer un poco el lugar donde estaba.
-donde estoy?
-shhh shhh calma vuelve a dormir Candy, todo esta bien.
Candy volvió a costarse sobre la almohada siguiendo el consejo de Terry, hasta que después de un momento se percato que estaba en la misma cama con Terry y abrió los ojos como platos, de un brinco salió de la cama.
Terry no sabia que hacer para hacer que Candy regresara a la cama.
-si yo fuera tu no saldría la pasillo pecosa.
-y por que no?
-pues ya es mas media noche y todo esta oscuro
-no le temo a la oscuridad así que me voy.
-y a los fantasmas Candy?
-fantasmas?.- Candy palideció un poco ante el comentario de Terry.
-Ohh si hay una viejecilla que camina por los pasillos en la noche, si yo fuera tu no saldría de la habitación.
-mientes no hay nadie.-
Candy abrió la puerta y puso un pie en el pasillo cuando escucho un ruido, el cual la hizo gritar y regresar corriendo a la cama para arrojarse en brazos de Terry.
Terry estaba feliz, era una idea tonta la que se le había ocurrido pero había funcionado bastante bien incluso había le había salido a la perfeccion ese ruidillo que hizo que Candy se asustara, solo envolvió a Candy en sus brazos hasta que esta se tranquilizo un poco.
Candy se refugio en brazos de Terry, ciertamente le tenia miedo a los fantasmas y todo gracias a un cuento que Anthony, Stear y Archíe les habían contado a ella y Annie cuando eran niñas, aunque al final confesaron que era un juego para asustarlas, Candy siempre tuvo miedo de los fantasmas y ahora ahí estaba escondiéndose en la cama de Terry, poco a poco tomo conciencia de que estaba en sus brazos, entonces su preocupación y miedo fue otra, sus sentidos se embotaron de la fragancia de Terry, pese a sentirse segura se obligo a pensar en alguna manera de salir de la habitación, no sabia que pasaría si se quedaba toda la noche.
-Terry acompáñame a mi habitación?
La voz tímida de Candy saco a Terry de la ensoñación que tenia, no la pensaba dejar ir, aun sí la tenia que atar a la cama.
-yo no puedo, se te olvida que estoy herido, el doctor y una pecosa enfermera me han prohibido salir de la cama.
Menudo tramposo, estar herido no le impidió salir cuando Susana armo aquel alboroto, pero si le pido que me acompañe se hace el cobarde, Candy hizo una mueca de disgusto al oír lo que Terry le decía.
-mejor dime que tienes miedo a los fantasmas Terry.
-yo no les tengo miedo, de hecho a veces platico con ellos y créeme a veces no son nada agradables.
Candy palideció al escuchar comentario de Terry, que haría ahora, se quedo muda no sabia que hacer y menos que decir, Terry soltó una risilla al ver su expresión y le dijo.
-tienes dos opciones pecas, una puedes dormir en el sofá o puedes dormir conmigo en la cama
Terry titubeo un poco al notar como Candy se ponía tensa debía pensar en decir algo que la tranquilizara y le hiciera confiar en el.
-puedes dormir tranquila no te hare daño, tienes mi palabra.
Candy solo asintió con la cabeza, las palabras de Terry de alguna manera la había tranquilizado, algo en tono de voz de Terry le decía que podía confiar en el, Candy pensó en pedirle a Terry una de sus pijamas cuando noto que en la mesa estaba un camisón de ella, se alegro al pensar que al menos no tendría que dormir con la ropa de Terry, lo tomo y se dirigió al baño.
Candy se cambio en silencio, estaba por salir cuando decidió verse en el espejo antes de salir, casi se le salen los ojos al notar lo que llevaba puesto, el camisón era de gasa con lazos azules, era corto y con un escote muy provocativo, Candy Trago saliva en seco, que iba hacer ahora, no podía salir así como así, iba a matar a Ruth por semejante ocurrencia. Busco dentro del baño algo que le cubriera un poco mas, pero solo encontró la bata de Baño de Terry y dormir con ella seria bastante incomodo.
Mientras tanto afuera en la habitación Terry se revolvía en la cama pensado en la mejor manera de hacer que Candy confiara en el y a la vez encontrar las fuerzas suficientes para no hacerla su mujer en el instante, estaba inmerso en sus ideas cuando la voz de candy resonó detrás de la puerta del baño.
-voy a salir, será mejor que estés dormido y no me mires.
Que diantres querida decir con eso, que no la mirara que acaso pensaba salir desnuda, la sola idea provoco que las hormonas de Terry explotaran en su interior, como se supone que iba a cumplir con su promesa de mantenerla segura cuando no podía siquiera controlar sus impulsos, de pronto escucho abrirse la puerta del baño por lo que cerro los ojos y trato de relajar su respiración, cualquiera que lo viera en ese estado daría por sentado que esta dormido.
Escucho cada paso que daba como si fuera de plomo, el sonido retumbaba por toda la habitación, contuvo la respiración y camino hasta la cama donde encontró a Terry dormido, en silencio se quito la bata y se metió en la cama por de bajo de las sabanas, ya que Terry dormía sobre ellas, se giro sobre la cama quedando sobre su costado, trataba de conciliar el sueño pero le resultaba imposible, se revolvió sobre la cama muchas veces, se giro de un lado y de otro pero no conseguía dormir, se giro y observo a Terry dormir tranquilamente.
-como es posible que duerma como un tronco, mientras a mi me inquieta demasiado
Su corazón latía demasiado deprisa y se sentía acalorada, poco a poco se fue hundiendo en un sopor que la hizo dormir profundamente cuando sintió como si algo muy cálido la envolvía haciéndole mas confortable el sueño.
Sentía latir su corazón en la garganta y parecía que latía tan fuerte que podría escucharlo desde el otro lado de la habitación, como conseguiría dormir después de haber visto a Candy con ese camisón que parecía tener escrito "arráncame" aunque el camisón no era ni la mitad de sexy que había visto en otras mujeres, pero con Candy todo era diferente, si hubiera salido del baño vestida hasta el cuello, el resultado habría sido el mismo, Candy se movía tanto, y con cada movimiento parecía tentar su control, estaba a punto de volverse y tomarla cuando la escucho hablar.
Como era posible que creyera que estaba dormido, estaba mas despierto que cualquier otra noche de su vida, gracias a dios parecía que Candy se había dormido, poco a poco se relajo y se quedo dormido, Terry en medio de su sueño se volvió y tomo a Candy en sus brazos estrechándola contra su pecho.
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Susana entro llorando ala habitación, se había arrojado a las piernas de su madre, llorando abiertamente y diciendo.
-mama, mama, lo arruine, lo eche todo a perder.
-Susana que hiciste, cálmate que no te entiendo.
-oh mama, mama
Pero Susana no consiguió decir nada coherente, solo sollozaba, llamando entre sus sollozos a su madre y a Terry.
Su madre trato de calmarla para que fuera lo que había hecho, pero no había conseguido nada solo que Susana se quedara dormida después de llorar tanto.
Su madre se preguntaba por enésima que era lo que había pasado, ya era cerca de media noche cuando tocaron a su puerta, molesta se levanto de la cama y abriola puerta de mala gana.
-que es lo que quieres Ruth?
-que se marchen, han sido despedidas, el señor Granchester quiere que se marchen mañana a primera hora
-que? Por que?
-eso pregúntaselo a Susana.
Sin decir más Ruth desapareció por el pasillo y se dirigió a su habitación.
La madre de Susana trato de despertarla pero fui inútil, Susana no se movió.
Que pasaría ahora, a donde irían, de que vivirían, pero antes de marcharse debía hacer algo y lo haría a primera hora solo esperaba que le diera resultados.
Continuara…
Próximo capitulo lazos de sangre
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