Cap 16 noche de bodas.

Un amor inesperado

Capitulo 16 noche de bodas.

-donde estoy?

Candy estaba desconcertada, no sabia donde estaba, lo ultimo que recordaba era una oscuridad como en la que estaba ahora, debía estar en un carruaje, eso suponía ya que solo escuchaba los cascos de los caballos golpear contra el pavimento, de pronto recordó que trataba de huir con Anthony, debía estar con el, por lo que comenzó a llamarlo.

-Anthony?

Pero no había respuesta, solo silencio, debía estar con el, no podía estar con otra persona, sabia que había otra persona frente a ella pero no podía verle el rostro, pero estaba segura de que era un hombre y deseaba con todas sus fuerzas que fuera..

-Anthony, Anthony?

-vaya con que ese es su nombre.

Candy se irguió enseguida en el asiento esa voz que aun retumbaba en sus oídos no era la de Anthony era la de.

-¡Terry¡

- a quien mas esperabas Candy.

Candy se quedo muda, estaba impávida, su corazón se había detenido o era que latía demasiado deprisa para sentir su palpitar.

- lamento desilusionarte pero no soy tu adorado Anthony, soy tu esposo.

Terry salió de las sombras para encarar a Candy, le debía muchas explicaciones.

Candy estaba horrorizada como se había enterado que escaparía con Anthony, como había llegado ahí con el y sobre todo donde la llevaba, no sabia que hacer, solo retrocedió al tener enfrente unos ojos azules fríos como el hielo y la mirada dura que Terry tenia en su rostro era una expresión que Candy jamás había visto en ningún hombre, tenia miedo de su esposo.

-a donde vamos?

Terry estaba demasiado molesto, luchaba por reprimir la indignación, la humillación, la ira y rabia que sentía en ese momento, debía mantener la fachada, pero Candy llamando a su amado y sus preguntas no ayudaban demasiado.

-a donde me llevas Terry?- candy alzo la voz debía saber a donde se dirigían

-te llevo donde me da la gana, por algo soy tu esposo, tu dueño.

- pero ya que quieres saberlo vamos al puerto de South Hampton

-al puerto, no, no puedo irme, déjame bajar, Terry deten el carruaje debo bajar.

Candy se levanto, debía bajar de ese carruaje aun no era demasiado tarde podían pedir la anulación del matrimonio, aun no lo habían consumado y por su parte ella no deseaba hacerlo, debía regresar a lado de Anthony, el la esperaba.

-deténgase, debo bajar.

Candy le gritaba al cochero que debía detenerse, pero este hizo caso omiso a sus llamados, bien si no se detendría saltaría del carruaje, abrió la puerta y se preparaba para saltar cuando, dos grandes manos la tomaron de los brazos como dos tenazas con las que forcejeo pero no pudo librarse de ellas, solo se vio libre de ellas cuando la arrojaron al interior del carruaje con gran fuerza.

Candy estaba desesperada debía bajar, no sabia en que momento había comenzado a llorar, pero sus ojos estaban llenos de lagrimas, tal vez podría convencer a Terry de dejarla ir, el no la amaba después de todo.

-Terry cometí un gran error, jamás debí aceptar casarme contigo, pero no es tarde podemos pedir la anulación del matrimonio.

Terry se rio de ella, debía estar loca si creía que la dejaría irse con otro. El carruaje se detuvo habían llegado al puerto, eran cerca de la media noche, Candy había estado inconsciente casi todo el viaje que había llevado mas de cinco horas, Terry Bajo del carruaje esperaba que Candy bajara, pero esta se había movido al fondo del carruaje, por lo que Terry subió por ella, se iría con el aun si la tenia que llevar arrastrando al barco, la tomo fuertemente de ambos brazos y le dijo.

-eres mi esposa, llevas mi nombre y vendrás conmigo quieras o no, te quedo claro?

Terry la sostenía fuertemente de un brazo cuando se acerco a el, un hombre que había bajado de un carruaje el cual parecía llevar baúles, Candy después lo identifico como Charlie el amigo de Terry, el cual le dirigió una mirada reprobatoria, le dio unos papeles a Terry los cuales guardo en el bolsillo de su saco.

Las personas estaban empezando abordar, había un poco de gente, candy pensó que tal vez podría liberarse del agarre de Terry y escapar, pero a cada paso que daban mas fuerte la sujetaba y mas pegada a su cuerpo la tenia, y además detrás de ellos iba Charlie, le seria demasiado difícil zafarse del agarre de Terry, pero debía intentarlo.

-si tratas de huir te juro que lo buscare y lo matare y tu lo lamentaras el resto de tu vida.

Le advirtió Terry al sentir que trataba de forcejear del agarre que tenía sobre ella, así la tomo de la cintura y la pego aun más a su costado.

Subieron al Mauritania, partían hacia América, una vez en el barco Terry la llevo directamente hacia los camarotes, Candy trataba de estrujarse los sesos en busca de un buen argumento con el que pudiera convencer a Terry que la dejara ir, debía darse prisa antes que el barco zarpara.

-Terry, vamos déjame ir, yo no te amo, tu no me amas.

-si tienes razón no, no te amo en este momento te detesto mas que a cualquier persona en el mundo

-entonces déjame ir aun no es demasiado tarde, no hemos consumado el matrimonio podemos pedir…..

-pues eso tiene solución ahora mismo.

Terry sujeto a candy de los hombros y la arrojo a la cama, Terry se quito el saco y lo dejo caer sobre el piso, subió a la cama, candy retrocedió al ver que se acercaba a ella, Terry se coloco sobre ella, comenzó a besarla, acaricio sus piernas, sus caderas, sus hombros, besaba su cuello, Terry rompió cuanto lazo y prenda estorbaba su paso, abrió las piernas de Candy y la atrajo hacia el, Candy trataba de detenerlo, golpeaba su pecho, lo empujaba, mordió sus labios cuando intentaba besarla, pero nada parecía funcionar.

-basta, detente, auxilio, déjame, ayúdenme.

-detente, no me hagas daño, por favor, detente.

-auxilio algui….

Terry sintió el sabor de sangre en su boca pero no importaba, el seguía besándola, acariciando sus piernas, besando su cuello, y de nuevo su boca, entonces percibió en su boca un sabor salado, se detuvo a mirar a Candy, lo que vio lo hizo retroceder en su avance, Candy lloraba profusamente, la sentía temblar bajo el, en sus ojos había una expresión de miedo, pavor, que jamás había visto en ella ni siquiera en la noche en que la salvo del desgraciado de Neal, esto lo hizo sentir como el peor hombre del mundo, como un canalla, se levanto de la cama, se acomodo la ropa, tomo su saco y salió del camarote azotando la puerta, cerro la puerta con llave.

Candy trato de cubrirse con lo que quedaba de su vestido de novia, como había llegado a esto, como pudo haberse equivocado tanto, por que dudo de Anthony, por que demonios se había casado con alguien a quien no amaba y no la amaba a ella, pero ninguna de estas preguntas tenían respuesta ni sentido ya para Candy, abrazo fuertemente sus rodillas y lloro desconsoladamente, esperando que alguien la despertara de la pesadilla que estaba viviendo.

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Terry salió del camarote mas molesto de lo que ya estaba, maldecía al cielo y todo aquel que se atreviera a ponerse frente a el en este momento, se dirigió al bar del barco, lo único que deseaba en este momento era no ver el fondo del vaso de licor que tenia enfrente, como era posible que hubiera renunciado a sus derechos de una manera tan fácil, era suya, tenia todo el derecho de poseerla, pero demonios al ver a Candy de esa manera, lo hizo sentir como la persona mas cruel y despiadada del mundo, no podía creer que tuviera esa consideración con una persona que no tuvo la mas mínima consideración con el.

Terry no entendía sus sentimientos en este momento que eran demasiado abrumadores, por lo que decidió perderse en un botella de licor, eso no solucionaría sus problemas lo sabia, pero al menos trataría de olvidarlos por un momento.

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Anthony no sabia que pasaba pero esta junto a la puerta de servicio desde hace mas de media hora, algo debió pasar, debía encontrar a Candy y huir con ella, estaba decidido a entrar a buscarla puerta por puerta, debía encontrarla, estaba a punto de entrar cuando se topo con Albert.

Albert escapaba de la boda, había visto a Terry llevarse a Candy por la puerta trasera, vio que la llevaba en brazos al subir a un carruaje, ya que ellos se habían fugado el haría lo mismo, temía que la tía abuela se empeñara en casarlo a el con Eliza Leagan o con algunas de las jovencitas que no lo habían perdido de vista en toda la noche, por lo que decidió volver a viajar un poco por el mundo, esta vez iría al amazonas.

-oh perdona, lo siento.

Albert se disculpo cuando golpeo a alguien en su intento por huir.

-!Albert!

-oh Anthony, disculpa no te reconocí.

-Albert, deseaba felicitar a Candy sabes donde esta?

-lo siento Anthony has llegado tarde se acaba de ir con su marido han salido por una de las puertas de servicio y han subido un carruaje hace unos minutos.

-¿que?

Anthony no espero ninguna explicación mas de parte de Albert corrió hacia donde Albert había señalado con la esperanza de alcanzar a Candy, pero cuando llego no encontró a nadie en el callejón, solo había oscuridad y un corazón que se quedo hecho trizas.

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Candy paso la noche en vela llorando y llamando en susurros a Anthony, aunque hubiera querido no podría dormir, debía mantenerse alerta por si Terry regresaba, busco entre las cosas que había en el camarote algo con que protegerse pero no había nada, por lo que se encerró en el baño, llevo las sabanas que había en la cama y se metió en la tina, la cual pronto estaría llena con sus lagrimas.

Pese a los esfuerzos que había hecho, fue en vano, ya que Terry se ahogo en un botella y se había quedado en el bar toda la noche, Candy salió con cautela del baño debía encontrar algo que ponerse, no podía seguir con el vestido que tenia, el cual estaba hecho girones, caminaba sigilosamente, estaba temerosa de encontrarse con Terry, había luz en el camarote por lo que candy pudo observar con mayor atención y quedo asombrada, esto no parecía un camarote, parecía mas un cuarto de hotel, con chimenea y con quien sabe cuantas cosas mas. Camino hacia la estancia donde encontró unos baúles, los abrió uno por uno, alguno debía contener ropa, y lo encontró, y lo arrastro hasta la habitación.

Toda la ropa era nueva, había tantos vestidos, de seda, de organza, de satín, de diferentes colores, corsés y lencería de encaje que jamás había visto en su vida, que eran mucho mas pequeños que los que traía puestos, escogió un par y un vestido negro como su futuro parecía ser y entro al baño de nuevo, debía asearse tratar de quitarse la sensación de suciedad que sentia por toda su piel, lleno la bañera de agua caliente y se sumergió en ella, el agua caliente, el jabón y sus lagrimas se mezclaron.

Estaba abrumada, desconsolada pero aun así no podía evitar preguntarse como es que los besos y caricias de Terry, cada una de ellas le hablaban del dolor que le había causado, de la furia que sentía y a la vez podían ser tan dulces y tiernas, todo esto generaba en ella un conflicto, pero decidió ignorarlo debía ocuparse ahora por encontrar la manera de volver con Anthony.

Salió de la bañera envolvió su cuerpo con una gruesa toalla blanca, estaba sola, se vistió sola y le tomo demasiado tiempo poder ponerse el corsé y aun a si le quedo un tanto torcido, pero no importaba, ahora hacia juego con su vida que también estaba torcida, jamás se había vestido sola, siempre había estado dorothy con ella, pero ahora no había nadie o eso era lo que creía, hasta que escucho que alguien roncaba en la habitación continua , quiso abrir la puerta pero descubrió que estaba cerrada con llave, no sabía o mas bien no quería ver quien estaba detrás de esa puerta, por lo que se quedo en la cama y comenzó a llorar nuevamente hasta que se quedo dormida.

Terry despertó después de medio día con un intenso dolor de cabeza, y genio de los mil demonios, no estaba seguro de cómo había regresado al camarote, pero estaba seguro que no lo había hecho por su propio pie, Trato de levantarse pero la habitación comenzó a girar por lo que decidió tomar a siento otra vez, coloco sus brazos sobre sus rodillas y su cabeza entre sus manos.

Debía asearse por lo que debía entrar en la recamara, tomo la llave y la giro con cuidado y entro sigilosamente, y lo que vio lleno sus ojos, tendida en cama y vestida de negro, su color preferido, se encontraba Candy profundamente dormida, no pudo evitar que su corazón se derritiera al verla, parecía un ángel negro, el cual solo lo atormentaba, su cuerpo y mente parecían estar desconectados, sin darse cuenta se acerco a ella y acaricio su mejilla, como era posible que un ser que parecía ser tan divino fuera capaz de causarle tanto dolor y enojo, Terry cerro las manos en puños y se metió en el baño antes de que arremetiera contra ella nuevamente e hiciera algo que tal vez lamentaría por el solo hecho de que la marcaria y destrozaría el espíritu alegre de Candy.

Continuara…..

Próximo capitulo en aguas turbulentas.