viernes, 11 de febrero de 2011

cap 23 mi enfermera

Un amor inesperado

Capitulo 23. Mi enfermera

Terry luchaba contra el pesado sueño que caía sobre el, esforzandose por mantenerse despierto parpadeaba una y otra vez, pero no podia evitar que sus ojos se cerraran, pero aun asi luchaba con tus fuerzas ya que temía que al despertar se tratara solamente de un sueño el que Candy se hubiera quedado a su lado, pero sin embargo su lucha fue inútil ya que poco a poco los parpados se le cerraron y lo último de lo que fue consiente fue que los ojos de Candy que también estaban por cerrarse.

Candy se había quedado un poco mas con él, ya que se negaba a soltar su mano, se habían quedado ambos en un silencio que no los incomodaba en absoluto, solo mirándose mutuamente, Candy no podía sostener por mucho tiempo las miradas de Terry ya que la hacían sentir desnuda ya fuera por la intensidad de sus miradas o su mismo nerviosismo por encontarse a solas con un hombre, siendo como fuera en varias ocasiones tuvo que bajar la vista y comprobar que seguía vestida, sin que se diera cuenta poco a poco Terry se quedo dormido y ella misma empezaba a dormirse cuando Ruth la despertó.

-señora Candy, por que no se acuesta a lado de su esposo.

Candy salto como resorte al escuchar las palabras de Ruth en sus oídos, y se apresuro a decirle.

-!!No!!, no, no, no podria…además Terry necesita estar lo más cómodo posible sin duda yo solo lo molestaría.

-pero la cama es bastante grande los dos podrían acomodarse muy bien y dudo que a su esposo le moleste.

-!No! oh no Ruth, es mejor que regrese a mi habitación.

Lentamente soltó la mano de Terry y sin hacer más ruido salió de la habitación.

Terry estaba dormido mas no sordo, así que oyó perfectamente lo que había sucedido, habia querido gritar de júbilo y pedirle el mismo a Candy que se quedara con el, pero sabía que si la presionaba solo la asustaría y ella saldría pitando a la primera oportunidad, y asustar a Candy era lo que menos quería, en lo poco que llevaban de matrimonio ella le temía, pero ahora parecía que ya no era así, algo cambio en el y en ella que derribo esa barrera.

Terry sabia que el mismo había sido el causante de que Candy le temiera cuando se la llevo a la fuerza y más aun cuando intento forzarla, eso había sido lo que más daño a Candy, la cual ya era una chica traumatizada, pues ya había sido víctima de un ataque a manos de Neal , recordando aquello Terry logro comprender que no le temía a él si no a todo hombre que pudiera acercarse a ella y hacerle daño, recapacitando en sus errores se dijo que trataría de enmendar sus propias errores tendiendo paciencia, y con este ultimo pensamiento en mente Terry se quedo profundamente dormido.

Ruth ayudaba a Candy a ponerse un camisón y trenzar sus rizos y colocarlos bajo una gorra, Ruth estaba muy contenta de ver a Candy con un mejor semblante del que le había visto desde que la conocía, tenía un tenue rubor que cubría sus mejillas y por primera vez en semanas la veía con una pequeña sonrisa, pero tampoco sabía a dónde llevaría todo este cambio, Ruth meditaba en esto cuando observo que Candy se frotaba insistentemente una mano, por un momento pensó en preguntarle si le sucedía algo, pero recordó que aquella era la mano con la que había sostenido toda la tarde la mano de Terry, así que con una sonrisa ladina dejo a Candy lidiando con sus pensamientos.

Candy estaba tan cansada que deseaba meterse en la cama y dormir hasta la mañana siguiente, pero no podía quitarse aquella cesación de hormigueo que sentía sobre toda su piel pero sobretodo en una de sus manos, se frotaba insistentemente aquella mano mientras reprimia el deseo de tener la mano de Terry entre las suyas otra vez, sintiendose confusa sacudió la cabeza negándose a seguir pensando en Terry, se metió a la cama y cerró los ojos pero en sus sueños solo podía ver esos zafiros que la devoraban con la mirada, hasta que los perdió de vista en un sueño que la alcanzo prontamente.

Los rayos del sol que jugueteaban sobre su rostro la despertaron, poco a poco se desperezo, quería quedarse en cama y que le llevaran el desayuno a la cama ya que su estomago llevaba horas pidiéndole algo de comer, esperaba despertarse y encontrarse a Ruth para asistirla en su arreglo personal pero no se veía por ningún lado, así que decidió levantarse y prepararse el baño ella misma, pero no hizo falta ya que en ese momento entraba Ruth por la puerta.

-oh creí que aun seguirá en cama

-Terry esta despierto?

No sabía de donde venia eso, pero eso era lo primero que salía de boca, en vez de saludar a Ruth como cada mañana que ella entraba por esa puerta.

Despues de emitir una pequeña sonrisa ruth le contesto.

-el señor Terry aun sigue dormido, no se preocupe tiene tiempo para arreglarse, vamos.

Candy asintió con la cabeza y siguió a Ruth que había entrado en el baño, el agua caliente y las esencias en ellas relajaron su cuerpo pero no su mente, ya que se preguntaba por Terry una y otra vez.

-¿habrá dormido bien? ¿Tendría fiebre anoche?, ¿a qué hora despertaría?, ¿la extrañaría?

Candy cerró los ojos y las manos fuertemente tratando de desechar sus pensamientos, pero esto solo hizo más notable el hormigueo que sentía en la mano, un poco molesta consigo misma, salió de la bañera para ser ataviada en un lindo vestido color marfil con una cinta verde en la cintura, Ruth se esmero en hacerla lucir hermosa, estaba decidida a ayudar a Candy a enamorarse de Terry y viceversa.

Después de estar lista Candy tomaría su desayuno, pero le apetecía desayunar afuera en el jardín así que ahí se dirigía cuando observo a Beth salir de la habitación de Terry moviendo la cabeza negativamente, aquel pequeño hecho, le provoco que el corazón le saltara del  pecho, pues temia que algo le pasara a Terry, así que corrió hacia la mucama preguntándole que pasaba.

-¿que sucede Beth?, ¿le pasa algo a Terry?

-no lo sé señora pero amaneció de muy mal genio, dice que no quiere nada, que lo dejemos morir en paz.

Candy sin pensarlo dos veces entro furiosa a la habitación de Terry, pensaba retarlo, por semejante pataleta de niño, pero cuando entro simplemente no pudo ni hablar, trago en seco cuando vio que Terry se había arrancado los vendajes y sangraba un poco, contuvo el aliento y se acerco a la cama.

Terry tenía los ojos fuertemente cerrados y parecía que sus pestañas trataban de contener las lagrimas que luchaban por salir.

Terry deseaba que el cielo se abriera y le cayera un rayo que acabara con su vida, había despertado solo en su habitación, pensando que había tenido un hermoso sueño en el que Candy se quedaba a su lado, aun podía escuchar y ver a la Candy de su sueño, cuando una tibia mano envolvió la suya y una suave voz que le decía.

-¿Terry que tienes?, ¿te sientes mal?

Sin darse cuenta apretó más fuerte los ojos, pues creia que estaba en un sueño nuevamente, cuando volvió a oír esa voz, junto con un pinchazo en la herida.

-¿Terry háblame, vamos dime qué pasa?

Lentamente abrió los ojos para toparse con unas esmeraldas que lo miraban llenas de preocupación y angustia, deseaba acariciar su rostro y acunarla en su pecho para no dejarla ir de nuevo, quería decirle que la amaba, pero lo único que salió de su boca fue.

-te quedaste.

-vamos Terry dime qué pasa?

-pensé que te habías marchado

-estoy aquí contigo, dime qué pasa.

Candy lo ignoraba pero Terry ya le había contestado su pregunta. Terry solo negó con la cabeza, pues aquello ya no importaba ya que ella estaba ahí con él.

-vamos Terry que sucede, porque te has arrancado los vendajes, hay que llamar al doctor.

Candy se dirigía hacia la puerta cuando la mano de Terry la detuvo.

-no hace falta, estoy bien, solo hay que colocar unos nuevos.

-entonces llamare a Ruth para que lo haga.

Terry negó con la cabeza y después recordó algo que había dicho el doctor por lo que sonrió maliciosamente.

-el doctor dijo que tu serias mi enfermera Candy, así que tú debes hacerlo.

Candy negó con la cabeza no podía hacerlo y si tenía los ojos de Terry en ella todo el tiempo menos, ante aquella situacion quería salir corriendo, pero en ese momento entro Ruth con una palangana de agua caliente y una esponja.

-pero antes hay que limpiar las heridas señoras, debe tomar …..

-un baño de esponja me vendría bien, vamos enfermera empiece por …. Los pies

Terry sonreía abiertamente ante la idea que había tenido Ruth, pero también vio Candy se sonrojaba y se ponía muy nerviosa así que le dijo.

-o lo haces tú o no dejare que nadie me toque.

Candy estaba más colorada que un tomate, solo asintió con la cabeza para despues dirigirle una mirada furiosa mientras se dirigia a la palangana que descansaba sobre una mesa cercana, pensó que Ruth tal vez la ayudaría pero esta ya había huido, así que tomo la esponja, la sumergió en el agua caliente y se dirigió a los pies de la cama y descubrió la piernas de Terry y comenzó a limpiarlas suavemente mientras se concentraba que el corazón no le saliera del pecho, de la piernas paso a los brazos, al tórax, limpio cada centímetro de piel ligeramente tostada, suave y con un aroma a lavanda y especias, podía sentir como se tensaba cada musculo que tocaba, sentía por todo su cuerpo la sensación de estarse quemando al tocar la piel de Terry, creía que había terminado cuando la voz ronca de Terry le dijo.

-enfermera creo que le falto una parte.

Los ojos de Candy casi se salen de sus cuencas al pensar en zona del cuerpo de Terry le había faltado, así que sin pensarlo mucho le dijo.

-ni creas que meteré mi mano en tus calzoncillos.

Terry enrojeció ante el pensamiento de Candy, el también había pensado en esa zona de su cuerpo que le había sido imposible de mantener bajo control cuando las manos de Candy revoloteaban por todo su cuerpo.

-no te preocupes no te lo pediré, pero la zona que te falto fue mi espalda , enfermera.

Candy sentía que se asfixiaba bajo las miradas de Terry, estaba segura que estaba tan sonrojada que seguramente se le notaban mas las pecas de la nariz solo esperaba que Terry no se diera cuenta, poco a poco lo ayudo a erguirse un poco para que pudiera limpiarle la espalda.

-bien y ahora qué?

Preguntaba Candy, pero Terry le respondió con otra cosa.

-sabes que tus pecas parecen brillar cuando te sonrojas enfermera pecas.

Candy hizo un puchero ante el comentario de Terry, pero no le contesto esperando de este le digiera que mas hacer.

-ahora debes colocar los vendajes

Candy tomo las vendas limpias que Ruth había traído y comenzó a tratar de vendar las heridas de Terry pero este no parecía facilitarle las cosas.

-Candy debes apretarlo un poco más

-no, no lo aprietes tanto

-debe ser más alto

-debe cubrir la herida

-no más abajo

-no lo ajustes demasiado

-no tan fuerte Candy.

La verdad era que Candy lo estaba haciendo bien, pero tenerla tan cerca era un desquicio para Terry, asi que debía hacer algo sino la tomaría en sus brazos en ese momento.

Candy trataba de concentrarse en respirar pero teniendo a Terry a tan cerca y diciéndole que no lo estaba haciendo muy bien, la perturbaba de tal manera de no encontraba razón y lógica en sus pensamientos, cuando creyó que por fin había terminado su tortura al colocar el vendaje, se dio la vuelta para coger la camisa limpia de Terry cuando volteo descubrió que el vendaje se había zafado y tendría que colocarlo nuevamente.

Terry sonría satisfecho de su travesura, había deshecho el vendaje solo para volver a tener tan cerca a Candy, aunque le era una tortura, pero que le era tan dulce que con gusto lo haría de nuevo.

-no tan fuerte Candy.

-debe ser más alto

-no, no lo aprietes tanto

-debe cubrir la herida

En medio de correcciones de parte de Terry había vuelto a poner el vendaje en su lugar, estaba por voltearse para tomar la camisa, cuando instintivamente, volvió a ver a Terry y descubrió al menudo tramposo tratando de deshacer el vendaje nuevamente.

-Terrance Grandchester, que es lo que estás haciendo?

Terry levanto la vista para encontrarse con unos ojos verdes que lo miraban entre divertido y algo más que no supo identificar, se sintió como un niño pequeño sorprendido al hacer una travesura, así que hizo cara de inocente y la miro a los ojos y le dijo.

-me has pillado.

Candy en vez de molestarse soltó a reír ante la cara de inocente que hizo Terry y siguió con su labor, le ayudo a ponerse una camisa limpia y un pantalón de pijama limpio.

Por fin su labor terminada por lo que ordenaría que subieran el desayuno de Terry cuando entro Ruth con una bandeja con un plato de avena, un vaso de jugo naranja, una taza de té y un poco de fruta.

Candy pretendía dejar a Ruth para que le diera de desayunar pero este se lo impidió cuando noto que se levantaba para salir de su habitación.

-¡hey enfermera no puedes irte!, no puedes dejar a tú paciente con un extraño, debes alimentarlo tu misma.

Candy pensaba salir de la habitación con la excusa de que no había desayunado, pero Ruth intuyo lo que pensaba hacer así que se le adelanto y le dijo.

-señora Candy, usted tampoco ha desayunado por que no le traigo aquí su desayuno y así acompaña a su esposo.

-si es buena idea

Terry estaba más que contento, debía recompensar a Ruth por tan buenas ideas.

Candy suspiro y solo asintió con la cabeza y regreso a su lugar a lado de la cama de Terry llevando su desayuno con ella, Terry hizo gesto de desagrado al observar que comería otra vez avena, estaba por darle la cuchara a Candy para que le diera de comer en la boca cuando entro Ruth con el desayuno de Candy y no pudo evitar mirarlo con envidia pues él deseaba comer unos huevos con tocino, como los que Candy tenía frente a ella, candy estaba por dar el primer bocado cuando Terry metió su tenedor en su plato atrapando un trozo de tocino, estaba por metérselo a las boca cuando Candy lo detuvo.

-ni se te ocurra Terry, vamos se bueno y come tu avena .

Conforme decía esto le reemplazo el tenedor por una cucharada de avena que Candy le metió en la boca aprovechando que la había dejado abierta.

-candy no seas egoísta comparte tu desayuno conmigo, yo compartí mi cena contigo ayer.

-la compartiste por que así lo querías.

-vamos pecosa te cambio mi desayuno por el tuyo.

-ni ensueños Terry, anda se bueno y come tu avena.

Terry se cruzo de brazos, bueno en realidad solo cruzo su brazo sano sobre su pecho, fingiendo molestia por que Candy no compartía su desayuno con él.

Después de observarlo un momento divertida por su comportamiento de niño le dijo.

-compartiré mi desayuno contigo si terminas tu desayuno.

Terry seguía en su berrinche sin querer comer la avena, por lo que candy tomo la cuchara y empezó a rogarle como a un bebe para que comiera.

-abre la boca, anda se bueno.

-di AAAA

-Terry di AAAA

Terry no pudo evitar reír ante la ocurrencia de Candy de tratarlo como un bebe por lo que empezó a comer.

Terry recupero el tenedor del plato de Candy y lo sostuvo para que ella comiera,

-Abre la boca Candy.

Candy lo veía con ojos confusos, se pregunataba  cuando habían cambiado los papeles.

-se buena y di AAAAA

Candy soltó a reír al comprender que Terry imitaba su forma de tratarlo como un niño, pero sin embargo abrió la boca.

Así estuvieron tomando el desayuno.


----------------------------------TTTTTTTTTTTTTTTTTTT-----------------------------------

Después de oír lo que se rumoraba entre los sirvientes Gina Marlow había corrido de regreso a su habitación a despertar a Susana y le diera una explicación.

-Susana despierta.

-mmm no déjame dormir.

-!No! levántate en este momento, esto no puede esperar.

Diciendo esto su madre le arrebato a gusana las mantas, debía despertar y lo haría ahora.

-mama déjame quiero morirme, si Terry se muere.

-te vas a morir antes sino me explicas bien como esta eso de que tuviste un enfrentamiento con la esposa de Terry.

En ese momento Susana abrió los ojos de golpe, había olvidado por completo la bofetada que le había dado Candy se llevo la mano al rostro y dijo.

-eso no importa y te aseguro que me las pagara, nadie me humilla de esa manera y vive para contarlo.

-ya te las pagara pero en su momento Susana ahora debes pedirle perdón.

-perdón yo? Mama te volviste loca, ella fue la que me golpeo.

-estoy perfectamente cuerda pero es que no te das cuenta del terrible error que cometiste Susana.

Susana seguía sin ver claramente lo que su madre quería decirle, pero eso si no pensaba humillarse ante Candy.

-es que no te das cuentas que pueden despedirnos y a donde iríamos Susana, además de que no sería fácil poder encontrar a alguien a quien estafar.

Los ojos de Susana se abrieron desmesuradamente al comprender lo que su madre decía, pero sin embargo debía existir otra manera sin que ella tuviera que rebajarse a disculparse con Candy.

-no te preocupes mama, hablare con Terry ya verás que no nos despide, además Candice se marchara cuando Terry se recupere, recuerda que ella no lo ama así que solo esperemos un poco más.

Después de esto Susana volvió a dormirse ya que su madre parecía reconocer que estaba en lo correcto.


---------------------------------------TTTTTTTTTTTTTTTTTTTT---------------------------------------

Inglaterra.

Los días pasaban sin que hubiera una novedad que le devolviera a Anthony un poco de paz, había tratado de averiguar el paradero de candy pero aun no había nada concreto, solo estaba seguro que estaba en América, estaba al borde de la locura por saber de Candy y sobre todo quitarse la pesada roca que le habían atado al cuello, deseaba que su padre se recuperara completamente, estaba harto de tener que poner buena cara en los compromisos sociales donde había terminado de arreglar los detalles de los negocios de su padre, estaba hastiado de todas las miradas femeninas que se posaban en él y hacían lo posible por obtener un poco de atención, cosas que iban desde desmayos falsos (ya había caído ahí una vez y no volvería caer) escotes descarados, miradas provocativas, pero ninguna sencillamente lograban hacer que Anthony al menos las volteara a ver.

Eliza después de que Terry se les escapara había acaparado a Henry su hermano que si ya anteriormente tenían encuentros amorosos ahora lo había convertido en su amante en turno lo que no sabía era que este solo la tomaba como un pasatiempo en que el no pensaba invertir demasiado tiempo, pero por lo pronto se la pasarían muy bien los dos.

Desde que Candy se había casado Neal se hundió mas en el alcohol, siempre estaba tan ebrio que no sabía ni en que día vivía y mucho menos cuanto había desaparecido de su bolsillo ya que en ese estado era un blanco fácil para tantas mujerzuelas y demás granujas, pero en unos de recorridos nocturnos se había topado con luisa que sin pensárselo dos veces se había convertido en su amante habitual, pensando en sacar gran ventaja del dolor y confusión de Neal.

Alison la hermana de Terry trataba de convencer a su padre de permitirle asistir a la universidad, pero no podía siquiera verlo estaba desesperada trataba de convencer a su madre que pospusiera su presentación en sociedad al menos a que Terry regresara de su viaje de bodas, debía encontrar la forma de zafarse de eso, no deseaba casarse, no aun, deseaba hacer tantas cosas antes y sabia que si era presentada en sociedad seria su fin por que se le identificaría como lista para casarse o como ella pensaba como un blanco fácil, estaba por entrar atropelladamente al despacho de su padre cuando escucho algo lo cual le dio una idea de cómo librarse de una boda forzada.

Continuara…

Próximo capítulo ….

No hay comentarios:

Publicar un comentario