viernes, 11 de febrero de 2011

cap 27 se mia

Capitulo 27 se mía

-ya es tarde es mejor que volvamos a casa.

-si, ya sea hecho bastante tarde

En eso el estomago de Candy se retorció de hambre, cosa que a Terry le resulto divertido, paso su mano por su estomago y le susurro al oído.

-y al parecer estas hambrienta pequeña pecosa

-Terry eres imposible.- diciendo esto candy le dio un pequeño manotazo al sentir su mano sobre su torso mientras se sonrojaba furiosamente.

-jajajajajaja.

Terry estaba contento de hacer que Candy recuperara su sonrisa, le había partido el corazón verla llorar esta mañana, pero ahora al tenerla tan cerca mientras cabalgaban por el bosque de regreso a la mansión descansando su cuerpo sobre su pecho, sentía su corazón se acompasaba al mismo ritmo que el de candy, con cada bocanada de aire entraba en sus pulmones se llenaba de  paz y un sentimiento embriagador, estaba mas a unido a ella de lo que jamás había estado, solo esperaba que este lazo que parecía unirlos fuera lo suficientemente fuerte para que ella se quedara para siempre.

Candy y Terry regresaron a la mansión después de haber cabalgado toda la tarde, aun podían sentir las manos de Candy aferrándose a su pecho, sabia que había sido rudo pero no lo lamentaba ya que había logrado que Candy se olvidara del sufrimientos que apesadumbraban su corazón, en cuanto llegaron, Terry  la ayudo a descender del caballo tomandola por la cintura, ella poso su brazos sobre los hombros de él y Terry noto una pequeña herida en el antebrazo de Candy.

-perdóname, fui muy rudo contigo hace un momento, pero no me arrepiento.

-no hay nada que perdonar.-dijo mientras se encogía de hombros

-!estas herida!.

-oh no es nada.

-pero sangras.- diciendo esto Terry envolvió la herida de Candy en un pañuelo.

-mmm huele bien.- acercándose a su rostro el brazo herido mientras aspiraba el aroma que expedía el pañuelo.

-será mejor que vayamos al comedor antes que empieces a comerte todo lo que tengas enfrente.

-grosero.

-bien vamos.- diciendo esto Terry la toma de la mano y arrastrándola a la cocina donde el, haciendo gala de sus modales y tácticas de seducción, fungió como mesero de candy.

-bien señorita, tome asiento.

-desea tomar un aperitivo, tal vez una copa de vino o algo mas?

Terry no espero respuesta de Candy y le sirvió una copa de vino y se la coloco enfrente, Candy no sabia que hacer nunca antes había bebido, pero la mirada de Terry era tan penetrante que ella tomo un sorbo para desviar su atención, Terry se dirigió a la cocina para después regresar con un gran tazón de sopa de zanahoria que coloco enfrente de Candy.

-Terry es demasiada sopa….

-quien te dijo que es toda para usted señorita pecas.

Terry se sentó a lado de ella, tomo la servilleta de candy poniéndosela en el regazo, tomo una cuchara y empezó a dar de comer a Candy en la boca, y ella tomo otra cuchara e hizo lo mismo con Terry, era extraño pero en momentos como estos, los rodeaba una burbuja en la que el mundo desaparecía y solo estaban ellos.

La comida transcurrió de la misma forma, comieron ternera asada con algunos vegetales y de postre budín de chocolate, acompañados de casi dos botellas de vino, para Terry fue como tomar agua pero para candy que en su tercer copa ya empezaba reírse de cualquier cosa, sus mejillas estaban sonrosadas, fue demasiado.

Terry estaba divertidísimo de ver a Candy tan desinhibida, bromeando y riendo abiertamente, se veía tan hermosa con las mejillas tan rojas, los ojos tan abiertos, estaba tan asombrado de sus reacciones, no esperaba que esta se sentara en su regazo, lo abrazara del cuello y le hablara muy cerca.

-ya te dije hip…. que te hip…. ves muy hip…. hip guapo hoy.

-parece que no.

-pues te hip… te lo digo hip….. Te ves muy hip…. Guapo.

Sin decir mas Candy se acerco y lo beso, Terry le sigo el juego con buen agrado, no todos los días Candy se emborrachaba y se arrojaba en sus brazos, así que siguió besando esos labios que estaban rojos por el vino y saboreo en ellos el sabor del vino, poco a poco el beso fue subiendo de tono, Candy se aferro a el, paso sus manos por su cabello, entrelazando cada mechón entre sus dedos, se sentía tan sedoso y suave, se ahogo en el azul de sus ojos hasta que le falto el aliento, mientras Terry paseaba sus manos por su espalda, arriba y abajo una y otra vez, estrechándola mas a su cuerpo, ese beso lo estaba llevando al éxtasis y debía detenerse ahora, antes que llegara aun punto sin retorno, así que a regañadientes se separo de ella.

-te amo Terry.- fue un breve y corto suspiro que salió de los labios de Candy al separarse, para después posar su cabeza en el pecho de Terry.

Terry se quedo paralizado, no sabia que hacer, no esperaba una declaración en aquel momento pero sin embargo hacia que el corazón se le inflara como un globo tan grande que parecía estallarle en el pecho, la estrecho contra su pecho y resistió su impulso que subir con ella en brazos a la recamara y hacerla suya, la deseaba como nunca antes había deseado a una mujer y por lo mismo deseaba que ella fuera consiente del momento en que sus cuerpos se unieran para siempre.

-yo también te amo pecosa.- fue la respuesta de Terry, tomando la barbilla de candy y alzando su rostro para decírselo a los ojos, pero Candy se estaba quedando dormida.

Sin decir más Terry tomo a Candy entre sus brazos y la llevo a su recamara, ya era mas de las seis seguramente dormiría toda la noche, pidió ayuda a Ruth para desvestir a Candy y ponerle un camisón, temía que si lo hacia el solo no podría contenerse y terminaría por poseerla.

Terry paso la mayor parte de la noche velando el sueño de Terry, estaba tan feliz que el gozo no le cabía en el cuerpo, estaba tan emocionado y lleno de energía que le era imposible dormir con ella a su lado, así que se levanto y tomo su libro de romeo y Julieta, pero solo pudo leer dos actos ya que poco después el sueño lo venció.
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Sentía que un martillo le partía la cabeza en dos, sentía un poco revuelto el estomago y la luz del sol le hería los ojos, sin lugar a dudas no era una buena mañana para Candy, poco a poco abrió los ojos y giro sobre la cama tratando de huir del sol, hasta que llego al otro extremo de la cama y en la mesa de noche encontró una nota dirigida a ella con una elegante caligrafía que decía:

Tarzan pecoso:

Supongo que has de tener jaqueca después de haber haberte

Bebido toda la botella de vino, toma las dos pastillas, toma un

baño y baja a desayunar, te espero.

Psd. Te amo

Terry Grandchester.

Abrió los ojos de golpe al leer la ultima parte, se le hizo un nudo en la garganta, no sabia que hacer y sobre todo no recordaba que había pasado ayer, se temió lo peor de ella y Terry, observo con cuidado la cama buscando una prueba, una señal que le digiera si habían consumado el matrimonio o no, pero no encontró nada, se levanto y corrió al baño, se desnudo y busco en su ropa interior y en su cuerpo algo, pero no encontró nada, estaba limpia y se sentía limpia, con un poco mas de calma lleno la bañera, y permitió que el agua caliente clarificara un poco sus recuerdos de la noche pasada, pero solo logro que empeorara su dolor de cabeza, así que molesta salió de la bañera y se arreglo sola, necesitaba estar sola, se atavió en un vestido de seda rosa, debido a que le dolía la cabeza dejo sus rizos libres, tomo las pastillas que había dejado Terry junto con la jarra entera de agua que había en la mesa, no entendía por que pero estaba sedienta y hambrienta, así que con pasos lentos se dirigió al comedor.
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Terry despertó muy temprano, se regalo los primeros minutos de un hermoso día a contemplar a Candy, dormia a su lado, sin lugar a dudas, le gustaba lo que veía y esperaba verlo por el resto de sus días, esperaba decirle hoy que porque no se mudaba a su habitación, eran tanto sus deseo por ella que decidió mejor darse una ducha con agua fría y salir a cabalgar un poco.

Terry lleno la bañera y se sumergió en ella, haciendo que flotara en ella los recuerdos de la tarde anterior, cuando candy le dijo que lo amaba, sin lugar a dudas estaba tan feliz que gustoso lo gritaría a los cuatro vientos, ahora solo debía esperar que ella se lo digiera cuando estaba en sus cinco sentidos, de pronto un temor le sobrecogió y si ella no tenia el valor para hacerlo? Pero luego sonrió de tal manera que derretiría un glacial, si ese era el caso, sabia como hacer para que ella se lo gritara a todo pulmón.

Salió de la bañera y se enfundo en su traje de montar, aun era temprano y seguramente candy dormiría hasta mas de las diez además que despertaría con un dolor de cabeza intenso, por lo que decidió dejarle una nota y dos aspirinas, que la ayudarían a lidiar con el dolor de cabeza cuando despertara, escribió una nota breve pero antes de ponerla sobre la mesa, le cruzo una idea por la cabeza y así que escribió una par de palabras mas y salió de la habitación con una gran sonrisa en el rostro, saludando a cuanta persona se encontró a su paso cuando se dirigía a los establos.
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Cuando estaba a punto de entrar en el comedor, Ruth le dijo.

-el señor Grandchester la espera en jardín para desayunar.

Candy asintió con la cabeza, pero se quedo paralizada un momento considerando la idea de saltarse el desayuno para no ver a Terry, no sabía cómo afrontarlo, pero su estomago gruño en respuesta, con un suspiro y mas sonrojada que un tomate se dirigió al jardín, en cuanto llego, Terry se puso de pie y la recibió con un beso en el dorso de su mano, la ayudo a sentarse y le regalo una sonrisa que hizo que su corazón se detuviera por un segundo.

Candy no sabia que decir, era extraño para ella no saber como actuar pero sin embargo no se sentía incomoda, Terry siempre encontraba la manera de hacerla sentir cómoda cuando estaba a su lado.

-que es esto, guaj se ve horrible.- dijo Candy al contemplar un vaso con lo que parecía ser jugo de tomate, odiaba el jugo de tomate.

-es un levanta muertos, y por tu cara lo necesitas.- Terry tomo el vaso y se lo acerco a los labios para que bebiera pero candy continuaba con los labios cerrados y con expresión de disgusto ante su desayuno.

-bien vamos abre la boca, abre la boca pequeña Candy.- pero Candy seguía reacia a tomar el jugo.

-entonces no te diré lo que haremos hoy.- dejo el vaso frente a ella con un expresión ligeramente molesta pero que después cambio por una sonrisa triunfante cuando ella puso los ojos en blanco, contuvo el aliento y tomo de un solo trago el jugo de tomate.

-bien ya me lo tome, dime que es lo que haremos hoy.

-supongo que nada aun no lo he pensado.- dio Terry con expresión inocente y encogiéndose de hombros.

-Terry Grandchester me haces enfurecer.- dijo candy con la ganas de estrangularlo por haberla engañado de esa manera.

Pero no pudo hacerlo ya que en ese momento apareció Ruth con su desayuno que era un Café bien cargado, huevos con tocino y un poco de fruta.

-jajajaja vamos pecosa no me mires de esa manera y toma tu desayuno.

Candy frunció el seño levemente en señal de protesta pero tomo su desayuno, cuando probo el café casi lo escupe por la nariz, estaba demasiado cargado para su gusto además de que casi nunca bebía café, Terry se reía a carcajadas de ella, no podía evitarlo había sido divertidísimo ver la expresión de Candy cuando probo el café, sin soportarlo mas Candy se hecho sobre Terry con la intensión de golpearlo, debía hacerlo, sentía que las manos le hormigueaban, debía darle su merecido, esta mas que molesta estaba furiosa, pero Terry parecía más divertido de su reacción que en un santiamén la tomo de la cintura y la sentó en su regazo aprisionándola con sus brazos contra su pecho.

-no te soltare hasta que me digas que me amas pecosa como lo hiciste ayer-

-Que hice que?-

-oh no lo recuerdas bueno que te parece si te refresco un poco la memoria, veamos que me dijiste primero mmm ah ya recuerdo primero me dijiste que me veía muy apuesto y luego hiciste esto.

Sin decir mas la beso de la misma manera en que lo habían hecho ayer, la provoco, la hizo rendirse ante ese beso que la desarmo por completo, y que le quito la poca cordura que tenia, cada vez el beso era mas demandante, mas urgente, Candy se entrego a ese beso cargado de pasión y deseo que le quemaba en cada roce y a la vez parecía saciar tantas sensaciones en su interior, respondió al beso de Terry y a las caricias de su lengua, poso sus manos en el pecho de Terry aferrándose de su camisa ya que parecía estar a punto de caer de un precipicio y caer en un mundo que le era desconocido, poco a poco Terry se separo de ella, estaba tentando demasiado a su autocontrol y cada vez le resultaba más difícil controlarse, Terry la abrazo contra su pecho y le susurro al oído.

-te amo señorita pecas.

Candy se quedo muda ante la declaración de Terry, mientras que en su pecho sentía estallar una emoción tan placentera que hacía que su corazón girara en un torbellino de felicidad que jamás había experimentado, no era la primera veza que alguien le decía que la amaba pero nunca la había inundado un sentimiento tan poderoso, cargado de tanta felicidad y embargándola de un inmenso deseo de ser capaz de responder a esa declaración y una breve confesión se ahogo en su garganta por el miedo de sentirse capaz de responder a ese amor de la misma manera, eso era algo que no esperaba por lo que dudo por un momento de los genuinos de sus sentimientos que termino solo emitiendo pequeñas palabras, que al parecer no tenían ningún sentido

-yo… ehhh …. Mmm ….. no, si, no pero…..

Todo esto provoco la risa de Terry, sabía muy bien lo que hacía, la presionaba un poco para que ella enfrentara sus sentimientos y reconociera lo que sentía por él, como lo había hecho con unas copas encima, pero sabía que era normal que ella tuviera dudas después de todo su matrimonio no había tenido un buen comienzo, así que debía tener paciencia, paciencia se repetía una y otra vez así mismo, aunque cada vez le resultaba más difícil, pero sabía que bien valía la pena el esfuerzo y la espera.

-calma Candy, vamos no te preocupes mas, además de que yo se que pronto me lo dirás, soy irresistible y pronto te darás cuenta.

-pretencioso.

-y tu una cobarde que necesita una copa de vino para enfrentar sus sentimientos, ya sabes los borrachos y los niños siempre dicen la verdad.

Candy miro con ojos desorbitados a Terry por su comentario.

-vamos no me mires así, termina tu desayuno y que tal si retomamos tu clases de medicina, que dices Candy?- dijo Terry mirando a Candy tiernamente mientras pasaba sus dedos sobre su mejilla.

Candy estaba sorprendida no esperaba que Terry mostrara tenerle tanta paciencia, confundida por su propios sentimientos, sonrojada por el beso y las caricias de Terry se levanto y regreso a su asiento para terminar con su desayuno.

Después de terminar desayunar en silencio se dirigieron al despacho donde Terry retomaría las clases de medicina de Candy.

Candy tenía entre sus manos un libro de anatomía, observa los bocetos y esquemas del cuerpo humano mientras prestaba atención a la explicación de Terry, señalándole cada hueso tanto en el libro como en sus propios cuerpos.

Los ojos de Candy se abrieron como platos al encontrar un dibujo de un hombre desnudo, sin quererlo su mente la traiciono al recordar la imagen Terry desnudo frente a ella, se sonrojo furiosamente y cerró el libro y se puso de pie tratando de deshacer la imagen que tenia.

Terry estaba asombrado por la reacción de candy al ver un bostezo de un hombre desnudo, dedujo que tal vez nunca había visto un hombre desnudo, conteniendo una carcajada le pregunto a Candy.

-que ocurre Candy, por que estas tan apenada.

-oh nada, nada es que hace demasiado calor aquí dentro.- dijo acercándose a la ventana para abrirla y permitir que entrara un poco de aire.

-supongo que es eso, o es que nunca has visto a un hombre desnudo porque si es eso podemos arreglarlo ahora mismo.

Candy abrió la boca pero no pudo emitir ninguna palabra, pero la temperatura del cuerpo y rubor le subió salvajemente.

-parece que hace un día hermoso, vamos a dar un paseo es una pena desperdiciar el día estando aquí encerrados.

Terry tomo la mano de Candy y se dirigió a las caballerizas, tomo a su yegua Teodora y un caballo marón de nombre Ponyflash para Candy, con paso lento pero seguro se adentraron en el bosque para dar un paseo mientras disfrutaban lo rayos del sol, el trino de las aves y la compañía mutua.

A Candy le sentó bien el aire ya que despejo su mente el recuerdo del cuerpo desnudo de Terry mientras que el viento despeinaba su cabello. Cabalgaron a largo del rio hasta que llegaron a un gran árbol, Terry se detuvo y bajo del caballo y ayudo a Candy hacerlo mismo.

-te propongo algo pecosa

-que es lo que quieres Terry?- Candy miro con precaución a Terry siempre tenía ideas locas así que estaba a la expectativa de lo que iba decirle.

Terry se acerco a ella como un león arrinconando a su presa, la cerco contra el troco del árbol y su cuerpo y con la voz algo enronquecida le dijo.

-hagamos una competencia Candy, quien logre llegar a la cima del árbol primero gana.

-pero que es lo que ganare.

-vaya así que crees que puedes ganarme, eso ya lo veremos pecosa.

-bueno ya veremos pero dime cual es el premio.

-que tal si el que pierda será esclavo del que gane.

-me parece bien, prepárate por que será mi esclavo Terry.-

-que acaso puedo estar más esclavizado a ti pecosa.- se dijo a si mismo Terry.

Y sin hacer mas ambos empezaron a trepar el árbol, para candy fue fácil, tomo la delantera pero Terry que en un principio le pisaba los talones, al ir asciendo cada vez le fue más difícil trepar por el árbol, ya que cada vez había menos espacio, por lo que se quedo rezagado. Candy al ver que Terry se había rezagado comenzó a disminuir la velocidad con la trepaba y se obsequio unos minutos a observar la maravillosa vista, continuo ascendiendo, estaba segura de haber ganado, estaba por llegar a la cima cuando una mano la ayudo a terminar su ascenso.

-¡gracias¡…. !Que ¡como llegaste hasta aquí, antes que yo.

-trepando de que otra manera, no tengo alas, parece que te gane mona pecas.

-no, hiciste trampa, eres un tramposo.

-y tu mala perdedora, pero te gane y ahora es hora que pagues.

-revancha, quiero la revancha Terry.

-de acuerdo el primer en llegar al piso gana.

Pero Candy ya había comenzado a descender sin darle oportunidad de decir nada.

-¡menuda tramposa!

Candy le sonrió coquetamente y después le saco la lengua mientras seguía descendiendo por el tronco del árbol.

Continuaron descendiendo por el árbol hasta que ambos coincidieron en una rama, que no soportoel peso de ambos por lo que cayeron del árbol, Terry no pudo hacer nada por tratar de sostenerse de otra rama por lo que fue a dar un charco de lodo que estaba a un lado del árbol, Candy por su parte había logrado sostenerse con los brazos de otra rama, al ver a Terry aterrizar en el charco de lodo Candy se reía pero poco le duro el gusto ya que la rama de la cual estaba colgada termino por romperse y aterrizo sobre Terry.

Terry no había podido hacer nada por ella solo escucharla gritar al sentir que la rama se rompía todo había sido tan rápido que no había tenido tiempo ni siquiera de moverse se había quedado ahí tirado amortiguando la caída de Candy con su propio cuerpo, por lo que él se había llevado la mayor parte del golpe, pero lo prefería mil veces antes de que Candy se lastimara.

-Terry, Terry estas bien, donde estas?- Candy seguía sobre Terry no se había dado cuenta que estaba sobre él.

-aquí debajo visitando a las hormigas y tú?- digo Terry mientras escupía el lodo que le había entrado en la boca

-ohh Terry que haces ahí, vamos levántate.

-lo haría pecosa sino estuvieras sobre mi espalda.- cuando Terry lo dijo haciendo notar a Candy por primera vez en la posición en la que se encontraban, por lo que Candy trato de levantarse pero el lodo y el largo del vestido se lo dificulto haciéndola caer a un lado de Terry.

-tal parece que querías conocer a las hormigas Candy, si era asi me lo hubieras dicho y te habría ayudado.- diciendo esto Terry acerco su mano cubierta de lodo al rostro de candy embadurnándole todo el rostro de lodo.

Candy estaba furiosa por lo sé apresuro a introducir sus manos en lodo y se coloco sobre el manchándolo todo de lodo, Terry sujeto sus manos suavemente mientras trataba de quitarse de encima a Candy mientras se reía a carcajadas de ella.

-ya verás mocoso malcriado, me las pagaras.

-toda llena de lodo realmente pareces una mona pecosa.

-eres un atrevido, te borrare esa sonrisa ya veraz.

-jajajajaja.

Cansada Candy se dio por vencida y se desplomo sobre el lodo al lado de Terry, había agotador subir y bajar el árbol y su pequeña lucha en el lodo había sido muy emocionante pero también muy agotador, trataba de recuperar el aliento cuando sin previo aviso comenzó a llover a Cantaros.

sin lugar donde refugiarse de la lluvia Candy y Terry se levantaron deprisa y subieron a los caballos y emprendieron la marcha de regreso a la mansión, no estaban muy lejos pero la lluvia y el viento les impedía ver a donde se dirigían por lo que a mitad del camino Terry bajo de su caballo y subió al de Candy, ato las riendas al caballo.

-es mejor así, llueve demasiado y podrías perderte o caer del caballo.

Candy no dijo nada pero sintió más segura protegida por Terry y se sentía menos el frio de su ropa mojada y sucia, después de una cabalgata a toda galope llegaron a la mansión donde Peter salió a su encuentro tomando los caballos mientras que Terry y Candy entraban a la mansión para refugiarse de la lluvia.

Terry tomo la mano de Candy corrió con ella con dirección hacia la alcoba y cerrando la puerta después de que entraron, Candy se sorprendió un poco pensó que tal vez sería mejor salir e ir a su habitación para permitir que Terry se duchara y se cambiara cómodamente pero Terry pareció leer sus pensamientos y le dijo.

-es preferible solo ensuciar una habitación, no hagamos trabajar de mas Ruth no lo crees?

-supongo.- dijo Candy no muy convencida del argumento de Terry.

-además que eres un perdedora y eres mi esclava, recuerdas.

Candy hizo un puchero, inflo las mejillas, puso los brazos en jarras y le dijo a Terry.

-que quieres que haga, que limpie tus zapatos, que limpie tu habitación, que es Terry.-

Eso era lo que ella suponía que sería ser su esclava ya que en una apuesta que había hecho con Albert y había perdido esa eran las clases de tareas que realizaba, no lo que no sabía era que Terry jugaba en las grandes ligas y sin lugar a dudas tenía en mente cosas más atrevidas.

-ya veremos más tarde por lo pronto debes ducharte antes de que pesques un resfriado.-

A medida de decía esto Terry se iba despojando de la ropa mojada y sucia que llevaba hasta solo quedar en calzoncillos ante los ojos incrédulos de Candy que tenia la boca abierta y estaba tan ruborizada que sus pecas parecían pequeñas luces parpadeantes en su rostro, Terry consiente de la mirada de Candy sobre el trato de mantener la calma y con movimientos sinuosos y seductores recorrió la habitación en busca de su bata mientras Candy no le quitaba la vista de encima.

-Candy, Candy me oyes, debes ducharte.

-y tu no vas a ducharte.- dijo Candy con una voz tan queda que pensó que Terry no la había oído.

Estaba absorta en el cuerpo de Terry sin lugar a dudas su memoria no le había hecho justicia al recordarlo esta mañana, no podía quitarle la vista de encima, aquello era magnético, podía ver cada vena que recorría cada musculoso de su bien y perfecta anatomía, se pregunto cómo se sentirá su piel desnuda sobre la suya, Candy se sonrojo aun mas por lo descabellada idea y la sensación que le recorrió todo el cuerpo.

-que quieres que me compartamos la ducha Candy?.- Terry enarco una ceja y se le acerco de manera provocativa, la idea claramente le gustaba pero no quería asustar a Candy.

-ohh no.- sin decir más Candy se dirigió al baño con la vista en el suelo, no podía mirarlo a la cara por que sin lugar a dudas, la idea le parecía emocionante pero a la vez sentía que era impropia.

En el baño Candy se deshizo de la ropa sucia y introdujo en un tina humeante de agua caliente y poco a poco se permitió rememorar los sucesos de los últimos días por que sin lugar a dudas algo había cambiado, tenia tantos sentimientos tantas sensaciones que no sabía por dónde empezar, tal vez lo mejor era empezar por qué o quién más bien era el causante de todo aquello.

-Terry.- dijo su nombre en un breve susurro.

Esta mañana cuando Terry le había dicho que la amaba, se lleno de un sentimiento tan puro y cálido que jamás había sentido, cuando Anthony le decía que la amaba nunca sintió un sentimiento tan profundo como lo había hecho esta mañana y sobre todo estaba el inmenso deseo de decirle que ella también lo amaba, si estaba segura de algo era de lo sincero que había sido Terry al decírselo esta mañana y eso era lo que la apesadumbraba, sabía que tenía un cariño hacia Terry pero no creía que se hubiera enamorado de el tan rápido, no había podía olvidar a Anthony tan pronto, no cuando ella misma estaba segura de haberlo amado tanto o sí? era tanto sus dudas pero parecía ser que Terry no opinaba lo mismo ya que él le había dicho que ella misma pronto se lo diría, cansada de navegar en sus pensamientos y sentimientos salió de la bañera, pero no encontró ninguna toalla al vista por lo que llamo a Terry o a Ruth.

-Terry?

-Terry?

-Ruth?

-Ruth?

Pero no había respuesta, cansada de esperar y tiritar de frio se encamino a la habitación, mirando por la puerta antes de salir desnuda, no parecía haber nadie, por lo que salió y se envolvió con una pequeña toalla que solamente le cubría su torso dejando su hombros denudos al igual que sus largas y bien torneas piernas, estaba por regresar al baño cuando una mano, la tomo por el brazo y detuvo su avance.

Candy lentamente levanto la vista para encontrarse con un par de zafiros que la miraban cargados de deseo y amor, sin darle tiempo de nada Terry la estrecho contra su torso desnudo y le susurro al oído.

-se mía.

Continuara…..

Próximo capitulo perfección.

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