Capitulo 28 perfección
Terry miraba por la ventana solo portando sus calzoncillos, esperaba que Candy saliera de la ducha, mientras tanto se preguntaba una y otra vez cuando tiempo mas podría soportar estar cerca de Candy sin tocarla, cada vez le resultaba mas difícil encontrar el freno para sus impulsos, sentía que se volvería loco si esto se prolongaba mas, pero sabia que pronto no tendría que seguir conteniendo sus impulsos, pues estaba seguro de dos cosas, una, amaba a Candy mas que a cualquier cosa en el mundo y la segunda ella lo amaba de la misma manera, aunque ella misma dudara de sus sentimientos, no podía estar equivocado en eso, se lo decía a gritos el cuerpo de Candy cuando la tocaba, siempre parecía ansiosa ante su presencia y respondía a cada una de sus caricias no solo con su cuerpo sino con su corazón.
Estaba tan ensimismado que no oyó a Candy llamarlo desde la puerta del baño, se volvió hacia la habitación cuando escucho la puerta del baño abrirse, se quedo en silencio solo observando como Candy se paseaba desnuda frente a el, todo su cuerpo se tenso al contemplar la perfección del cuerpo de Candy, era tan bella en todos lo sentidos y era suya, no pudo evitar acercarse a ella, estaba ansioso, no podía soportarlo mas cuando noto que ella regresaba al baño, la detuvo al poner su mano sobre su brazo, al hacerlo sintió como una corriente eléctrica le pasaba por todo el cuerpo pero que era dolorosamente placentero, la estrecho contra su pecho y le susurro al oído.
-se mía.
Podía sentir como Candy se tensaba al estar en contacto con la piel tibia y suave de su pecho desnudo, la escucho soltar un débil gemido que lo hizo enloquecer, estaba perdido no podría contenerse mas.
-Terry.-
Candy respiraba con dificultad contra del pecho de Terry no había esperado verlo y mucho menos esperaba aquella petición, había algo que le impedía hablar, solo podía sentir su piel tibia y húmeda contra la piel caliente del pecho de Terry.
Terry le coloco un dedo sobre sus labios para después reemplazarlo con su labios, Terry la estrecho mas a su cuerpo poniendo una mano en su cintura mientras con la otra mano acariciaba sus rizos que aun estaban mojados.
No era la primera vez que Terry la besaba pero era la primera vez que podía sentir en sus besos una petición y a la vez una orden la cual ella simplemente no podía desobedecer, no podía negarse, ella misma deseaba mas de el, por lo que respondió a besos con la misma entrega y pasión que Terry, mientras sostenía con ambas manos la toalla contra su pecho desnudo.
Terry la estrecho aun mas a el para hacerle notar a Candy lo que provocaba en su cuerpo, y le pregunto con voz enronquecida.
-serás mía Candy?
Candy sabia que Terry era su esposo y podía tomarla si el lo deseaba, pero en vez de eso esperaba que fuera ella la que se le entregara por voluntad propia, en respuesta a la pregunta de Terry lo beso apasionadamente.
Candy había respondido besándolo apasionadamente pero aun así deseaba asegurarse de que estaba completamente segura de lo que iba a pasar entre ellos esta noche si ella no lo detenía, por lo que tomo su rostro entre sus manos, la miro a los ojos y volvió a preguntarle.
-Serás mía Candy?
Sabiendo que Terry exigía una respuesta audible de ella, lo miro a los ojos y se ahogo en esos zafiros y lo que encontró en ellos fue amor, amor por ella, un amor que era tan grande e intenso que le arrebato lo poco de sentido común que le quedaba y no fue capaz de negarse y sus labios pronunciaron las palabras que su mente no parecía capaz de formar.
-si, si Terry seré tuya.
Terry cerró la distancia entre ellos y la beso nuevamente con un ímpetu nuevo, comenzó a explorar con cuidado su boca mientras podía sentir como Candy se relajaba ante su invasión, robándole el aliento y la respiración en cada beso que le daba.
Terry se separo de ella y sin despegar los ojos de ella, la levanto en vilo y la acuño entre sus brazos, se dirigió hacia la cama, la coloco con sumo cuidado en medio de la cama, como si se tratara de una joya muy frágil y preciada y así lo era para él, se tendió a un lado de Candy para seguir besándola y acariciándola.
Sus manos subían y bajan por todo su cuerpo pero sentía que tocaba mas que su suave, tibia y aun húmeda piel, era como si con cada caricia y beso que depositaba sobre cada centímetro de piel blanca, inmaculada e inexplorada, traspasara su piel y pudiera tocar y acariciar su alma, con cada caricia y beso arrancaba de ella un gemido y pronunciaba su nombre entre gemidos ahogados, eso lo hacía enloquecer, jamás había llegado a tal éxtasis con ninguna mujer y sin siquiera poseerla aun.
Candy no se movía, pero reaccionaba ante cada una las caricias y besos de Terry, no se movía porque según lo que le habían enseñado era la manera en que debía cumplir su deber como esposa, sin moverse permitiendo que su marido obtuviera placer de ella.
Candy sentía un rastro tibio y húmedo por toda su piel, primero en su boca, su mandíbula, su cuello, sus hombros desnudos, mientras que notaba como Terry poco a poco lograba deshacerse de la tensión con la que sostenía la toalla contra su pecho que era lo único que cubría su desnudes, sentía un calor tan dulce que envolvía su cuerpo y su alma, no podía evitar temblar ante cada caricia de Terry, lo sentía jugar con una mano sobre una de sus piernas, mientras que su otra mano poco a poco lograba abrirse paso hacia sus senos, tenia tan embotados lo sentidos con la cercanía de Terry, su olor, el sabor de sus labios, que no podía pensar solo podía sentir y escuchar los furiosos latidos de su corazón mientras dejaba escapar entrecortados gemidos de su garganta.
Candy sabía lo que pasaría si no lo detenía, pero no podía y no quería hacerlo, de hecho deseaba estar mas cerca de el, pero tenia miedo y una duda que parecía ser crucial resolverla en este momento, se preguntaba si lo amaba, estaba segura que el la amaba, pues no solo se lo había dicho, se lo había demostrado con hechos al cuidar de ella y se lo decía en ese momento con cada caricia que le daba pero aun así necesitaba escuchar una confirmación por lo que sus labios se entre abrieron.
-Terry?
A pesar de que estaba más que excitado detuvo su avance para mirarla a los ojos, sabía que tenía miedo y debía mirarla a los ojos y disipar sus dudas y temores.
-que sucede?
-me amas Terry?
-ohh pequeña pecosa te amo más de lo pudiera decirte y demostrarte, no tengas miedo te amo tanto que no podría hacerte daño, confía en mi no temas …y tú me amas Candy?
Candy se quedo muda ante lo que le dijo Terry el hecho de que le confirmara su amor por ella la había tranquilizado y disipado la mayor parte de sus temores y aclarado sus dudas por lo que sin pensarlo y sin dudarlo, su corazón y sus labios se coordinaron para dar respuesta a Terry.
-yo también te amo Terry, mi mocoso malcriado.- dijo mirándolo fijamente a los ojos.
Terry le sonrió de una manera tan cálida y cargada de amor que logro disolver todos sus miedos e inseguridades, de manera que Candy soltó la toalla y pozo sus manos sobre su cuello atrayéndolo hacia ella para besarlo.
Candy contuvo un gemido en la boca de Terry al sentir como una de sus manos se posicionaba sobre uno de sus senos, comenzando hacer pequeños círculos con su pulgar sobre su pezón provocándole una oleada de placer que nunca pensó sentir.
Terry sostenía en sus manos el suave y redondo pecho de Candy entre sus manos, parecían estar hechos la medida encajaban como dos engranes, siguió torturando sus pezones entre sus dedos mientras que su boca basa por su cuello para dejar un rastro tibio y dulce por sus hombros hasta llegar a sus senos mientras que las manos de Candy le acariciaban el cabello a la vez que dejaba salir de su garganta gemidos, cada vez más roncos.
-Terry quiero tocarte.
Terry levanto la vista de entre los senos de candy, la miro a los ojos, tomo sus manos de ella y las dirigía a su pecho.
-hazlo, deseo sentir tus manos sobre mi.
Con movimientos tímidos y lentos recorrió el torso de Terry tratando de memorizar con sus dedos cada musculo bien definido, fuerte y duro, Terry cerró los ojos mientras sentía las manos de Candy vagar por su cuerpo, era imposible tratar de contener los gemidos en su garganta, beso de nuevo a Candy con mas pasión y mas del deseo que estaba cansado de contener.
Terry beso cada dedo de sus pies pasando por sus bien torneadas piernas, beso delicadamente el plano y blanco vientre de Candy para finalmente ahogarse en sus pezones, los atormento dulcemente con su lengua y pequeños mordiscos provocando que Candy gimiera de placer por sus caricias que cada vez subían mas de tono.
Cuando Terry no ocupa su boca sobre la piel de candy, le susurraba palabras de amor en los oídos.
-Tú no sabes que tanto yo deseo tu cuerpo*.-
-Yo también te deseo Terry.-
Fue la respuesta de Candy mientras que ambos recorrían y exploraban sus cuerpos mutuamente sin dejar un centímetro de piel sin besar o acariciar.
-Tú no sabes que tanto necesito tus besos*.-
Candy respondió a sus palabras besándolo apasionadamente mientras con sus manos se aferraba a su espalda por que sentía estar a punto de volar a la estratosfera.
-Tú no sabes que tanto yo te quiero a mi lado*.-
Terry la ciño aun mas a su cuerpo desnudo, disfrutando de la calidez de los labios de Candy contra su pecho desnudo mientras respondía sus palabras entre gemidos ahogados.
-yo me quedare aquí siempre.- dijo para después volver a besar el centro de su pecho de Terry mientras que una mano masajeaba una de las tetillas de Terry como él lo había hecho con ella, lo que le a arranco gemidos de placer a Terry.
-Tu no sabes que tanto quiero darte*.-
Para demostrar el significado de sus palabras Terry paseo su mano por todo el vientre de Candy para detenerse entre sus piernas y masajear suavemente su piel más sensible, haciendo que candy soltara un grito de placer con su nombre en el.
Poco a poco continuo explorando el cuerpo de Candy dando caricias, besos y pequeños mordiscos en algunas partes de su carne más sensible para quedar por fin entre las dos piernas de Candy, se detuvo a observarla un momento el cual le robo el poco aliento que tenia, la visión que tenia era simplemente divina era algo que estaba mas allá de lo que había imaginado, nunca había contemplado tanta belleza reunida en un solo ser.
-eres hermosa Candy, lo más bello que he visto en mi vida, eres perfecta.
Candy se sonrojo ante el comentario de Terry el cual la hizo sentir hermosa y más bella de lo que nunca se había sentido en la vida y no tanto por las palabras de Terry sino por la forma en que la miraba y la tocaba, aquello estaba mas allá de todo lo que había esperado sentir.
Candy se tenso en cuanto sintió las manos de Terry separarle con sumo cuidado y ternura las piernas, estaba decidida a entregarse a Terry y formar un solo ser, ya había decidido unir su vida a la de él y lo más normal era que ahora unieran su cuerpos en un solo, pero tenía miedo y las palabras salieron apresuradamente de sus labios, provocando que Terry detuviera su avance.
-Terry…. Terry tengo miedo.
Terry levanto los ojos para encontrase con una esmeraldas que lo miraban fijamente llenas de amor y temor al mismo tiempo, se sentía estúpido por haberse olvidado que Candy era virgen y era normal que tuviera miedo y que temblara ante cada una de sus caricias, nunca antes había estado con una chica virgen pero sabía que podía ser doloroso la primera vez, la miro dulcemente y la beso nuevamente para después decirle.
- estamos en esto juntos, yo te cuidare no tengas miedo, solo déjate llevar por lo que estas sintiendo, no pienses pequeña pecosa, Candy quiero cuidarte, amarte, tenerte para siempre a mi lado.
Candy lo abrazo fuertemente, confiaba en Terry plenamente y si él decía que la cuidaría así seria, se relajo nuevamente, le susurro al oído.
-te amo Terry.- para después besarlo apasionadamente.
Mientras se besaban Terry poco a poco logro recostarla nuevamente en la cama, volvió a separar las piernas de Candy y antes de tomarla le dijo.
-Candy mírame.
Terry se introdujo en ella en un solo movimiento que fue duro, suave y lento al mismo tiempo, aunque trato de dañarla lo menos posible fue inevitable que Candy que soltara un pequeño grito de dolor y brotaran dos lagrimas de aquellas esmeraldas, además de que había sentido sus uñas clavándose en su espalda al momento en que se introducía en ella, Terry se cernió sobre ella para besar las lagrimas que mojaban su mejillas y asegurarse que el daño no fuera mayor le pregunto.
-estas bien Candy, quieres que me detenga?
Candy contuvo el aliento un momento para tratar de acostumbrarse a la sensación de tener a Terry dentro de ella, después de que remitiera un poco el dolor y relajara un poco su agarre del cuerpo de Terry, lo beso para pedirle que continuara.
-no, no te detengas.
Terry comenzó a moverse suavemente dentro de ella pero aumento la intensidad y velocidad de sus embistes al notar que candy se contorsionaba de placer debajo de el, llevándolos cada vez mas alto y más cerca del clímax.
Era como si con cada beso, con cada caricia sus almas se reconocían una a la otra para después entrelazarse de manera permanente, sus almas se pertenecían una a la otra, no importaba el tiempo y el espacio, cada vez sus cuerpos estaban más compenetrados entre sí al igual que sus corazones, cada momento que pasaba dentro de ella podía sentir como se entrelazaban cada fibra, cada pensamiento, cada parte de su alma y su cuerpo al encontrar su contraparte en ella, la unión era completa como si estuvieran hechos el uno para el otro, la atmosfera que los rodeaba era perfecta, mágica y natural.
Terry mismo sabia que jamás amaría con total libertad y devoción como lo hacia ahora con Candy.
Candy no podía creer que aquellos jadeos y la extraña voz cada vez era mas ronca que llamaba a Terry pudiera provenir de su garganta, nunca pensó que la unión de una pareja pudiera ser tan placentera y llena de sentimientos que se veían liberados atreves de besos y caricias y no solamente con palabras, Candy podía jurar ver que el cielo le caía encima cuando una oleada de placer la sacudió desde sus cimientos, la cual la hizo aferrarse más a Terry rodeándolo por la cintura con ambas piernas y brazos mientras trataba de obtener más de el, sintió como todo su energía y pasión se concentraba en un solo punto para después explotar en un sonoro grito en cual decía.
-¡TTTeeerrrryyyyyyyyyyyy!
Terry se lleno un placer y una emoción que nunca antes había sentido al ver llegar a Candy al orgasmo, lo que lo llevo a descubrir un faceta suprema y mas poderosa de su amor por Candy y eso era dar placer a quien se ama, pronto el también llego al borde de un gigantesco orgasmo que parecía absorberlo cada vez mas hasta que no pudo más y exploto dentro de Candy mientras le gritaba a todo pulmón.
-¡te amo Cannndddyyy!
Terry y Candy se desplomaron extenuados y sudorosos uno en brazos del otro sobre la cama, tratando de recuperar el aliento y el control de los latidos de sus corazones, mientras Terry volvía a besarla tiernamente, Terry suavemente salió del cuerpo de Candy, al retirarse un poco mas pudo observar una pequeña mancha roja que se encontraba en la toalla que estaba debajo del cuerpo de Candy, era una adulación a su ego como hombre y a su amor por ella saberse el primero y el único en la vida de Candy, por lo que con una sonrisa arrogante y satisfecha volvió a costarse a lado de Candy mientras la estrechaba fuertemente contra su pecho para después cubrirse con las sabanas.
-te amo pecosa.- y beso suavemente la cabeza de candy.
-te amo mocoso arrogante.- dijo Candy mientras daba un pequeño beso a Terry en el cuello.
Candy y Terry cayeron en un profundo sueño mientras seguían abrazados, no despertaron hasta horas después cuando Candy sintió su estomago retorcerse por lo hambrienta que estaba, mientras podía sentir la mano de Terry vagando suavemente entre sus rizos mientras la sujetaba contra su cuerpo.
Candy se sintió avergonzada al encontrarse con los ojos de Terry y recordar las caricias vividas una horas antes por lo que hundió la cabeza en el pecho de Terry y se cubrió hasta las orejas con las sabanas.
-ehhh pecosa, no te escondas ahora cuando quiero hacerte el amor de nuevo.
Candy se sonrojo aun más por lo que se hizo un ovillo en el centro de la cama al escuchar el comentario de Terry, a lo cual él respondió riendo al ver su reacción y comenzó hacerle cosquillas para que saliera del capullo de sabanas en el cual se había refugiado.
-Candy sal de ahí, olvídate de la niña y se mi mujer.
-jajajajaja basta jajajajaja
-candy quiero a mi esposa devuelta.
-jajajajajajajajaja ya no mas jajajajajajaja tu ganas jajajajaja.
Candy salió de debajo de las mantas, sonrojada y con los ojos brillosos por tanta felicidad que sentía en ese momento.
Terry beso su frente y la apretó mas contra su pecho para después decirle.
-no te avergüences nunca de lo que hicimos, hicimos el amor.
-el amor?.- Pregunto Candy un tanto asombrada por las palabras de Terry.
Terry enarco una ceja al ver la inocencia de Candy, la habían educado de una manera tan arcaica que no sabía que habían hecho el amor.
-entonces dígame señorita pecas que fue lo hicimos sino fue el amor?-
-pues yo no lo sé.- dijo Candy ocultándose de Terry en su pecho, Terry contuvo la risa y la tomo por la barbilla y le alzo la cara para verla a los ojos para hablar con ella y aclararle sus dudas.
Candy se encontró con los ojos azules de Terry que la miraban tiernamente con una pisca de diversión.
-Candy cuando dos personas como tú y yo que se aman y deciden unir sus cuerpos es una muestra del amor que se tienen por eso se llama hacer el amor porque se hace con amor como yo lo hice contigo pecosa, se que debes tener dudas, vamos Candy háblame dime qué piensas.
-es que no fue lo que yo esperaba.-
-y que era lo que esperabas Candy?
-no sabía que esperar pero La tía abuela me dijo que debía hacerse con ropa, y yo solo debía levantar mi camisón para que tu cumplieras con tu deber como esposo, yo no debía moverme y que sería sumamente doloroso para mí pero aun así debía cumplir con mi deber.
Terry se enterneció ante la vaga y escueta explicación que habían dado a Candy ante el sexo por lo que sostuvo su rostro entre sus manos y dijo en un tono muy tierno.
-pequeña pecosa no sabes nada del amor pero yo te enseñare.- Terry decía esto mientras volvía a tomar un seno de Candy entre sus manos arrancándole un gemido de placer que dulcemente lleno sus oídos.
Candy se sentía protegida y segura en los brazos de Terry pero sobretodo se sentía deseosa de aprender del amor con el, por lo que se acerco a sus labios cerrando la distancia entre ellos, Terry profundizo mas el beso invadiendo su boca con su lengua, podía sentir como un estremecimiento recorría su cuerpo poniéndolo de nuevo listo para hundirse de nuevo en candy ante la menor provocación, paseo su mano por el abdomen de Candy cuando percibió como se retorcía su estomago lo que provoco se sofocara una risa mientras la besaba.
Terry ya tenia preparado un argumento para embromar a Candy sobre lo hambrienta que estaba cuando su estomago se retorció de manera audible provocando que Candy se riera.
-al parecer no soy la única hambrienta.
Terry se levanto de la cama, estirándose a todo su largo, exhibiendo su desnudes, Candy se sonrojo aun mas ante el descaro de Terry de exhibir su cuerpo y virilidad de una manera tan despreocupada mientras se dirigía a los pies de la cama a tomar su bata y colocársela sobre los hombros para después rodear la cama y tomarla por sorpresa mientras se ocultaba detrás de un cojín mas sonrojada que un tomate.
-te tengo pecosa.
-ahh ahh Terry que haces?
- buscar algo de comer.- decía mientras se dirigía con ella desnuda en sus brazos hacia la cocina en busca de un aperitivo.
-pero estoy desnuda Terry, no pue…..
-oh claro que puedo sino solo obsérvame
Candy no pudo hacer más que jalar una sabana de la cama para cubrirse mientras que la risa de Terry rebotaba en sus oídos.
La casa se encontraba en penumbras pero eso no evito que Terry encontrara el camino a la cocina, al llegar a la cual deposito a Candy con sumo cuidado en una silla, mientras se dirigía al frigorífico haber que había de comer.
-y bien que hay de comer señor Grandchester?
-pues hay pan y un poco de pavo por lo que podemos hacer unos emparedados, que le parece señora Grandchester?
-pues es mejor que los preparemos antes que muera de hambre.
Terry con la ayuda de Candy preparo los emparedados para después sentarse muy juntos en la mesa de la cocina para devorarlos mientras bebían dos vasos de leche fría, al terminar su emparedado y su vaso de leche Candy le pregunto a Terry.
-y que hay de postre?
-el postre eres tu querida.- dijo Terry mientras se acercaba a ella con movimientos seductores y la toma en sus brazos para subir corriendo con ella a la habitación.
Entre risas Terry despojaba a Candy de la sabana que cubría su cuerpo desnudo para cubrirlo de besos y caricias preparándola nuevamente para hacer el amor toda la noche, tenia tantas cosas que enseñarle, tantas ideas y tantas maneras de hacerla gritar de placer que no podía esperar para unir su cuerpo nuevamente al de Candy y reafirmar mas esa unión que se había construido entre ellos desde el momento en que la toco por primera vez.
Terry y Candy se amaron toda la noche hasta que agotaron todas sus energías y los primeros rayos del sol iluminaron la habitación, cayeron rendidos uno en brazos del otro para después dormir plácidamente.
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Ruth se levanto muy de mañana ya que desde lo sucedido con las Marlow y de que era la mucama de Candy se encargaba de atender al matrimonio ella misma ya que trataba de evitar a toda costa que Susana se entrometiera entre ellos, ya que no había día que no se apareciera por el lugar tratando de llevar el desayuno a Terry personalmente o acercarse a el, hasta ahora había logrado impedírselo y trataría que así siguiera, por lo que preparo una bandeja con te, pan francés y el desayuno.
Sin hacer ruido entro en la habitación pero se quedo muda ante lo que vio, pero sonriendo de oreja a oreja salió sin hacer ruido, regreso a la cocina con la bandeja aun entre las manos.
Dejo la bandeja en la cocina y se encamino hacia el cuarto de Candy preparando sus cosas por que seguramente de ahora en adelante ambos ocuparían la habitación principal como debió haber sido desde el principio.
Había pasado unos momentos en la habitación de Candy cuando escucho que alguien andaba por el pasillo, por lo que echo un vistazo por el pasillo cuando visualizo el pequeño cuerpo de una chica rubia que llevaba una bandeja y se dirigía a la habitación de Terry, si hoy fuera un día común y corriente le impediría entrar pero pensó que hoy seria mejor dejarla entrar y que viera por ella misma cual era su lugar, así que con una sonrisa en el rostro se oculto detrás de la puerta esperando ver por ella misma la expresión de su rostro.
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Susana se había levantado aun mas temprano que todos los días y se enfundo en un vestido de raso azul y se dirigía a la cocina para llevar ella misma el desayuno a Terry, había intentado verlo todos los días pero la maldita de Ruth siempre le cortaba el paso, si la veía deambulando cerca no la dejaba acercarse, pero este era su día de suerte, encontró una bandeja ya preparada en la cocina y no se veía a Ruth por ningún lado, además de que estaba segura que Terry deseaba verla, de eso no le quedaba duda después de ver a Terry sonreírle abiertamente ayer por la mañana mientras cabalgaba, había tratado de acercarse a el todo el día pero siempre estaba la estúpida de Candy revoloteándole como una mosca molesta, convencida de que su suerte estaba por cambiar, se acomodo el cabello, tomo la bandeja y se encamino a la habitación de Terry.
Ya estaba en piso superior y aun no había señales de Ruth, de hecho estaba demasiado silencioso, por lo que se dijo a ella misma que seguramente a un estaba dormido, sintió revolotear mariposas en su estomago ante la idea de ver a Terry dormir, con una emoción que le hacia templar tomo el pomo de la puerta y lentamente la giro.
Sin hacer ruido entro en la habitación, sin atreverse a mirar sobre la cama se acerco a la mesa a dejar la bandeja, estaba por abrir un poco las cortinas para que la luz entrara pero un cosquilleo la alentó a no hacerlo y permitirse mirar a Terry dormir unos minutos antes de despertarlo, lentamente se dio vuelta pero lo que vio no era lo que esperaba ver, de hecho esta contemplando su peor pesadilla.
Candy reposaba desnuda sobre el pecho de Terry, con sus rizos rubios cayendo desordenadamente sobre su espalda, Terry tenia una de sus manos sobre uno de los glúteos de Candy sobre la sabana que cubría su desnudes mientras que su otra mano reposaba sobre su espalda, era simplemente una pesadilla tener que verlos en esa situación pero sin lugar a dudas lo peor era contemplar la expresión del rostro de Terry mientras sostenía a Candy en sus brazos.
Su corazón se había paralizado completamente, estaba petrificada, simplemente no podía creer lo que veía se negaba a creerlo, pero por mas que cerraba y abría los ojos una y otra vez la imagen que tenia enfrente no desaparecía, su corazón se había fracturado nunca había sentido un dolor tan agudo y unas ansias locas por sacar a rastras a Candy de la cama de Terry pero no podía moverse, solo podía sentir como se derramaban saladas y amargas lagrimas de sus ojos, no podía contener los sollozos por lo que sin voltear atrás salió corriendo.
Continuara.
Próximo capitulo …
*tu no sabes que tanto de Carlos baute.
viernes, 11 de febrero de 2011
cap 27 se mia
Capitulo 27 se mía
-ya es tarde es mejor que volvamos a casa.
-si, ya sea hecho bastante tarde
En eso el estomago de Candy se retorció de hambre, cosa que a Terry le resulto divertido, paso su mano por su estomago y le susurro al oído.
-y al parecer estas hambrienta pequeña pecosa
-Terry eres imposible.- diciendo esto candy le dio un pequeño manotazo al sentir su mano sobre su torso mientras se sonrojaba furiosamente.
-jajajajajaja.
Terry estaba contento de hacer que Candy recuperara su sonrisa, le había partido el corazón verla llorar esta mañana, pero ahora al tenerla tan cerca mientras cabalgaban por el bosque de regreso a la mansión descansando su cuerpo sobre su pecho, sentía su corazón se acompasaba al mismo ritmo que el de candy, con cada bocanada de aire entraba en sus pulmones se llenaba de paz y un sentimiento embriagador, estaba mas a unido a ella de lo que jamás había estado, solo esperaba que este lazo que parecía unirlos fuera lo suficientemente fuerte para que ella se quedara para siempre.
Candy y Terry regresaron a la mansión después de haber cabalgado toda la tarde, aun podían sentir las manos de Candy aferrándose a su pecho, sabia que había sido rudo pero no lo lamentaba ya que había logrado que Candy se olvidara del sufrimientos que apesadumbraban su corazón, en cuanto llegaron, Terry la ayudo a descender del caballo tomandola por la cintura, ella poso su brazos sobre los hombros de él y Terry noto una pequeña herida en el antebrazo de Candy.
-perdóname, fui muy rudo contigo hace un momento, pero no me arrepiento.
-no hay nada que perdonar.-dijo mientras se encogía de hombros
-!estas herida!.
-oh no es nada.
-pero sangras.- diciendo esto Terry envolvió la herida de Candy en un pañuelo.
-mmm huele bien.- acercándose a su rostro el brazo herido mientras aspiraba el aroma que expedía el pañuelo.
-será mejor que vayamos al comedor antes que empieces a comerte todo lo que tengas enfrente.
-grosero.
-bien vamos.- diciendo esto Terry la toma de la mano y arrastrándola a la cocina donde el, haciendo gala de sus modales y tácticas de seducción, fungió como mesero de candy.
-bien señorita, tome asiento.
-desea tomar un aperitivo, tal vez una copa de vino o algo mas?
Terry no espero respuesta de Candy y le sirvió una copa de vino y se la coloco enfrente, Candy no sabia que hacer nunca antes había bebido, pero la mirada de Terry era tan penetrante que ella tomo un sorbo para desviar su atención, Terry se dirigió a la cocina para después regresar con un gran tazón de sopa de zanahoria que coloco enfrente de Candy.
-Terry es demasiada sopa….
-quien te dijo que es toda para usted señorita pecas.
Terry se sentó a lado de ella, tomo la servilleta de candy poniéndosela en el regazo, tomo una cuchara y empezó a dar de comer a Candy en la boca, y ella tomo otra cuchara e hizo lo mismo con Terry, era extraño pero en momentos como estos, los rodeaba una burbuja en la que el mundo desaparecía y solo estaban ellos.
La comida transcurrió de la misma forma, comieron ternera asada con algunos vegetales y de postre budín de chocolate, acompañados de casi dos botellas de vino, para Terry fue como tomar agua pero para candy que en su tercer copa ya empezaba reírse de cualquier cosa, sus mejillas estaban sonrosadas, fue demasiado.
Terry estaba divertidísimo de ver a Candy tan desinhibida, bromeando y riendo abiertamente, se veía tan hermosa con las mejillas tan rojas, los ojos tan abiertos, estaba tan asombrado de sus reacciones, no esperaba que esta se sentara en su regazo, lo abrazara del cuello y le hablara muy cerca.
-ya te dije hip…. que te hip…. ves muy hip…. hip guapo hoy.
-parece que no.
-pues te hip… te lo digo hip….. Te ves muy hip…. Guapo.
Sin decir mas Candy se acerco y lo beso, Terry le sigo el juego con buen agrado, no todos los días Candy se emborrachaba y se arrojaba en sus brazos, así que siguió besando esos labios que estaban rojos por el vino y saboreo en ellos el sabor del vino, poco a poco el beso fue subiendo de tono, Candy se aferro a el, paso sus manos por su cabello, entrelazando cada mechón entre sus dedos, se sentía tan sedoso y suave, se ahogo en el azul de sus ojos hasta que le falto el aliento, mientras Terry paseaba sus manos por su espalda, arriba y abajo una y otra vez, estrechándola mas a su cuerpo, ese beso lo estaba llevando al éxtasis y debía detenerse ahora, antes que llegara aun punto sin retorno, así que a regañadientes se separo de ella.
-te amo Terry.- fue un breve y corto suspiro que salió de los labios de Candy al separarse, para después posar su cabeza en el pecho de Terry.
Terry se quedo paralizado, no sabia que hacer, no esperaba una declaración en aquel momento pero sin embargo hacia que el corazón se le inflara como un globo tan grande que parecía estallarle en el pecho, la estrecho contra su pecho y resistió su impulso que subir con ella en brazos a la recamara y hacerla suya, la deseaba como nunca antes había deseado a una mujer y por lo mismo deseaba que ella fuera consiente del momento en que sus cuerpos se unieran para siempre.
-yo también te amo pecosa.- fue la respuesta de Terry, tomando la barbilla de candy y alzando su rostro para decírselo a los ojos, pero Candy se estaba quedando dormida.
Sin decir más Terry tomo a Candy entre sus brazos y la llevo a su recamara, ya era mas de las seis seguramente dormiría toda la noche, pidió ayuda a Ruth para desvestir a Candy y ponerle un camisón, temía que si lo hacia el solo no podría contenerse y terminaría por poseerla.
Terry paso la mayor parte de la noche velando el sueño de Terry, estaba tan feliz que el gozo no le cabía en el cuerpo, estaba tan emocionado y lleno de energía que le era imposible dormir con ella a su lado, así que se levanto y tomo su libro de romeo y Julieta, pero solo pudo leer dos actos ya que poco después el sueño lo venció.
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Sentía que un martillo le partía la cabeza en dos, sentía un poco revuelto el estomago y la luz del sol le hería los ojos, sin lugar a dudas no era una buena mañana para Candy, poco a poco abrió los ojos y giro sobre la cama tratando de huir del sol, hasta que llego al otro extremo de la cama y en la mesa de noche encontró una nota dirigida a ella con una elegante caligrafía que decía:
Abrió los ojos de golpe al leer la ultima parte, se le hizo un nudo en la garganta, no sabia que hacer y sobre todo no recordaba que había pasado ayer, se temió lo peor de ella y Terry, observo con cuidado la cama buscando una prueba, una señal que le digiera si habían consumado el matrimonio o no, pero no encontró nada, se levanto y corrió al baño, se desnudo y busco en su ropa interior y en su cuerpo algo, pero no encontró nada, estaba limpia y se sentía limpia, con un poco mas de calma lleno la bañera, y permitió que el agua caliente clarificara un poco sus recuerdos de la noche pasada, pero solo logro que empeorara su dolor de cabeza, así que molesta salió de la bañera y se arreglo sola, necesitaba estar sola, se atavió en un vestido de seda rosa, debido a que le dolía la cabeza dejo sus rizos libres, tomo las pastillas que había dejado Terry junto con la jarra entera de agua que había en la mesa, no entendía por que pero estaba sedienta y hambrienta, así que con pasos lentos se dirigió al comedor.
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Terry despertó muy temprano, se regalo los primeros minutos de un hermoso día a contemplar a Candy, dormia a su lado, sin lugar a dudas, le gustaba lo que veía y esperaba verlo por el resto de sus días, esperaba decirle hoy que porque no se mudaba a su habitación, eran tanto sus deseo por ella que decidió mejor darse una ducha con agua fría y salir a cabalgar un poco.
Terry lleno la bañera y se sumergió en ella, haciendo que flotara en ella los recuerdos de la tarde anterior, cuando candy le dijo que lo amaba, sin lugar a dudas estaba tan feliz que gustoso lo gritaría a los cuatro vientos, ahora solo debía esperar que ella se lo digiera cuando estaba en sus cinco sentidos, de pronto un temor le sobrecogió y si ella no tenia el valor para hacerlo? Pero luego sonrió de tal manera que derretiría un glacial, si ese era el caso, sabia como hacer para que ella se lo gritara a todo pulmón.
Salió de la bañera y se enfundo en su traje de montar, aun era temprano y seguramente candy dormiría hasta mas de las diez además que despertaría con un dolor de cabeza intenso, por lo que decidió dejarle una nota y dos aspirinas, que la ayudarían a lidiar con el dolor de cabeza cuando despertara, escribió una nota breve pero antes de ponerla sobre la mesa, le cruzo una idea por la cabeza y así que escribió una par de palabras mas y salió de la habitación con una gran sonrisa en el rostro, saludando a cuanta persona se encontró a su paso cuando se dirigía a los establos.
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Cuando estaba a punto de entrar en el comedor, Ruth le dijo.
-el señor Grandchester la espera en jardín para desayunar.
Candy asintió con la cabeza, pero se quedo paralizada un momento considerando la idea de saltarse el desayuno para no ver a Terry, no sabía cómo afrontarlo, pero su estomago gruño en respuesta, con un suspiro y mas sonrojada que un tomate se dirigió al jardín, en cuanto llego, Terry se puso de pie y la recibió con un beso en el dorso de su mano, la ayudo a sentarse y le regalo una sonrisa que hizo que su corazón se detuviera por un segundo.
Candy no sabia que decir, era extraño para ella no saber como actuar pero sin embargo no se sentía incomoda, Terry siempre encontraba la manera de hacerla sentir cómoda cuando estaba a su lado.
-que es esto, guaj se ve horrible.- dijo Candy al contemplar un vaso con lo que parecía ser jugo de tomate, odiaba el jugo de tomate.
-es un levanta muertos, y por tu cara lo necesitas.- Terry tomo el vaso y se lo acerco a los labios para que bebiera pero candy continuaba con los labios cerrados y con expresión de disgusto ante su desayuno.
-bien vamos abre la boca, abre la boca pequeña Candy.- pero Candy seguía reacia a tomar el jugo.
-entonces no te diré lo que haremos hoy.- dejo el vaso frente a ella con un expresión ligeramente molesta pero que después cambio por una sonrisa triunfante cuando ella puso los ojos en blanco, contuvo el aliento y tomo de un solo trago el jugo de tomate.
-bien ya me lo tome, dime que es lo que haremos hoy.
-supongo que nada aun no lo he pensado.- dio Terry con expresión inocente y encogiéndose de hombros.
-Terry Grandchester me haces enfurecer.- dijo candy con la ganas de estrangularlo por haberla engañado de esa manera.
Pero no pudo hacerlo ya que en ese momento apareció Ruth con su desayuno que era un Café bien cargado, huevos con tocino y un poco de fruta.
-jajajaja vamos pecosa no me mires de esa manera y toma tu desayuno.
Candy frunció el seño levemente en señal de protesta pero tomo su desayuno, cuando probo el café casi lo escupe por la nariz, estaba demasiado cargado para su gusto además de que casi nunca bebía café, Terry se reía a carcajadas de ella, no podía evitarlo había sido divertidísimo ver la expresión de Candy cuando probo el café, sin soportarlo mas Candy se hecho sobre Terry con la intensión de golpearlo, debía hacerlo, sentía que las manos le hormigueaban, debía darle su merecido, esta mas que molesta estaba furiosa, pero Terry parecía más divertido de su reacción que en un santiamén la tomo de la cintura y la sentó en su regazo aprisionándola con sus brazos contra su pecho.
-no te soltare hasta que me digas que me amas pecosa como lo hiciste ayer-
-Que hice que?-
-oh no lo recuerdas bueno que te parece si te refresco un poco la memoria, veamos que me dijiste primero mmm ah ya recuerdo primero me dijiste que me veía muy apuesto y luego hiciste esto.
Sin decir mas la beso de la misma manera en que lo habían hecho ayer, la provoco, la hizo rendirse ante ese beso que la desarmo por completo, y que le quito la poca cordura que tenia, cada vez el beso era mas demandante, mas urgente, Candy se entrego a ese beso cargado de pasión y deseo que le quemaba en cada roce y a la vez parecía saciar tantas sensaciones en su interior, respondió al beso de Terry y a las caricias de su lengua, poso sus manos en el pecho de Terry aferrándose de su camisa ya que parecía estar a punto de caer de un precipicio y caer en un mundo que le era desconocido, poco a poco Terry se separo de ella, estaba tentando demasiado a su autocontrol y cada vez le resultaba más difícil controlarse, Terry la abrazo contra su pecho y le susurro al oído.
-te amo señorita pecas.
Candy se quedo muda ante la declaración de Terry, mientras que en su pecho sentía estallar una emoción tan placentera que hacía que su corazón girara en un torbellino de felicidad que jamás había experimentado, no era la primera veza que alguien le decía que la amaba pero nunca la había inundado un sentimiento tan poderoso, cargado de tanta felicidad y embargándola de un inmenso deseo de ser capaz de responder a esa declaración y una breve confesión se ahogo en su garganta por el miedo de sentirse capaz de responder a ese amor de la misma manera, eso era algo que no esperaba por lo que dudo por un momento de los genuinos de sus sentimientos que termino solo emitiendo pequeñas palabras, que al parecer no tenían ningún sentido
-yo… ehhh …. Mmm ….. no, si, no pero…..
Todo esto provoco la risa de Terry, sabía muy bien lo que hacía, la presionaba un poco para que ella enfrentara sus sentimientos y reconociera lo que sentía por él, como lo había hecho con unas copas encima, pero sabía que era normal que ella tuviera dudas después de todo su matrimonio no había tenido un buen comienzo, así que debía tener paciencia, paciencia se repetía una y otra vez así mismo, aunque cada vez le resultaba más difícil, pero sabía que bien valía la pena el esfuerzo y la espera.
-calma Candy, vamos no te preocupes mas, además de que yo se que pronto me lo dirás, soy irresistible y pronto te darás cuenta.
-pretencioso.
-y tu una cobarde que necesita una copa de vino para enfrentar sus sentimientos, ya sabes los borrachos y los niños siempre dicen la verdad.
Candy miro con ojos desorbitados a Terry por su comentario.
-vamos no me mires así, termina tu desayuno y que tal si retomamos tu clases de medicina, que dices Candy?- dijo Terry mirando a Candy tiernamente mientras pasaba sus dedos sobre su mejilla.
Candy estaba sorprendida no esperaba que Terry mostrara tenerle tanta paciencia, confundida por su propios sentimientos, sonrojada por el beso y las caricias de Terry se levanto y regreso a su asiento para terminar con su desayuno.
Después de terminar desayunar en silencio se dirigieron al despacho donde Terry retomaría las clases de medicina de Candy.
Candy tenía entre sus manos un libro de anatomía, observa los bocetos y esquemas del cuerpo humano mientras prestaba atención a la explicación de Terry, señalándole cada hueso tanto en el libro como en sus propios cuerpos.
Los ojos de Candy se abrieron como platos al encontrar un dibujo de un hombre desnudo, sin quererlo su mente la traiciono al recordar la imagen Terry desnudo frente a ella, se sonrojo furiosamente y cerró el libro y se puso de pie tratando de deshacer la imagen que tenia.
Terry estaba asombrado por la reacción de candy al ver un bostezo de un hombre desnudo, dedujo que tal vez nunca había visto un hombre desnudo, conteniendo una carcajada le pregunto a Candy.
-que ocurre Candy, por que estas tan apenada.
-oh nada, nada es que hace demasiado calor aquí dentro.- dijo acercándose a la ventana para abrirla y permitir que entrara un poco de aire.
-supongo que es eso, o es que nunca has visto a un hombre desnudo porque si es eso podemos arreglarlo ahora mismo.
Candy abrió la boca pero no pudo emitir ninguna palabra, pero la temperatura del cuerpo y rubor le subió salvajemente.
-parece que hace un día hermoso, vamos a dar un paseo es una pena desperdiciar el día estando aquí encerrados.
Terry tomo la mano de Candy y se dirigió a las caballerizas, tomo a su yegua Teodora y un caballo marón de nombre Ponyflash para Candy, con paso lento pero seguro se adentraron en el bosque para dar un paseo mientras disfrutaban lo rayos del sol, el trino de las aves y la compañía mutua.
A Candy le sentó bien el aire ya que despejo su mente el recuerdo del cuerpo desnudo de Terry mientras que el viento despeinaba su cabello. Cabalgaron a largo del rio hasta que llegaron a un gran árbol, Terry se detuvo y bajo del caballo y ayudo a Candy hacerlo mismo.
-te propongo algo pecosa
-que es lo que quieres Terry?- Candy miro con precaución a Terry siempre tenía ideas locas así que estaba a la expectativa de lo que iba decirle.
Terry se acerco a ella como un león arrinconando a su presa, la cerco contra el troco del árbol y su cuerpo y con la voz algo enronquecida le dijo.
-hagamos una competencia Candy, quien logre llegar a la cima del árbol primero gana.
-pero que es lo que ganare.
-vaya así que crees que puedes ganarme, eso ya lo veremos pecosa.
-bueno ya veremos pero dime cual es el premio.
-que tal si el que pierda será esclavo del que gane.
-me parece bien, prepárate por que será mi esclavo Terry.-
-que acaso puedo estar más esclavizado a ti pecosa.- se dijo a si mismo Terry.
Y sin hacer mas ambos empezaron a trepar el árbol, para candy fue fácil, tomo la delantera pero Terry que en un principio le pisaba los talones, al ir asciendo cada vez le fue más difícil trepar por el árbol, ya que cada vez había menos espacio, por lo que se quedo rezagado. Candy al ver que Terry se había rezagado comenzó a disminuir la velocidad con la trepaba y se obsequio unos minutos a observar la maravillosa vista, continuo ascendiendo, estaba segura de haber ganado, estaba por llegar a la cima cuando una mano la ayudo a terminar su ascenso.
-¡gracias¡…. !Que ¡como llegaste hasta aquí, antes que yo.
-trepando de que otra manera, no tengo alas, parece que te gane mona pecas.
-no, hiciste trampa, eres un tramposo.
-y tu mala perdedora, pero te gane y ahora es hora que pagues.
-revancha, quiero la revancha Terry.
-de acuerdo el primer en llegar al piso gana.
Pero Candy ya había comenzado a descender sin darle oportunidad de decir nada.
-¡menuda tramposa!
Candy le sonrió coquetamente y después le saco la lengua mientras seguía descendiendo por el tronco del árbol.
Continuaron descendiendo por el árbol hasta que ambos coincidieron en una rama, que no soportoel peso de ambos por lo que cayeron del árbol, Terry no pudo hacer nada por tratar de sostenerse de otra rama por lo que fue a dar un charco de lodo que estaba a un lado del árbol, Candy por su parte había logrado sostenerse con los brazos de otra rama, al ver a Terry aterrizar en el charco de lodo Candy se reía pero poco le duro el gusto ya que la rama de la cual estaba colgada termino por romperse y aterrizo sobre Terry.
Terry no había podido hacer nada por ella solo escucharla gritar al sentir que la rama se rompía todo había sido tan rápido que no había tenido tiempo ni siquiera de moverse se había quedado ahí tirado amortiguando la caída de Candy con su propio cuerpo, por lo que él se había llevado la mayor parte del golpe, pero lo prefería mil veces antes de que Candy se lastimara.
-Terry, Terry estas bien, donde estas?- Candy seguía sobre Terry no se había dado cuenta que estaba sobre él.
-aquí debajo visitando a las hormigas y tú?- digo Terry mientras escupía el lodo que le había entrado en la boca
-ohh Terry que haces ahí, vamos levántate.
-lo haría pecosa sino estuvieras sobre mi espalda.- cuando Terry lo dijo haciendo notar a Candy por primera vez en la posición en la que se encontraban, por lo que Candy trato de levantarse pero el lodo y el largo del vestido se lo dificulto haciéndola caer a un lado de Terry.
-tal parece que querías conocer a las hormigas Candy, si era asi me lo hubieras dicho y te habría ayudado.- diciendo esto Terry acerco su mano cubierta de lodo al rostro de candy embadurnándole todo el rostro de lodo.
Candy estaba furiosa por lo sé apresuro a introducir sus manos en lodo y se coloco sobre el manchándolo todo de lodo, Terry sujeto sus manos suavemente mientras trataba de quitarse de encima a Candy mientras se reía a carcajadas de ella.
-ya verás mocoso malcriado, me las pagaras.
-toda llena de lodo realmente pareces una mona pecosa.
-eres un atrevido, te borrare esa sonrisa ya veraz.
-jajajajaja.
Cansada Candy se dio por vencida y se desplomo sobre el lodo al lado de Terry, había agotador subir y bajar el árbol y su pequeña lucha en el lodo había sido muy emocionante pero también muy agotador, trataba de recuperar el aliento cuando sin previo aviso comenzó a llover a Cantaros.
sin lugar donde refugiarse de la lluvia Candy y Terry se levantaron deprisa y subieron a los caballos y emprendieron la marcha de regreso a la mansión, no estaban muy lejos pero la lluvia y el viento les impedía ver a donde se dirigían por lo que a mitad del camino Terry bajo de su caballo y subió al de Candy, ato las riendas al caballo.
-es mejor así, llueve demasiado y podrías perderte o caer del caballo.
Candy no dijo nada pero sintió más segura protegida por Terry y se sentía menos el frio de su ropa mojada y sucia, después de una cabalgata a toda galope llegaron a la mansión donde Peter salió a su encuentro tomando los caballos mientras que Terry y Candy entraban a la mansión para refugiarse de la lluvia.
Terry tomo la mano de Candy corrió con ella con dirección hacia la alcoba y cerrando la puerta después de que entraron, Candy se sorprendió un poco pensó que tal vez sería mejor salir e ir a su habitación para permitir que Terry se duchara y se cambiara cómodamente pero Terry pareció leer sus pensamientos y le dijo.
-es preferible solo ensuciar una habitación, no hagamos trabajar de mas Ruth no lo crees?
-supongo.- dijo Candy no muy convencida del argumento de Terry.
-además que eres un perdedora y eres mi esclava, recuerdas.
Candy hizo un puchero, inflo las mejillas, puso los brazos en jarras y le dijo a Terry.
-que quieres que haga, que limpie tus zapatos, que limpie tu habitación, que es Terry.-
Eso era lo que ella suponía que sería ser su esclava ya que en una apuesta que había hecho con Albert y había perdido esa eran las clases de tareas que realizaba, no lo que no sabía era que Terry jugaba en las grandes ligas y sin lugar a dudas tenía en mente cosas más atrevidas.
-ya veremos más tarde por lo pronto debes ducharte antes de que pesques un resfriado.-
A medida de decía esto Terry se iba despojando de la ropa mojada y sucia que llevaba hasta solo quedar en calzoncillos ante los ojos incrédulos de Candy que tenia la boca abierta y estaba tan ruborizada que sus pecas parecían pequeñas luces parpadeantes en su rostro, Terry consiente de la mirada de Candy sobre el trato de mantener la calma y con movimientos sinuosos y seductores recorrió la habitación en busca de su bata mientras Candy no le quitaba la vista de encima.
-Candy, Candy me oyes, debes ducharte.
-y tu no vas a ducharte.- dijo Candy con una voz tan queda que pensó que Terry no la había oído.
Estaba absorta en el cuerpo de Terry sin lugar a dudas su memoria no le había hecho justicia al recordarlo esta mañana, no podía quitarle la vista de encima, aquello era magnético, podía ver cada vena que recorría cada musculoso de su bien y perfecta anatomía, se pregunto cómo se sentirá su piel desnuda sobre la suya, Candy se sonrojo aun mas por lo descabellada idea y la sensación que le recorrió todo el cuerpo.
-que quieres que me compartamos la ducha Candy?.- Terry enarco una ceja y se le acerco de manera provocativa, la idea claramente le gustaba pero no quería asustar a Candy.
-ohh no.- sin decir más Candy se dirigió al baño con la vista en el suelo, no podía mirarlo a la cara por que sin lugar a dudas, la idea le parecía emocionante pero a la vez sentía que era impropia.
En el baño Candy se deshizo de la ropa sucia y introdujo en un tina humeante de agua caliente y poco a poco se permitió rememorar los sucesos de los últimos días por que sin lugar a dudas algo había cambiado, tenia tantos sentimientos tantas sensaciones que no sabía por dónde empezar, tal vez lo mejor era empezar por qué o quién más bien era el causante de todo aquello.
-Terry.- dijo su nombre en un breve susurro.
Esta mañana cuando Terry le había dicho que la amaba, se lleno de un sentimiento tan puro y cálido que jamás había sentido, cuando Anthony le decía que la amaba nunca sintió un sentimiento tan profundo como lo había hecho esta mañana y sobre todo estaba el inmenso deseo de decirle que ella también lo amaba, si estaba segura de algo era de lo sincero que había sido Terry al decírselo esta mañana y eso era lo que la apesadumbraba, sabía que tenía un cariño hacia Terry pero no creía que se hubiera enamorado de el tan rápido, no había podía olvidar a Anthony tan pronto, no cuando ella misma estaba segura de haberlo amado tanto o sí? era tanto sus dudas pero parecía ser que Terry no opinaba lo mismo ya que él le había dicho que ella misma pronto se lo diría, cansada de navegar en sus pensamientos y sentimientos salió de la bañera, pero no encontró ninguna toalla al vista por lo que llamo a Terry o a Ruth.
-Terry?
-Terry?
-Ruth?
-Ruth?
Pero no había respuesta, cansada de esperar y tiritar de frio se encamino a la habitación, mirando por la puerta antes de salir desnuda, no parecía haber nadie, por lo que salió y se envolvió con una pequeña toalla que solamente le cubría su torso dejando su hombros denudos al igual que sus largas y bien torneas piernas, estaba por regresar al baño cuando una mano, la tomo por el brazo y detuvo su avance.
Candy lentamente levanto la vista para encontrarse con un par de zafiros que la miraban cargados de deseo y amor, sin darle tiempo de nada Terry la estrecho contra su torso desnudo y le susurro al oído.
-se mía.
Continuara…..
Próximo capitulo perfección.
-ya es tarde es mejor que volvamos a casa.
-si, ya sea hecho bastante tarde
En eso el estomago de Candy se retorció de hambre, cosa que a Terry le resulto divertido, paso su mano por su estomago y le susurro al oído.
-y al parecer estas hambrienta pequeña pecosa
-Terry eres imposible.- diciendo esto candy le dio un pequeño manotazo al sentir su mano sobre su torso mientras se sonrojaba furiosamente.
-jajajajajaja.
Terry estaba contento de hacer que Candy recuperara su sonrisa, le había partido el corazón verla llorar esta mañana, pero ahora al tenerla tan cerca mientras cabalgaban por el bosque de regreso a la mansión descansando su cuerpo sobre su pecho, sentía su corazón se acompasaba al mismo ritmo que el de candy, con cada bocanada de aire entraba en sus pulmones se llenaba de paz y un sentimiento embriagador, estaba mas a unido a ella de lo que jamás había estado, solo esperaba que este lazo que parecía unirlos fuera lo suficientemente fuerte para que ella se quedara para siempre.
Candy y Terry regresaron a la mansión después de haber cabalgado toda la tarde, aun podían sentir las manos de Candy aferrándose a su pecho, sabia que había sido rudo pero no lo lamentaba ya que había logrado que Candy se olvidara del sufrimientos que apesadumbraban su corazón, en cuanto llegaron, Terry la ayudo a descender del caballo tomandola por la cintura, ella poso su brazos sobre los hombros de él y Terry noto una pequeña herida en el antebrazo de Candy.
-perdóname, fui muy rudo contigo hace un momento, pero no me arrepiento.
-no hay nada que perdonar.-dijo mientras se encogía de hombros
-!estas herida!.
-oh no es nada.
-pero sangras.- diciendo esto Terry envolvió la herida de Candy en un pañuelo.
-mmm huele bien.- acercándose a su rostro el brazo herido mientras aspiraba el aroma que expedía el pañuelo.
-será mejor que vayamos al comedor antes que empieces a comerte todo lo que tengas enfrente.
-grosero.
-bien vamos.- diciendo esto Terry la toma de la mano y arrastrándola a la cocina donde el, haciendo gala de sus modales y tácticas de seducción, fungió como mesero de candy.
-bien señorita, tome asiento.
-desea tomar un aperitivo, tal vez una copa de vino o algo mas?
Terry no espero respuesta de Candy y le sirvió una copa de vino y se la coloco enfrente, Candy no sabia que hacer nunca antes había bebido, pero la mirada de Terry era tan penetrante que ella tomo un sorbo para desviar su atención, Terry se dirigió a la cocina para después regresar con un gran tazón de sopa de zanahoria que coloco enfrente de Candy.
-Terry es demasiada sopa….
-quien te dijo que es toda para usted señorita pecas.
Terry se sentó a lado de ella, tomo la servilleta de candy poniéndosela en el regazo, tomo una cuchara y empezó a dar de comer a Candy en la boca, y ella tomo otra cuchara e hizo lo mismo con Terry, era extraño pero en momentos como estos, los rodeaba una burbuja en la que el mundo desaparecía y solo estaban ellos.
La comida transcurrió de la misma forma, comieron ternera asada con algunos vegetales y de postre budín de chocolate, acompañados de casi dos botellas de vino, para Terry fue como tomar agua pero para candy que en su tercer copa ya empezaba reírse de cualquier cosa, sus mejillas estaban sonrosadas, fue demasiado.
Terry estaba divertidísimo de ver a Candy tan desinhibida, bromeando y riendo abiertamente, se veía tan hermosa con las mejillas tan rojas, los ojos tan abiertos, estaba tan asombrado de sus reacciones, no esperaba que esta se sentara en su regazo, lo abrazara del cuello y le hablara muy cerca.
-ya te dije hip…. que te hip…. ves muy hip…. hip guapo hoy.
-parece que no.
-pues te hip… te lo digo hip….. Te ves muy hip…. Guapo.
Sin decir mas Candy se acerco y lo beso, Terry le sigo el juego con buen agrado, no todos los días Candy se emborrachaba y se arrojaba en sus brazos, así que siguió besando esos labios que estaban rojos por el vino y saboreo en ellos el sabor del vino, poco a poco el beso fue subiendo de tono, Candy se aferro a el, paso sus manos por su cabello, entrelazando cada mechón entre sus dedos, se sentía tan sedoso y suave, se ahogo en el azul de sus ojos hasta que le falto el aliento, mientras Terry paseaba sus manos por su espalda, arriba y abajo una y otra vez, estrechándola mas a su cuerpo, ese beso lo estaba llevando al éxtasis y debía detenerse ahora, antes que llegara aun punto sin retorno, así que a regañadientes se separo de ella.
-te amo Terry.- fue un breve y corto suspiro que salió de los labios de Candy al separarse, para después posar su cabeza en el pecho de Terry.
Terry se quedo paralizado, no sabia que hacer, no esperaba una declaración en aquel momento pero sin embargo hacia que el corazón se le inflara como un globo tan grande que parecía estallarle en el pecho, la estrecho contra su pecho y resistió su impulso que subir con ella en brazos a la recamara y hacerla suya, la deseaba como nunca antes había deseado a una mujer y por lo mismo deseaba que ella fuera consiente del momento en que sus cuerpos se unieran para siempre.
-yo también te amo pecosa.- fue la respuesta de Terry, tomando la barbilla de candy y alzando su rostro para decírselo a los ojos, pero Candy se estaba quedando dormida.
Sin decir más Terry tomo a Candy entre sus brazos y la llevo a su recamara, ya era mas de las seis seguramente dormiría toda la noche, pidió ayuda a Ruth para desvestir a Candy y ponerle un camisón, temía que si lo hacia el solo no podría contenerse y terminaría por poseerla.
Terry paso la mayor parte de la noche velando el sueño de Terry, estaba tan feliz que el gozo no le cabía en el cuerpo, estaba tan emocionado y lleno de energía que le era imposible dormir con ella a su lado, así que se levanto y tomo su libro de romeo y Julieta, pero solo pudo leer dos actos ya que poco después el sueño lo venció.
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Sentía que un martillo le partía la cabeza en dos, sentía un poco revuelto el estomago y la luz del sol le hería los ojos, sin lugar a dudas no era una buena mañana para Candy, poco a poco abrió los ojos y giro sobre la cama tratando de huir del sol, hasta que llego al otro extremo de la cama y en la mesa de noche encontró una nota dirigida a ella con una elegante caligrafía que decía:
Tarzan pecoso:
Supongo que has de tener jaqueca después de haber haberte
Bebido toda la botella de vino, toma las dos pastillas, toma un
baño y baja a desayunar, te espero.
Psd. Te amo
Terry Grandchester.
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Terry despertó muy temprano, se regalo los primeros minutos de un hermoso día a contemplar a Candy, dormia a su lado, sin lugar a dudas, le gustaba lo que veía y esperaba verlo por el resto de sus días, esperaba decirle hoy que porque no se mudaba a su habitación, eran tanto sus deseo por ella que decidió mejor darse una ducha con agua fría y salir a cabalgar un poco.
Terry lleno la bañera y se sumergió en ella, haciendo que flotara en ella los recuerdos de la tarde anterior, cuando candy le dijo que lo amaba, sin lugar a dudas estaba tan feliz que gustoso lo gritaría a los cuatro vientos, ahora solo debía esperar que ella se lo digiera cuando estaba en sus cinco sentidos, de pronto un temor le sobrecogió y si ella no tenia el valor para hacerlo? Pero luego sonrió de tal manera que derretiría un glacial, si ese era el caso, sabia como hacer para que ella se lo gritara a todo pulmón.
Salió de la bañera y se enfundo en su traje de montar, aun era temprano y seguramente candy dormiría hasta mas de las diez además que despertaría con un dolor de cabeza intenso, por lo que decidió dejarle una nota y dos aspirinas, que la ayudarían a lidiar con el dolor de cabeza cuando despertara, escribió una nota breve pero antes de ponerla sobre la mesa, le cruzo una idea por la cabeza y así que escribió una par de palabras mas y salió de la habitación con una gran sonrisa en el rostro, saludando a cuanta persona se encontró a su paso cuando se dirigía a los establos.
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Cuando estaba a punto de entrar en el comedor, Ruth le dijo.
-el señor Grandchester la espera en jardín para desayunar.
Candy asintió con la cabeza, pero se quedo paralizada un momento considerando la idea de saltarse el desayuno para no ver a Terry, no sabía cómo afrontarlo, pero su estomago gruño en respuesta, con un suspiro y mas sonrojada que un tomate se dirigió al jardín, en cuanto llego, Terry se puso de pie y la recibió con un beso en el dorso de su mano, la ayudo a sentarse y le regalo una sonrisa que hizo que su corazón se detuviera por un segundo.
Candy no sabia que decir, era extraño para ella no saber como actuar pero sin embargo no se sentía incomoda, Terry siempre encontraba la manera de hacerla sentir cómoda cuando estaba a su lado.
-que es esto, guaj se ve horrible.- dijo Candy al contemplar un vaso con lo que parecía ser jugo de tomate, odiaba el jugo de tomate.
-es un levanta muertos, y por tu cara lo necesitas.- Terry tomo el vaso y se lo acerco a los labios para que bebiera pero candy continuaba con los labios cerrados y con expresión de disgusto ante su desayuno.
-bien vamos abre la boca, abre la boca pequeña Candy.- pero Candy seguía reacia a tomar el jugo.
-entonces no te diré lo que haremos hoy.- dejo el vaso frente a ella con un expresión ligeramente molesta pero que después cambio por una sonrisa triunfante cuando ella puso los ojos en blanco, contuvo el aliento y tomo de un solo trago el jugo de tomate.
-bien ya me lo tome, dime que es lo que haremos hoy.
-supongo que nada aun no lo he pensado.- dio Terry con expresión inocente y encogiéndose de hombros.
-Terry Grandchester me haces enfurecer.- dijo candy con la ganas de estrangularlo por haberla engañado de esa manera.
Pero no pudo hacerlo ya que en ese momento apareció Ruth con su desayuno que era un Café bien cargado, huevos con tocino y un poco de fruta.
-jajajaja vamos pecosa no me mires de esa manera y toma tu desayuno.
Candy frunció el seño levemente en señal de protesta pero tomo su desayuno, cuando probo el café casi lo escupe por la nariz, estaba demasiado cargado para su gusto además de que casi nunca bebía café, Terry se reía a carcajadas de ella, no podía evitarlo había sido divertidísimo ver la expresión de Candy cuando probo el café, sin soportarlo mas Candy se hecho sobre Terry con la intensión de golpearlo, debía hacerlo, sentía que las manos le hormigueaban, debía darle su merecido, esta mas que molesta estaba furiosa, pero Terry parecía más divertido de su reacción que en un santiamén la tomo de la cintura y la sentó en su regazo aprisionándola con sus brazos contra su pecho.
-no te soltare hasta que me digas que me amas pecosa como lo hiciste ayer-
-Que hice que?-
-oh no lo recuerdas bueno que te parece si te refresco un poco la memoria, veamos que me dijiste primero mmm ah ya recuerdo primero me dijiste que me veía muy apuesto y luego hiciste esto.
Sin decir mas la beso de la misma manera en que lo habían hecho ayer, la provoco, la hizo rendirse ante ese beso que la desarmo por completo, y que le quito la poca cordura que tenia, cada vez el beso era mas demandante, mas urgente, Candy se entrego a ese beso cargado de pasión y deseo que le quemaba en cada roce y a la vez parecía saciar tantas sensaciones en su interior, respondió al beso de Terry y a las caricias de su lengua, poso sus manos en el pecho de Terry aferrándose de su camisa ya que parecía estar a punto de caer de un precipicio y caer en un mundo que le era desconocido, poco a poco Terry se separo de ella, estaba tentando demasiado a su autocontrol y cada vez le resultaba más difícil controlarse, Terry la abrazo contra su pecho y le susurro al oído.
-te amo señorita pecas.
Candy se quedo muda ante la declaración de Terry, mientras que en su pecho sentía estallar una emoción tan placentera que hacía que su corazón girara en un torbellino de felicidad que jamás había experimentado, no era la primera veza que alguien le decía que la amaba pero nunca la había inundado un sentimiento tan poderoso, cargado de tanta felicidad y embargándola de un inmenso deseo de ser capaz de responder a esa declaración y una breve confesión se ahogo en su garganta por el miedo de sentirse capaz de responder a ese amor de la misma manera, eso era algo que no esperaba por lo que dudo por un momento de los genuinos de sus sentimientos que termino solo emitiendo pequeñas palabras, que al parecer no tenían ningún sentido
-yo… ehhh …. Mmm ….. no, si, no pero…..
Todo esto provoco la risa de Terry, sabía muy bien lo que hacía, la presionaba un poco para que ella enfrentara sus sentimientos y reconociera lo que sentía por él, como lo había hecho con unas copas encima, pero sabía que era normal que ella tuviera dudas después de todo su matrimonio no había tenido un buen comienzo, así que debía tener paciencia, paciencia se repetía una y otra vez así mismo, aunque cada vez le resultaba más difícil, pero sabía que bien valía la pena el esfuerzo y la espera.
-calma Candy, vamos no te preocupes mas, además de que yo se que pronto me lo dirás, soy irresistible y pronto te darás cuenta.
-pretencioso.
-y tu una cobarde que necesita una copa de vino para enfrentar sus sentimientos, ya sabes los borrachos y los niños siempre dicen la verdad.
Candy miro con ojos desorbitados a Terry por su comentario.
-vamos no me mires así, termina tu desayuno y que tal si retomamos tu clases de medicina, que dices Candy?- dijo Terry mirando a Candy tiernamente mientras pasaba sus dedos sobre su mejilla.
Candy estaba sorprendida no esperaba que Terry mostrara tenerle tanta paciencia, confundida por su propios sentimientos, sonrojada por el beso y las caricias de Terry se levanto y regreso a su asiento para terminar con su desayuno.
Después de terminar desayunar en silencio se dirigieron al despacho donde Terry retomaría las clases de medicina de Candy.
Candy tenía entre sus manos un libro de anatomía, observa los bocetos y esquemas del cuerpo humano mientras prestaba atención a la explicación de Terry, señalándole cada hueso tanto en el libro como en sus propios cuerpos.
Los ojos de Candy se abrieron como platos al encontrar un dibujo de un hombre desnudo, sin quererlo su mente la traiciono al recordar la imagen Terry desnudo frente a ella, se sonrojo furiosamente y cerró el libro y se puso de pie tratando de deshacer la imagen que tenia.
Terry estaba asombrado por la reacción de candy al ver un bostezo de un hombre desnudo, dedujo que tal vez nunca había visto un hombre desnudo, conteniendo una carcajada le pregunto a Candy.
-que ocurre Candy, por que estas tan apenada.
-oh nada, nada es que hace demasiado calor aquí dentro.- dijo acercándose a la ventana para abrirla y permitir que entrara un poco de aire.
-supongo que es eso, o es que nunca has visto a un hombre desnudo porque si es eso podemos arreglarlo ahora mismo.
Candy abrió la boca pero no pudo emitir ninguna palabra, pero la temperatura del cuerpo y rubor le subió salvajemente.
-parece que hace un día hermoso, vamos a dar un paseo es una pena desperdiciar el día estando aquí encerrados.
Terry tomo la mano de Candy y se dirigió a las caballerizas, tomo a su yegua Teodora y un caballo marón de nombre Ponyflash para Candy, con paso lento pero seguro se adentraron en el bosque para dar un paseo mientras disfrutaban lo rayos del sol, el trino de las aves y la compañía mutua.
A Candy le sentó bien el aire ya que despejo su mente el recuerdo del cuerpo desnudo de Terry mientras que el viento despeinaba su cabello. Cabalgaron a largo del rio hasta que llegaron a un gran árbol, Terry se detuvo y bajo del caballo y ayudo a Candy hacerlo mismo.
-te propongo algo pecosa
-que es lo que quieres Terry?- Candy miro con precaución a Terry siempre tenía ideas locas así que estaba a la expectativa de lo que iba decirle.
Terry se acerco a ella como un león arrinconando a su presa, la cerco contra el troco del árbol y su cuerpo y con la voz algo enronquecida le dijo.
-hagamos una competencia Candy, quien logre llegar a la cima del árbol primero gana.
-pero que es lo que ganare.
-vaya así que crees que puedes ganarme, eso ya lo veremos pecosa.
-bueno ya veremos pero dime cual es el premio.
-que tal si el que pierda será esclavo del que gane.
-me parece bien, prepárate por que será mi esclavo Terry.-
-que acaso puedo estar más esclavizado a ti pecosa.- se dijo a si mismo Terry.
Y sin hacer mas ambos empezaron a trepar el árbol, para candy fue fácil, tomo la delantera pero Terry que en un principio le pisaba los talones, al ir asciendo cada vez le fue más difícil trepar por el árbol, ya que cada vez había menos espacio, por lo que se quedo rezagado. Candy al ver que Terry se había rezagado comenzó a disminuir la velocidad con la trepaba y se obsequio unos minutos a observar la maravillosa vista, continuo ascendiendo, estaba segura de haber ganado, estaba por llegar a la cima cuando una mano la ayudo a terminar su ascenso.
-¡gracias¡…. !Que ¡como llegaste hasta aquí, antes que yo.
-trepando de que otra manera, no tengo alas, parece que te gane mona pecas.
-no, hiciste trampa, eres un tramposo.
-y tu mala perdedora, pero te gane y ahora es hora que pagues.
-revancha, quiero la revancha Terry.
-de acuerdo el primer en llegar al piso gana.
Pero Candy ya había comenzado a descender sin darle oportunidad de decir nada.
-¡menuda tramposa!
Candy le sonrió coquetamente y después le saco la lengua mientras seguía descendiendo por el tronco del árbol.
Continuaron descendiendo por el árbol hasta que ambos coincidieron en una rama, que no soportoel peso de ambos por lo que cayeron del árbol, Terry no pudo hacer nada por tratar de sostenerse de otra rama por lo que fue a dar un charco de lodo que estaba a un lado del árbol, Candy por su parte había logrado sostenerse con los brazos de otra rama, al ver a Terry aterrizar en el charco de lodo Candy se reía pero poco le duro el gusto ya que la rama de la cual estaba colgada termino por romperse y aterrizo sobre Terry.
Terry no había podido hacer nada por ella solo escucharla gritar al sentir que la rama se rompía todo había sido tan rápido que no había tenido tiempo ni siquiera de moverse se había quedado ahí tirado amortiguando la caída de Candy con su propio cuerpo, por lo que él se había llevado la mayor parte del golpe, pero lo prefería mil veces antes de que Candy se lastimara.
-Terry, Terry estas bien, donde estas?- Candy seguía sobre Terry no se había dado cuenta que estaba sobre él.
-aquí debajo visitando a las hormigas y tú?- digo Terry mientras escupía el lodo que le había entrado en la boca
-ohh Terry que haces ahí, vamos levántate.
-lo haría pecosa sino estuvieras sobre mi espalda.- cuando Terry lo dijo haciendo notar a Candy por primera vez en la posición en la que se encontraban, por lo que Candy trato de levantarse pero el lodo y el largo del vestido se lo dificulto haciéndola caer a un lado de Terry.
-tal parece que querías conocer a las hormigas Candy, si era asi me lo hubieras dicho y te habría ayudado.- diciendo esto Terry acerco su mano cubierta de lodo al rostro de candy embadurnándole todo el rostro de lodo.
Candy estaba furiosa por lo sé apresuro a introducir sus manos en lodo y se coloco sobre el manchándolo todo de lodo, Terry sujeto sus manos suavemente mientras trataba de quitarse de encima a Candy mientras se reía a carcajadas de ella.
-ya verás mocoso malcriado, me las pagaras.
-toda llena de lodo realmente pareces una mona pecosa.
-eres un atrevido, te borrare esa sonrisa ya veraz.
-jajajajaja.
Cansada Candy se dio por vencida y se desplomo sobre el lodo al lado de Terry, había agotador subir y bajar el árbol y su pequeña lucha en el lodo había sido muy emocionante pero también muy agotador, trataba de recuperar el aliento cuando sin previo aviso comenzó a llover a Cantaros.
sin lugar donde refugiarse de la lluvia Candy y Terry se levantaron deprisa y subieron a los caballos y emprendieron la marcha de regreso a la mansión, no estaban muy lejos pero la lluvia y el viento les impedía ver a donde se dirigían por lo que a mitad del camino Terry bajo de su caballo y subió al de Candy, ato las riendas al caballo.
-es mejor así, llueve demasiado y podrías perderte o caer del caballo.
Candy no dijo nada pero sintió más segura protegida por Terry y se sentía menos el frio de su ropa mojada y sucia, después de una cabalgata a toda galope llegaron a la mansión donde Peter salió a su encuentro tomando los caballos mientras que Terry y Candy entraban a la mansión para refugiarse de la lluvia.
Terry tomo la mano de Candy corrió con ella con dirección hacia la alcoba y cerrando la puerta después de que entraron, Candy se sorprendió un poco pensó que tal vez sería mejor salir e ir a su habitación para permitir que Terry se duchara y se cambiara cómodamente pero Terry pareció leer sus pensamientos y le dijo.
-es preferible solo ensuciar una habitación, no hagamos trabajar de mas Ruth no lo crees?
-supongo.- dijo Candy no muy convencida del argumento de Terry.
-además que eres un perdedora y eres mi esclava, recuerdas.
Candy hizo un puchero, inflo las mejillas, puso los brazos en jarras y le dijo a Terry.
-que quieres que haga, que limpie tus zapatos, que limpie tu habitación, que es Terry.-
Eso era lo que ella suponía que sería ser su esclava ya que en una apuesta que había hecho con Albert y había perdido esa eran las clases de tareas que realizaba, no lo que no sabía era que Terry jugaba en las grandes ligas y sin lugar a dudas tenía en mente cosas más atrevidas.
-ya veremos más tarde por lo pronto debes ducharte antes de que pesques un resfriado.-
A medida de decía esto Terry se iba despojando de la ropa mojada y sucia que llevaba hasta solo quedar en calzoncillos ante los ojos incrédulos de Candy que tenia la boca abierta y estaba tan ruborizada que sus pecas parecían pequeñas luces parpadeantes en su rostro, Terry consiente de la mirada de Candy sobre el trato de mantener la calma y con movimientos sinuosos y seductores recorrió la habitación en busca de su bata mientras Candy no le quitaba la vista de encima.
-Candy, Candy me oyes, debes ducharte.
-y tu no vas a ducharte.- dijo Candy con una voz tan queda que pensó que Terry no la había oído.
Estaba absorta en el cuerpo de Terry sin lugar a dudas su memoria no le había hecho justicia al recordarlo esta mañana, no podía quitarle la vista de encima, aquello era magnético, podía ver cada vena que recorría cada musculoso de su bien y perfecta anatomía, se pregunto cómo se sentirá su piel desnuda sobre la suya, Candy se sonrojo aun mas por lo descabellada idea y la sensación que le recorrió todo el cuerpo.
-que quieres que me compartamos la ducha Candy?.- Terry enarco una ceja y se le acerco de manera provocativa, la idea claramente le gustaba pero no quería asustar a Candy.
-ohh no.- sin decir más Candy se dirigió al baño con la vista en el suelo, no podía mirarlo a la cara por que sin lugar a dudas, la idea le parecía emocionante pero a la vez sentía que era impropia.
En el baño Candy se deshizo de la ropa sucia y introdujo en un tina humeante de agua caliente y poco a poco se permitió rememorar los sucesos de los últimos días por que sin lugar a dudas algo había cambiado, tenia tantos sentimientos tantas sensaciones que no sabía por dónde empezar, tal vez lo mejor era empezar por qué o quién más bien era el causante de todo aquello.
-Terry.- dijo su nombre en un breve susurro.
Esta mañana cuando Terry le había dicho que la amaba, se lleno de un sentimiento tan puro y cálido que jamás había sentido, cuando Anthony le decía que la amaba nunca sintió un sentimiento tan profundo como lo había hecho esta mañana y sobre todo estaba el inmenso deseo de decirle que ella también lo amaba, si estaba segura de algo era de lo sincero que había sido Terry al decírselo esta mañana y eso era lo que la apesadumbraba, sabía que tenía un cariño hacia Terry pero no creía que se hubiera enamorado de el tan rápido, no había podía olvidar a Anthony tan pronto, no cuando ella misma estaba segura de haberlo amado tanto o sí? era tanto sus dudas pero parecía ser que Terry no opinaba lo mismo ya que él le había dicho que ella misma pronto se lo diría, cansada de navegar en sus pensamientos y sentimientos salió de la bañera, pero no encontró ninguna toalla al vista por lo que llamo a Terry o a Ruth.
-Terry?
-Terry?
-Ruth?
-Ruth?
Pero no había respuesta, cansada de esperar y tiritar de frio se encamino a la habitación, mirando por la puerta antes de salir desnuda, no parecía haber nadie, por lo que salió y se envolvió con una pequeña toalla que solamente le cubría su torso dejando su hombros denudos al igual que sus largas y bien torneas piernas, estaba por regresar al baño cuando una mano, la tomo por el brazo y detuvo su avance.
Candy lentamente levanto la vista para encontrarse con un par de zafiros que la miraban cargados de deseo y amor, sin darle tiempo de nada Terry la estrecho contra su torso desnudo y le susurro al oído.
-se mía.
Continuara…..
Próximo capitulo perfección.
cap 26 lazos de sangre
Capitulo 26 lazos de sangre
Terry despertó aunque le parecía que seguía soñando, no era posible que la chica que dormía entre sus brazos fuera Candy, poco a poco se dio cuenta que era verdad lo que estaba viviendo, se maravillo de ver como los rayos del sol que se filtraban detrás de la cortina jugaban con los rizos dorados de Candy, estiro la mano y tomo uno de elllos y se lo llevo a la nariz y aspiro el aroma.
-es real, no es una ilusión
Se regalo los primeros minutos del día para observar a Candy dormir tranquilamente paseo su mirada por su cabello que parecían ríos de miel, el color crema de su piel aderezada con pequeñas pecas rosadas que cubrían una nariz un poco respingada, los labios rosados de Candy que estaba un poco entre abiertos, era demasiado tentador, pero siguió su paseo por el cuello de Candy, siguió su recorrido hasta sus hombros donde se encontró con el escote del camisón que generosamente dejaba ver el nacimiento de sus senos, Terry contuvo el aliento pero sus hormonas y su corazón sentían que estallarían en llamas con tan solo mirarla, todo su cuerpo se tenso, no podía quedarse ahí o terminaría por hacerla su esposa, sin pensarlo mas se levanto de la cama a toda prisa y se entro en el baño necesitaba tomar una ducha de agua helada que le ayudaría pensar con la cabeza y no con la entrepierna.
El agua fría logro remitir el impulso de sus hormonas pero sabia que no seria por mucho tiempo, debía hacer algo o terminaría por hacer una locura, pensó que seria mejor salir de la habitación, si seguía todo el día encerrado con ella cerca no podría controlarse mucho mas, seria mejor salir al jardín, mientras pensaba termino de ducharse y cambiarse de ropa, tomo un pantalón negro y una camisa color crema, regreso a la habitación esperaba encontrar a Candy despierta pero seguía dormida, por lo pronto llamo a Ruth para que sirviera el desayuno, no pensaba en comer avena o algo parecido por lo que pidió panqueques, jugo de naranja, leche, fruta, y huevos con tocino, estaba hambriento y se aprovecharía que Candy seguía dormida.
Sentía la calidez de los rayos del sol sobre su espalda, poco a poco percibió un delicioso aroma a vainilla, canela y algo mas, su estomago se retorcía en su interior, tenia hambre, salto de la cama y se dirigió a la mesa que estaba frente a ella perfectamente arreglada, tomo un panqueque, comenzó a saborearlo cuando escucho un risa a sus espaldas que le erizo la piel de pies a cabeza, giro la cabeza y encontró a Terry de pie junto a la ventana, no lo había visto, de pronto recordó que solo llevaba puesto un ligero camisón por lo que dio un grito ahogado y regreso de un salto a la cama a cubrirse con las sabanas.
-vaya, vaya pecas si que eres una dormilona mira que ya son casi las diez y tu aun en la cama,
Terry comprendió inmediatamente la vergüenza de Candy, se le había olvidado completamente que se había quedado con el, así que paso a un lado de la cama y le tendió su bata de baño para que se cubriera hasta que viniera Ruth a asistirla con su arreglo.
-toma ponte esto, para que puedas desayunar.
Candy lentamente salió de la cama y se puso la bata de Terry y se dirigió a la mesa a desayunar
Candy tomo un vaso de jugo de naranja, siguió comiendo el panqueque que había dejado caer en el plato, cando tocaron la puerta.
-adelante.
Candy no sabia que hacer, si seguir tomando el desayuno o correr a ocultarse en el baño, pero pensó que tal vez era Ruth que la ayudaría con su arreglo así que siguió desayunando mientras la puerta se abrió sigilosamente para dejar pasar a una mujer que cabello castaño con lo ojos hinchados y tratando de contener los sollozos con un pañuelo.
-que es lo que desea señora Marlow?-
Terry se había puesto de pie al verla entrar, el tono de Terry era frio y duro, al igual que su rostro al mirar a aquella mujer, no quería ver a la madre de Susana y mucho menos deseaba ver a Susana después de lo sucedido.
Gina Marlow se arrodillo frente a Terry y comenzó a llorar y arrogarle que perdonara a Susana por su atrevimiento y les permitiera quedarse.
-señor Grandchester, se lo pido tenga piedad de mi hija y de mi.
-he sido bastante claro al decir que se marcharan a primera hora señora Marlow
-tenga compasión, no tenemos a donde ir, no nos eche a la calle, se lo ruego.
-lo siento señora Marlow pero no puedo permitir que Susana agreda a mi esposa, lo siento pero deben…
-Terry
Candy estaba conmovida por la madre de Susana, sentía envidia por Susana por tener a una madre que se preocupara y abogara por ella, candy no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lagrimas.
Terry sintió encogerse su corazón al notar que Candy tenia los ojos anegados de lagrimas, cerro lo ojos un momento y se acerco a Candy tomo su mano y la envolvió cariñosamente con la suya, sin que Candy digiera una sola palabra le basta con mirar sus ojos para saber lo que pasaba por su mente, suspiro dramáticamente para después decirle al oído.
-estas segura pecosa?
Candy asintió con la cabeza.
-les permitiré que se queden señora Marlow por petición de mi esposa y con dos condiciones.
- lo que sea señor Grandchester, lo que sea
-Susana debe disculparse con Candy y no las quiero dentro de la casa ocúpense a fuera en el campo.
La Madre de Susana palideció brevemente, sin duda alguna las dos condiciones se le hacían demasiado, no conseguiría que bajo ningún motivo Susana se disculpara con Candy y el hecho de que se les relegara al campo las colocaba sin duda en la posición mas humilde y de mas trabajo, pero si eso les permitía quedarse lo haría, ya vería la manera de regresar a estar en la casa y que Susana lograra lo que habían planeado desde hace unos meses.
Candy se acerco a la señora Marlow y la ayudo a ponerse de pie, Candy pudo notar como la madre de Susana rechazaba su contacto, tal vez sea por vergüenza, pensó Candy, cuando la realidad era otra.
-gracias muchas, gracias señor Grandchester, esto no volverá a ocurrir.
-agradezca a mi esposa no a mi.
A regañadientes la señora Marlow emitió un
-Gracias, señora Grandchester
Después de lo cual salió de la habitación, limpiándose las lágrimas con el pañuelo y ocultando una sonrisa de autosuficiencia.
Después de la intromisión de la madre de Susana, Candy perdió el apetito, por lo que se disculpo con Terry que tuvo que terminar de desayunar solo, mientras ella tomaba un baño en su habitación.
Terry no estaba seguro de haber hecho lo correcto con las Marlow, estaba inquieto algo en su interior le decía que era mejor que se marcharan, pero al mirar a Candy simplemente no podía negarle nada, si le pidiera que se cortara una mano o se sacara los ojos con un tenedor sin duda lo haría, no sabia que ocurriría pero no permitiría que Candy sufriera o se apesadumbrara.
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El agua tibia y el completo silencio en que se encontraba, hizo aflorar las lagrimas que había contenido hace un momento en la habitación de Terry, ver a la madre de Susana rogando, llorando y abogando por su Susana, le había recordado tanto a su madre,la cual le hacia tanta falta, había muerto cuando ella tenia seis años, eran tan vagos los recuerdos que tenia de su madre pero de entre todos recordaba claramente uno, tendría como cuatro años y buscaba a su madre hasta que la encontró en el rosedal ahí siempre podía verla en el jardín cultivando sus rosas y aun la podía ver como si fuera ayer y recordaba las palabras de madre claramente consolándola.
Flashback
-por que lloras Candy *
-las rosas morirán
-las flores son bellas por que se deshojan, crecen y caen, crecen y caen y viven para siempre, ellas no mueren. (Eso le había dicho su madre mientras la tenia en su regazo y secaba sus lágrimas con un pañuelo)
-y tu tampoco.
Su madre había descompuesto un poco el semblante ante el comentario de Candy, no sabia que decirle, solo atino a asentir con la cabeza y el abrazo fuertemente a su pecho, esa pequeña llorona y Annie de dos años eran su mayor preocupación si ella moría.
-si yo muero, viviré para siempre en tu memoria Candy.
Y poco después de eso su madre murió, Candy poso su cabeza sobre sus rodillas tratando de mitigar un poco el dolor y pena que sentía por la falta de su madre, cuando percibió que un mano acariciaba su cabello, se tallo los ojos y salió de la bañera, la piel de los dedos y pies se le habían arrugado ya, había pasado demasiado tiempo en el agua caliente.
Ruth ayudo a Candy a ataviarse en un vestido de muselina color amarillo, recogió sus risos en una coleta con listón del mismo color que el vestido, Candy salió de la habitación y con pasos lentos se dirigía a la habitación de Terry, cuando casi tropieza con algo o alguien mejor dicho, Terry la había estado observando desde el quicio de la puerta en silencio y le había puesto el pie al notar que Candy estaba tan absorta en sus pensamientos que no noto su presencia, Candy alzo los ojos buscando al culpable de su tropiezo cuando se encontró con Terry se veía increíblemente alto con sus pantalones de lino negro y una camisa color crema, llevaba un cabestrillo que sujetaba su brazo herido y en la otra mano tenia un libro y la miraba de una manera entre divertido y preocupado.
-Terry por que estas fuera de la cama, vamos te llevare de regreso.
-no me niego, no puedo seguir encerrado, además estoy cansado de ver tu pecosa cara, así que Candy que tal si damos un paseo por el jardín.
-mocoso engreído.
-bien siendo así, vamos Candy.
Terry no le dio tiempo de nada, le arrojo el libro a las manos y tomo una cesta que estaba en una mesa en el pasillo y salieron con rumbo al jardín, había logrado su objetivo, que era despejar un poco la tristeza del rostro de Candy.
Caminaron un poco por el jardín disfrutando un poco de los rayos de sol, llegaron a la sobra de un gran árbol, donde Terry dejo la cesta en el césped y saco una manta, que con la ayuda de Candy extendieron en el césped para después sentarse a la sombra del árbol y tomar el almuerzo, ya que Terry suponía que Candy tendría hambre, así que poco a poco saco de la cesta, manzanas, una botella de vino, copas, queso y por ultimo una gran rebana de pastel de Chocolate, los ojos de Candy se abrieron como platos al observar el pastel de Chocolate, era su favorito.
-vaya con que tienes hambre, no Candy?
-no te equivocas, no tengo hambre.
-no pues que lastima yo te pensaba compartir de mi pastel de chocolate pero ya que no quieres me lo comeré SOLO.
Candy no le contesto, aunque lo seguía con la mirada, y veía como introducía el tenedor en el pastel para después llevárselo a la boca, sin saberlo se había pasado la lengua por los labios cosa que a Terry no paso desapercibido.
-mmmmm esta delicioso, es tan suave, el chocolate es delicioso, lastima que no quieras pecosa.
Y Terry volvía tomar otro trozo de pastel y pretendía llevárselo a la boca cuando candy le arrebato el tenedor.
-hey pecosa, no que no querías, eres una embustera, ya veraz
Candy le saco la lengua y volvió a introducir el tenedor en el pastel cuando noto que Terry había metido los dedos en el y la miraba como un chiquillo con una caja llena de fósforos en las manos.
-Ohh no, no te atrevas Terry
Terry no le dio tiempo de decir nada mas, cuando llevo su mano a la boca de Candy ensuciando su rostro de chocolate, Candy se paso la lengua tratando limpiarse un poco, Candy tomo un trozo de pastel y se abalanzo sobre Terry, estaba decida a vengarse del mocoso engreído.
Candy estaba encima de Terry, ensuciando su bello rostro de chocolate, cuando este la hizo rodar sobre el césped, quedando bajo el cuerpo de Terry, con las manos en su rostro.
-que te parece si te quito ese chocolate, pecosa?
Candy no supo que decir, tenia embotados los sentidos con el aroma y la respiración de Terry que podía sentir en su rostro, Terry sin darle oportunidad de decirle nada, la beso suavemente recogiendo con sus labios el chocolate de los labios de ella y después profundizo mas el beso, cortando la respiración de Candy y solo permitiéndole sentir sus besos y las caricias de su lengua que exploraban su interior, mientras una corriente eléctrica viajaba por todo su cuerpo, pidiendo mas de ella, si necesitaba beber mas de ella.
-sabes a chocolate Candy, delicioso Chocolate.- Candy se sonrojo ante el comentario de Terry mientras trataba de recuperar el aliento y hacer que su corazón recuperara su ritmo normal.
A regaña dientes Terry se separo de ella permitiéndole recuperar el aliento y que se quitara el chocolate del rostro con un pañuelo, cada vez le resultaba mas difícil contener sus impulsos, de manera que decidió que era mejor centrarse en la lectura, antes de que terminaran ambos desnudos bajo el árbol, se recargo en el árbol y comenzó a leer el tercer acto de romeo y Julieta.
Terry estaba por la mitad del cuarto acto cuando noto que a pesar de que Candy estaba atenta a su lectura, podía ver en sus ojos mucha tristeza y dolor por lo que dejando el libro de lado se acerco a ella, tomando su mano y le dijo.
-que sucede Candy, por que estas tan triste?
-ehh, que dices? ….. Y te equivocas no estoy triste.
Terry había tomado por sorpresa a Candy, lo que quería decir que de verdad pasa algo, algo la hacia sufrir, se acerco mas a ella y tomo su rostro entre su mano y la miro a los ojos, sabiendo que estos no podrían mentirle, y le dijo.
-vamos pequeña pecosa, dime por que estas triste
-TTTerry que tonterías dices
-vamos Candy, no me mientas mas, lo veo en tus ojos y se que algo te pasa.
Candy sabia que no podía seguir mintiéndole a Terry, contuvo el aire en sus pulmones un momento para después decirle lo que le pasaba.
Candy le hablo de su madre y lo mucho que le hacia falta, no pudo evitar derramar lagrimas, por lo que Terry la atrajo hacia su pecho, tratando de confortarla un poco.
Alguna manera se sentía libre de sollozar y encontrar consuelo en los brazos de Terry, poco a poco logro calmar su dolor, y se separo de lo brazos de Terry, se sentía apenada, pero Terry se sentía feliz y útil al ser capaz de darle un poco de consuelo a Candy.
-tengo una idea pecosa, que te parece si vamos al sepulcro de tu madre?
-de verdad Terry?, si, si me gustaría, pero como sabes de el?
Candy estaba sorprendida de que Terry supiera del sepulcro de su madre; ella no lo había mencionado.
-bueno en unos de mis paseos lo encontré, así que por que no regresamos a casa a dejar la cesta, cortas algunas flores del jardín y las llevamos a tu madre.
Candy no espero más por lo que se puso de pie en un salto y comenzó a introducir todo a la cesta para regresar lo más rápido posible, Terry la veía divertido al notar que había logrado regresar a Candy su sonrisa.
Terry tomo la mano de Candy y caminaban de regreso a la mansión cuando notaron en la puerta la presencia de una mujer rubia, ataviada en hermoso vestido color violeta, Candy no sabia quien era, no podía distinguir quien era, pero al parecer Terry si, ya que se tenso al momento de verla y se separo de ella para encarar a la mujer que estaba en la puerta.
-pero como es posible, que estés aquí? #
-escúchame, Terry ¡por favor¡, necesito hablar contigo antes de irme
-Ya te dije, que yo no quiero hablar contigo, ¡vete!
-Terry.-
Candy reprende a Terry por usar un tono tan duro con … con su madre, nunca la había visto pero Candy la reconoce es Eleonor Baker, la madre de Terry, Candy mira alrededor para comprobar si hay alguien, y la distancia divisa algunos sirvientes acercarse por lo que le dice a Terry.
-viene gente, vamos Terry abre por favor.
Terry simplemente no puede negarse ante la petición de Candy por lo que abre la puerta permitiendo la entrada de su madre y Candy, se dirige al estudio donde se quedo solo con su madre.
-por favor escúchame una sola vez.- le suplica su madre mientras Terry estaba de espaldas mirando por la ventana.
-Cállate, no te conozco, no se quien eres, yo no tengo madre.
-compréndeme, en aquel momento no pudo ser de otro modo.- Eleonor trataba de contener las lagrimas ya que la hería profundamente el tono tan duro y frio de Terry.
Terry no pudo evitar que se mente viajara aquella vez que había viajado a América en invierno para ver a su madre y ella se había rehusado a verlo.
-lo sentí tanto, lo sentí tanto Terry.
-no debí haber hecho semejante viaje para verte.
-pero luego corrí detrás de ti.
-no necesito tus disculpas, ¡vete, vete!
-¡Basta!- Candy entro en el estudio con una bandeja con te, no podía soportar la manera en que Terry hablaba a su madre.
-¡basta Terry!
-Terry tienes que ser generoso
-no lo soy?.- preguntaba Terry burlonamente a Candy.
-estas mintiendo, quieres a tu madre mas que a todos, pero finges que no es así.
-mi madre? no me hagas reir.
Candy se acerco al escritorio a dejar la bandeja con las tazas de te y tomo el libro de romeo y Julieta.
-mire esto señora.
-esto es?.- Eleonor no sabia que hacer estaba atónita por la intromisión de una chica muy hermosa.
-Terry estudia piezas de teatro
-Cállate.- Terry no podía ni hablar tenia el corazón en la garganta.
-no le haga caso señora, diga lo que diga de su madre, tiene su misma sangre.
-Terry.- Eleonor no sabia que decir.
-¡Basta Candy! Y no sigas hablando más.
-yo no tengo ni a mi padre ni a mi madre, antes nunca lo había pensado
-yo tampoco los tengo.-
-No me sentía sola por que tenia una buena tía abuela y buenos hermanos, pero cuando vine aquí sentí envidia, buenos hermanos y una buena tía abuela, no es lo mismo que tener a mi madre, yo quiero tener a mi madre conmigo, quiero que viva, quiero tener a mi mama.- Candy no soporto mas y salió corriendo derramando las lagrimas que no podía contener mas.
-¡Candy!-Terry trato de detenerla pero sabia muy bien que Candy tenia razón, poco a poco se acerco ala ventana y dijo.
-recuerdo que yo era mas chico que Mark (que era el hijo de una mucama como de ocho años) en ese entonces…..
Flashback
La mente de Terry viajo aquel día en que su padre lo separa de su madre al subirlo a un barco con destino a Inglaterra, el era tan pequeño, recordaba estar en la cubierta del barco despidiéndose de una multitud de personas que no conocía y por la distancia no podría distinguir a nadie, pero sin embargo escuchaba la voz de una mujer que lo llama desde el muelle.
-Terry, Terry
-quien es esa señora papa.- preguntaba Terry a su padre que estaba su lado
-no la conozco.
-no te lleves a Terry de mi lado, no te lleves a Terry
-papa esa señora me esta llamando a mi
-¡Terry, Terry!
-papa que quiere esa señora?
-¡Terry, Terry!
Terry veía como esa mujer corría a lo largo del muelle sin realmente fijarse en donde pisaba, Terry observo como caía al frio pavimento del muelle y no puedo evitar gritar.
-¡cuidado!
-Vamos al camarote hace demasiado frio aquí
-pero papa … yo
Su padre lo había llevado al camarote mientras escuchaba a la distancia como alguien lo llamaba y lloraba por el.
Fin del Flashback
-esa es mi verdadera madre, la única.
Eleonor se acerco a su hijo y coloco las manos sobre sus hombros mientras ambos miraban por la ventana.
-¡Terry, Terry!-Eleonor sollozaba mientras este se volvía se cobijaba en los brazos de su madre sintiéndose de nuevo un niño pequeño.
-el mismo libro.- decía Terry mientras veía en el escritorio el libro de romeo y Julieta
-libro?
-cada vez que una frase me gustaba y quería subrayarla, ya lo habías hecho tú.-
-Terry.- Eleonor sentía un sentimiento muy cálido envolvía su corazón mientras sostenía a Terry en sus brazos.
**********************************************************************************
Candy había salido corriendo del estudio llorando profusamente, salió disparada sin saber a donde ir, pero de alguna manera había llegado al sepulcro de su madre, se hecho sobre el y lloro abiertamente como si pudiera encontrar consuelo en la fría piedra.
Después de hablar con su madre, Terry debía buscar a Candy le preocupaba el estado en que salió del despacho estaba tan alterada, no sabia por donde buscarla, pero sus pasos lo guiaron al sepulcro de la madre de Candy, donde la encontró llorando desconsoladamente, Terry sintió que su corazón se encogió al verla llorar con tanto dolor, por lo que silenciosamente se acerco a ella y la cobijo entre sus brazos permitiéndole llorar libremente.
Candy no había sido consiente en que momento había llegado y la había cobijado entre sus brazos pero sin duda se lo agradecía enormemente, pero tenia curiosidad por saber que había pasado con su madre.
Levantándose un poco para verlo al los ojos le pregunto.
-tu madre, Terry que paso con tu madre?
Y Terry le conto lo sucedido entre su madre y el, que aunque se habían reconciliado, había tenido que marcharse pero prometió volver pronto para conocer a Candy.
-me alegra que sean madre e hijo otra vez. #
-así es y gracias a tu ayuda Candy
-no me hagas avergonzar
-estaba encerrado en mi odio contra mi madre
-te sientes mucho mejor, no es así, verdad Terry?
-si pero ahora es tu turno
-mi turno?.- Candy estaba desconcertada que quería decir Terry con que ahora era su turno.
-te ayudare a salir de tu caparazón. ¡Vamos Candy!.
-adonde me llevas?
Terry la tomo del brazo y la dirigió por el bosque a su yegua Teodora, sabia que Candy le temía a los caballos ya que Albert le había dicho que candy les temía desde el día en que vio a su padre caer de uno y morir, deseaba ayudarla superarlo.
-tienes que decirme adonde me llevas Terry?
Cuando estuvieron lo suficientemente cerca para escuchar relinchar a Teodora, Candy se paralizo al ver a una hermosa yegua blanca que estaba atada aun árbol cercano, quería escapar pero era demasiado tarde para siquiera intentarlo, ya que Terry se encontraba detrás de ella evitando que escapara.
-Cálmate
-no, no me gustan los caballos.
-por que no, acaso te recuerdan a tu padre.- Terry tomo de los brazos a Candy fuertemente, no le permitiera escapar debía enfrentar su dolor y superarlo.
-¡suéltame!.-Candy se rebatía en la presa de Terry pero era inútil.
-Vamos Candy, ¡sube!.- sin decir mas Terry la arrastro al caballo mientras ella lloraba y le decía.
-no, no quiero, suéltame, no, no.-
Candy sollozaba entre palabras, pero aun así Terry la tomo por la cintura y la subió al caballo para luego subir el
-adelante
-Terry déjame bajar
-cállate o te caerás, ¡vamos!.- Terry espoleo con su bota el costado de Teodora que provoco que se levantara en dos patas lo que hizo que Candy se abrazara a su pecho mientras sollozaba y Teodora comenzaba a cabalgar a toda velocidad.
-el ruido de los cascos aquel día también.
El ruido de los cascos hizo que Candy recordara el día en que murió su padre.
Flashback
-Candy cabalgaba con su padre en la colina, le enseñaba a cabalgar, cuando el caballo de su padre piso un trampa, provocando que el caballo se moviera como un látigo salvaje y que su padre saliera volando por los aires y que al caer se rompiera el cuello provocando su inmediata muerte, y ella gritaba a su padre que jamás respondió a sus llamados.
Fin del flashback
-llora, llora todo lo que quieras
-detén el caballo por favor.- fue difícil para Terry tener que seguir aun cuando ella le suplicaba parar.
-sigue llamando a tu padre, ¡llámalo!
-Terry
-¡llama a tu padre si es que tienes miedo, que esperas llámalo, llámalo, llámalo!
-¡déjame bajar!
-¡llama a tu padre, por que no lo llamas, llámalo!
-¡Basta!
-Están muertos, tus padres nunca volverán, tienes que olvidarlo entiendes.
-Candy tienes que abrir los ojos, mira a tu alrededor no mires hacia atrás, mira hacia adelante siempre tienes que mirar hacia adelante.- poco a poco Candy volvía la vista hacia al camino que tenia hacia adelante, mientras Terry aminoraba la marcha del caballo.
(La luz del sol es deslumbrante, los arboles, el pasto, las flores están frescos y vivos) pensaba Candy mientras sentía como poco a poco las brisa del viento se llevaba sus lagrimas y su dolor.
-Tus padres están muertos Candy, pero ocurre que nosotros estamos vivos y tenemos que seguir viviendo como los arboles, el pasto, arroja el peso de tu corazón Candy.
Poco a poco candy se percataba que Terry tenía razón, fue como si en su memoria se disolviera una barrera que le impedía ser feliz.
Continuara…..
Próximo Capitulo se mía.
* Candy Candy cap. 14 "Anthony mío" (Kyoko Mizuki y Yumiko Igarashi)
#Candy Candy capitulo 44 "lazos de sangre" (Kyoko Mizuki y Yumiko Igarashi)
Terry despertó aunque le parecía que seguía soñando, no era posible que la chica que dormía entre sus brazos fuera Candy, poco a poco se dio cuenta que era verdad lo que estaba viviendo, se maravillo de ver como los rayos del sol que se filtraban detrás de la cortina jugaban con los rizos dorados de Candy, estiro la mano y tomo uno de elllos y se lo llevo a la nariz y aspiro el aroma.
-es real, no es una ilusión
Se regalo los primeros minutos del día para observar a Candy dormir tranquilamente paseo su mirada por su cabello que parecían ríos de miel, el color crema de su piel aderezada con pequeñas pecas rosadas que cubrían una nariz un poco respingada, los labios rosados de Candy que estaba un poco entre abiertos, era demasiado tentador, pero siguió su paseo por el cuello de Candy, siguió su recorrido hasta sus hombros donde se encontró con el escote del camisón que generosamente dejaba ver el nacimiento de sus senos, Terry contuvo el aliento pero sus hormonas y su corazón sentían que estallarían en llamas con tan solo mirarla, todo su cuerpo se tenso, no podía quedarse ahí o terminaría por hacerla su esposa, sin pensarlo mas se levanto de la cama a toda prisa y se entro en el baño necesitaba tomar una ducha de agua helada que le ayudaría pensar con la cabeza y no con la entrepierna.
El agua fría logro remitir el impulso de sus hormonas pero sabia que no seria por mucho tiempo, debía hacer algo o terminaría por hacer una locura, pensó que seria mejor salir de la habitación, si seguía todo el día encerrado con ella cerca no podría controlarse mucho mas, seria mejor salir al jardín, mientras pensaba termino de ducharse y cambiarse de ropa, tomo un pantalón negro y una camisa color crema, regreso a la habitación esperaba encontrar a Candy despierta pero seguía dormida, por lo pronto llamo a Ruth para que sirviera el desayuno, no pensaba en comer avena o algo parecido por lo que pidió panqueques, jugo de naranja, leche, fruta, y huevos con tocino, estaba hambriento y se aprovecharía que Candy seguía dormida.
Sentía la calidez de los rayos del sol sobre su espalda, poco a poco percibió un delicioso aroma a vainilla, canela y algo mas, su estomago se retorcía en su interior, tenia hambre, salto de la cama y se dirigió a la mesa que estaba frente a ella perfectamente arreglada, tomo un panqueque, comenzó a saborearlo cuando escucho un risa a sus espaldas que le erizo la piel de pies a cabeza, giro la cabeza y encontró a Terry de pie junto a la ventana, no lo había visto, de pronto recordó que solo llevaba puesto un ligero camisón por lo que dio un grito ahogado y regreso de un salto a la cama a cubrirse con las sabanas.
-vaya, vaya pecas si que eres una dormilona mira que ya son casi las diez y tu aun en la cama,
Terry comprendió inmediatamente la vergüenza de Candy, se le había olvidado completamente que se había quedado con el, así que paso a un lado de la cama y le tendió su bata de baño para que se cubriera hasta que viniera Ruth a asistirla con su arreglo.
-toma ponte esto, para que puedas desayunar.
Candy lentamente salió de la cama y se puso la bata de Terry y se dirigió a la mesa a desayunar
Candy tomo un vaso de jugo de naranja, siguió comiendo el panqueque que había dejado caer en el plato, cando tocaron la puerta.
-adelante.
Candy no sabia que hacer, si seguir tomando el desayuno o correr a ocultarse en el baño, pero pensó que tal vez era Ruth que la ayudaría con su arreglo así que siguió desayunando mientras la puerta se abrió sigilosamente para dejar pasar a una mujer que cabello castaño con lo ojos hinchados y tratando de contener los sollozos con un pañuelo.
-que es lo que desea señora Marlow?-
Terry se había puesto de pie al verla entrar, el tono de Terry era frio y duro, al igual que su rostro al mirar a aquella mujer, no quería ver a la madre de Susana y mucho menos deseaba ver a Susana después de lo sucedido.
Gina Marlow se arrodillo frente a Terry y comenzó a llorar y arrogarle que perdonara a Susana por su atrevimiento y les permitiera quedarse.
-señor Grandchester, se lo pido tenga piedad de mi hija y de mi.
-he sido bastante claro al decir que se marcharan a primera hora señora Marlow
-tenga compasión, no tenemos a donde ir, no nos eche a la calle, se lo ruego.
-lo siento señora Marlow pero no puedo permitir que Susana agreda a mi esposa, lo siento pero deben…
-Terry
Candy estaba conmovida por la madre de Susana, sentía envidia por Susana por tener a una madre que se preocupara y abogara por ella, candy no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lagrimas.
Terry sintió encogerse su corazón al notar que Candy tenia los ojos anegados de lagrimas, cerro lo ojos un momento y se acerco a Candy tomo su mano y la envolvió cariñosamente con la suya, sin que Candy digiera una sola palabra le basta con mirar sus ojos para saber lo que pasaba por su mente, suspiro dramáticamente para después decirle al oído.
-estas segura pecosa?
Candy asintió con la cabeza.
-les permitiré que se queden señora Marlow por petición de mi esposa y con dos condiciones.
- lo que sea señor Grandchester, lo que sea
-Susana debe disculparse con Candy y no las quiero dentro de la casa ocúpense a fuera en el campo.
La Madre de Susana palideció brevemente, sin duda alguna las dos condiciones se le hacían demasiado, no conseguiría que bajo ningún motivo Susana se disculpara con Candy y el hecho de que se les relegara al campo las colocaba sin duda en la posición mas humilde y de mas trabajo, pero si eso les permitía quedarse lo haría, ya vería la manera de regresar a estar en la casa y que Susana lograra lo que habían planeado desde hace unos meses.
Candy se acerco a la señora Marlow y la ayudo a ponerse de pie, Candy pudo notar como la madre de Susana rechazaba su contacto, tal vez sea por vergüenza, pensó Candy, cuando la realidad era otra.
-gracias muchas, gracias señor Grandchester, esto no volverá a ocurrir.
-agradezca a mi esposa no a mi.
A regañadientes la señora Marlow emitió un
-Gracias, señora Grandchester
Después de lo cual salió de la habitación, limpiándose las lágrimas con el pañuelo y ocultando una sonrisa de autosuficiencia.
Después de la intromisión de la madre de Susana, Candy perdió el apetito, por lo que se disculpo con Terry que tuvo que terminar de desayunar solo, mientras ella tomaba un baño en su habitación.
Terry no estaba seguro de haber hecho lo correcto con las Marlow, estaba inquieto algo en su interior le decía que era mejor que se marcharan, pero al mirar a Candy simplemente no podía negarle nada, si le pidiera que se cortara una mano o se sacara los ojos con un tenedor sin duda lo haría, no sabia que ocurriría pero no permitiría que Candy sufriera o se apesadumbrara.
**********************************************************************************
El agua tibia y el completo silencio en que se encontraba, hizo aflorar las lagrimas que había contenido hace un momento en la habitación de Terry, ver a la madre de Susana rogando, llorando y abogando por su Susana, le había recordado tanto a su madre,la cual le hacia tanta falta, había muerto cuando ella tenia seis años, eran tan vagos los recuerdos que tenia de su madre pero de entre todos recordaba claramente uno, tendría como cuatro años y buscaba a su madre hasta que la encontró en el rosedal ahí siempre podía verla en el jardín cultivando sus rosas y aun la podía ver como si fuera ayer y recordaba las palabras de madre claramente consolándola.
Flashback
-por que lloras Candy *
-las rosas morirán
-las flores son bellas por que se deshojan, crecen y caen, crecen y caen y viven para siempre, ellas no mueren. (Eso le había dicho su madre mientras la tenia en su regazo y secaba sus lágrimas con un pañuelo)
-y tu tampoco.
Su madre había descompuesto un poco el semblante ante el comentario de Candy, no sabia que decirle, solo atino a asentir con la cabeza y el abrazo fuertemente a su pecho, esa pequeña llorona y Annie de dos años eran su mayor preocupación si ella moría.
-si yo muero, viviré para siempre en tu memoria Candy.
Y poco después de eso su madre murió, Candy poso su cabeza sobre sus rodillas tratando de mitigar un poco el dolor y pena que sentía por la falta de su madre, cuando percibió que un mano acariciaba su cabello, se tallo los ojos y salió de la bañera, la piel de los dedos y pies se le habían arrugado ya, había pasado demasiado tiempo en el agua caliente.
Ruth ayudo a Candy a ataviarse en un vestido de muselina color amarillo, recogió sus risos en una coleta con listón del mismo color que el vestido, Candy salió de la habitación y con pasos lentos se dirigía a la habitación de Terry, cuando casi tropieza con algo o alguien mejor dicho, Terry la había estado observando desde el quicio de la puerta en silencio y le había puesto el pie al notar que Candy estaba tan absorta en sus pensamientos que no noto su presencia, Candy alzo los ojos buscando al culpable de su tropiezo cuando se encontró con Terry se veía increíblemente alto con sus pantalones de lino negro y una camisa color crema, llevaba un cabestrillo que sujetaba su brazo herido y en la otra mano tenia un libro y la miraba de una manera entre divertido y preocupado.
-Terry por que estas fuera de la cama, vamos te llevare de regreso.
-no me niego, no puedo seguir encerrado, además estoy cansado de ver tu pecosa cara, así que Candy que tal si damos un paseo por el jardín.
-mocoso engreído.
-bien siendo así, vamos Candy.
Terry no le dio tiempo de nada, le arrojo el libro a las manos y tomo una cesta que estaba en una mesa en el pasillo y salieron con rumbo al jardín, había logrado su objetivo, que era despejar un poco la tristeza del rostro de Candy.
Caminaron un poco por el jardín disfrutando un poco de los rayos de sol, llegaron a la sobra de un gran árbol, donde Terry dejo la cesta en el césped y saco una manta, que con la ayuda de Candy extendieron en el césped para después sentarse a la sombra del árbol y tomar el almuerzo, ya que Terry suponía que Candy tendría hambre, así que poco a poco saco de la cesta, manzanas, una botella de vino, copas, queso y por ultimo una gran rebana de pastel de Chocolate, los ojos de Candy se abrieron como platos al observar el pastel de Chocolate, era su favorito.
-vaya con que tienes hambre, no Candy?
-no te equivocas, no tengo hambre.
-no pues que lastima yo te pensaba compartir de mi pastel de chocolate pero ya que no quieres me lo comeré SOLO.
Candy no le contesto, aunque lo seguía con la mirada, y veía como introducía el tenedor en el pastel para después llevárselo a la boca, sin saberlo se había pasado la lengua por los labios cosa que a Terry no paso desapercibido.
-mmmmm esta delicioso, es tan suave, el chocolate es delicioso, lastima que no quieras pecosa.
Y Terry volvía tomar otro trozo de pastel y pretendía llevárselo a la boca cuando candy le arrebato el tenedor.
-hey pecosa, no que no querías, eres una embustera, ya veraz
Candy le saco la lengua y volvió a introducir el tenedor en el pastel cuando noto que Terry había metido los dedos en el y la miraba como un chiquillo con una caja llena de fósforos en las manos.
-Ohh no, no te atrevas Terry
Terry no le dio tiempo de decir nada mas, cuando llevo su mano a la boca de Candy ensuciando su rostro de chocolate, Candy se paso la lengua tratando limpiarse un poco, Candy tomo un trozo de pastel y se abalanzo sobre Terry, estaba decida a vengarse del mocoso engreído.
Candy estaba encima de Terry, ensuciando su bello rostro de chocolate, cuando este la hizo rodar sobre el césped, quedando bajo el cuerpo de Terry, con las manos en su rostro.
-que te parece si te quito ese chocolate, pecosa?
Candy no supo que decir, tenia embotados los sentidos con el aroma y la respiración de Terry que podía sentir en su rostro, Terry sin darle oportunidad de decirle nada, la beso suavemente recogiendo con sus labios el chocolate de los labios de ella y después profundizo mas el beso, cortando la respiración de Candy y solo permitiéndole sentir sus besos y las caricias de su lengua que exploraban su interior, mientras una corriente eléctrica viajaba por todo su cuerpo, pidiendo mas de ella, si necesitaba beber mas de ella.
-sabes a chocolate Candy, delicioso Chocolate.- Candy se sonrojo ante el comentario de Terry mientras trataba de recuperar el aliento y hacer que su corazón recuperara su ritmo normal.
A regaña dientes Terry se separo de ella permitiéndole recuperar el aliento y que se quitara el chocolate del rostro con un pañuelo, cada vez le resultaba mas difícil contener sus impulsos, de manera que decidió que era mejor centrarse en la lectura, antes de que terminaran ambos desnudos bajo el árbol, se recargo en el árbol y comenzó a leer el tercer acto de romeo y Julieta.
Terry estaba por la mitad del cuarto acto cuando noto que a pesar de que Candy estaba atenta a su lectura, podía ver en sus ojos mucha tristeza y dolor por lo que dejando el libro de lado se acerco a ella, tomando su mano y le dijo.
-que sucede Candy, por que estas tan triste?
-ehh, que dices? ….. Y te equivocas no estoy triste.
Terry había tomado por sorpresa a Candy, lo que quería decir que de verdad pasa algo, algo la hacia sufrir, se acerco mas a ella y tomo su rostro entre su mano y la miro a los ojos, sabiendo que estos no podrían mentirle, y le dijo.
-vamos pequeña pecosa, dime por que estas triste
-TTTerry que tonterías dices
-vamos Candy, no me mientas mas, lo veo en tus ojos y se que algo te pasa.
Candy sabia que no podía seguir mintiéndole a Terry, contuvo el aire en sus pulmones un momento para después decirle lo que le pasaba.
Candy le hablo de su madre y lo mucho que le hacia falta, no pudo evitar derramar lagrimas, por lo que Terry la atrajo hacia su pecho, tratando de confortarla un poco.
Alguna manera se sentía libre de sollozar y encontrar consuelo en los brazos de Terry, poco a poco logro calmar su dolor, y se separo de lo brazos de Terry, se sentía apenada, pero Terry se sentía feliz y útil al ser capaz de darle un poco de consuelo a Candy.
-tengo una idea pecosa, que te parece si vamos al sepulcro de tu madre?
-de verdad Terry?, si, si me gustaría, pero como sabes de el?
Candy estaba sorprendida de que Terry supiera del sepulcro de su madre; ella no lo había mencionado.
-bueno en unos de mis paseos lo encontré, así que por que no regresamos a casa a dejar la cesta, cortas algunas flores del jardín y las llevamos a tu madre.
Candy no espero más por lo que se puso de pie en un salto y comenzó a introducir todo a la cesta para regresar lo más rápido posible, Terry la veía divertido al notar que había logrado regresar a Candy su sonrisa.
Terry tomo la mano de Candy y caminaban de regreso a la mansión cuando notaron en la puerta la presencia de una mujer rubia, ataviada en hermoso vestido color violeta, Candy no sabia quien era, no podía distinguir quien era, pero al parecer Terry si, ya que se tenso al momento de verla y se separo de ella para encarar a la mujer que estaba en la puerta.
-pero como es posible, que estés aquí? #
-escúchame, Terry ¡por favor¡, necesito hablar contigo antes de irme
-Ya te dije, que yo no quiero hablar contigo, ¡vete!
-Terry.-
Candy reprende a Terry por usar un tono tan duro con … con su madre, nunca la había visto pero Candy la reconoce es Eleonor Baker, la madre de Terry, Candy mira alrededor para comprobar si hay alguien, y la distancia divisa algunos sirvientes acercarse por lo que le dice a Terry.
-viene gente, vamos Terry abre por favor.
Terry simplemente no puede negarse ante la petición de Candy por lo que abre la puerta permitiendo la entrada de su madre y Candy, se dirige al estudio donde se quedo solo con su madre.
-por favor escúchame una sola vez.- le suplica su madre mientras Terry estaba de espaldas mirando por la ventana.
-Cállate, no te conozco, no se quien eres, yo no tengo madre.
-compréndeme, en aquel momento no pudo ser de otro modo.- Eleonor trataba de contener las lagrimas ya que la hería profundamente el tono tan duro y frio de Terry.
Terry no pudo evitar que se mente viajara aquella vez que había viajado a América en invierno para ver a su madre y ella se había rehusado a verlo.
-lo sentí tanto, lo sentí tanto Terry.
-no debí haber hecho semejante viaje para verte.
-pero luego corrí detrás de ti.
-no necesito tus disculpas, ¡vete, vete!
-¡Basta!- Candy entro en el estudio con una bandeja con te, no podía soportar la manera en que Terry hablaba a su madre.
-¡basta Terry!
-Terry tienes que ser generoso
-no lo soy?.- preguntaba Terry burlonamente a Candy.
-estas mintiendo, quieres a tu madre mas que a todos, pero finges que no es así.
-mi madre? no me hagas reir.
Candy se acerco al escritorio a dejar la bandeja con las tazas de te y tomo el libro de romeo y Julieta.
-mire esto señora.
-esto es?.- Eleonor no sabia que hacer estaba atónita por la intromisión de una chica muy hermosa.
-Terry estudia piezas de teatro
-Cállate.- Terry no podía ni hablar tenia el corazón en la garganta.
-no le haga caso señora, diga lo que diga de su madre, tiene su misma sangre.
-Terry.- Eleonor no sabia que decir.
-¡Basta Candy! Y no sigas hablando más.
-yo no tengo ni a mi padre ni a mi madre, antes nunca lo había pensado
-yo tampoco los tengo.-
-No me sentía sola por que tenia una buena tía abuela y buenos hermanos, pero cuando vine aquí sentí envidia, buenos hermanos y una buena tía abuela, no es lo mismo que tener a mi madre, yo quiero tener a mi madre conmigo, quiero que viva, quiero tener a mi mama.- Candy no soporto mas y salió corriendo derramando las lagrimas que no podía contener mas.
-¡Candy!-Terry trato de detenerla pero sabia muy bien que Candy tenia razón, poco a poco se acerco ala ventana y dijo.
-recuerdo que yo era mas chico que Mark (que era el hijo de una mucama como de ocho años) en ese entonces…..
Flashback
La mente de Terry viajo aquel día en que su padre lo separa de su madre al subirlo a un barco con destino a Inglaterra, el era tan pequeño, recordaba estar en la cubierta del barco despidiéndose de una multitud de personas que no conocía y por la distancia no podría distinguir a nadie, pero sin embargo escuchaba la voz de una mujer que lo llama desde el muelle.
-Terry, Terry
-quien es esa señora papa.- preguntaba Terry a su padre que estaba su lado
-no la conozco.
-no te lleves a Terry de mi lado, no te lleves a Terry
-papa esa señora me esta llamando a mi
-¡Terry, Terry!
-papa que quiere esa señora?
-¡Terry, Terry!
Terry veía como esa mujer corría a lo largo del muelle sin realmente fijarse en donde pisaba, Terry observo como caía al frio pavimento del muelle y no puedo evitar gritar.
-¡cuidado!
-Vamos al camarote hace demasiado frio aquí
-pero papa … yo
Su padre lo había llevado al camarote mientras escuchaba a la distancia como alguien lo llamaba y lloraba por el.
Fin del Flashback
-esa es mi verdadera madre, la única.
Eleonor se acerco a su hijo y coloco las manos sobre sus hombros mientras ambos miraban por la ventana.
-¡Terry, Terry!-Eleonor sollozaba mientras este se volvía se cobijaba en los brazos de su madre sintiéndose de nuevo un niño pequeño.
-el mismo libro.- decía Terry mientras veía en el escritorio el libro de romeo y Julieta
-libro?
-cada vez que una frase me gustaba y quería subrayarla, ya lo habías hecho tú.-
-Terry.- Eleonor sentía un sentimiento muy cálido envolvía su corazón mientras sostenía a Terry en sus brazos.
**********************************************************************************
Candy había salido corriendo del estudio llorando profusamente, salió disparada sin saber a donde ir, pero de alguna manera había llegado al sepulcro de su madre, se hecho sobre el y lloro abiertamente como si pudiera encontrar consuelo en la fría piedra.
Después de hablar con su madre, Terry debía buscar a Candy le preocupaba el estado en que salió del despacho estaba tan alterada, no sabia por donde buscarla, pero sus pasos lo guiaron al sepulcro de la madre de Candy, donde la encontró llorando desconsoladamente, Terry sintió que su corazón se encogió al verla llorar con tanto dolor, por lo que silenciosamente se acerco a ella y la cobijo entre sus brazos permitiéndole llorar libremente.
Candy no había sido consiente en que momento había llegado y la había cobijado entre sus brazos pero sin duda se lo agradecía enormemente, pero tenia curiosidad por saber que había pasado con su madre.
Levantándose un poco para verlo al los ojos le pregunto.
-tu madre, Terry que paso con tu madre?
Y Terry le conto lo sucedido entre su madre y el, que aunque se habían reconciliado, había tenido que marcharse pero prometió volver pronto para conocer a Candy.
-me alegra que sean madre e hijo otra vez. #
-así es y gracias a tu ayuda Candy
-no me hagas avergonzar
-estaba encerrado en mi odio contra mi madre
-te sientes mucho mejor, no es así, verdad Terry?
-si pero ahora es tu turno
-mi turno?.- Candy estaba desconcertada que quería decir Terry con que ahora era su turno.
-te ayudare a salir de tu caparazón. ¡Vamos Candy!.
-adonde me llevas?
Terry la tomo del brazo y la dirigió por el bosque a su yegua Teodora, sabia que Candy le temía a los caballos ya que Albert le había dicho que candy les temía desde el día en que vio a su padre caer de uno y morir, deseaba ayudarla superarlo.
-tienes que decirme adonde me llevas Terry?
Cuando estuvieron lo suficientemente cerca para escuchar relinchar a Teodora, Candy se paralizo al ver a una hermosa yegua blanca que estaba atada aun árbol cercano, quería escapar pero era demasiado tarde para siquiera intentarlo, ya que Terry se encontraba detrás de ella evitando que escapara.
-Cálmate
-no, no me gustan los caballos.
-por que no, acaso te recuerdan a tu padre.- Terry tomo de los brazos a Candy fuertemente, no le permitiera escapar debía enfrentar su dolor y superarlo.
-¡suéltame!.-Candy se rebatía en la presa de Terry pero era inútil.
-Vamos Candy, ¡sube!.- sin decir mas Terry la arrastro al caballo mientras ella lloraba y le decía.
-no, no quiero, suéltame, no, no.-
Candy sollozaba entre palabras, pero aun así Terry la tomo por la cintura y la subió al caballo para luego subir el
-adelante
-Terry déjame bajar
-cállate o te caerás, ¡vamos!.- Terry espoleo con su bota el costado de Teodora que provoco que se levantara en dos patas lo que hizo que Candy se abrazara a su pecho mientras sollozaba y Teodora comenzaba a cabalgar a toda velocidad.
-el ruido de los cascos aquel día también.
El ruido de los cascos hizo que Candy recordara el día en que murió su padre.
Flashback
-Candy cabalgaba con su padre en la colina, le enseñaba a cabalgar, cuando el caballo de su padre piso un trampa, provocando que el caballo se moviera como un látigo salvaje y que su padre saliera volando por los aires y que al caer se rompiera el cuello provocando su inmediata muerte, y ella gritaba a su padre que jamás respondió a sus llamados.
Fin del flashback
-llora, llora todo lo que quieras
-detén el caballo por favor.- fue difícil para Terry tener que seguir aun cuando ella le suplicaba parar.
-sigue llamando a tu padre, ¡llámalo!
-Terry
-¡llama a tu padre si es que tienes miedo, que esperas llámalo, llámalo, llámalo!
-¡déjame bajar!
-¡llama a tu padre, por que no lo llamas, llámalo!
-¡Basta!
-Están muertos, tus padres nunca volverán, tienes que olvidarlo entiendes.
-Candy tienes que abrir los ojos, mira a tu alrededor no mires hacia atrás, mira hacia adelante siempre tienes que mirar hacia adelante.- poco a poco Candy volvía la vista hacia al camino que tenia hacia adelante, mientras Terry aminoraba la marcha del caballo.
(La luz del sol es deslumbrante, los arboles, el pasto, las flores están frescos y vivos) pensaba Candy mientras sentía como poco a poco las brisa del viento se llevaba sus lagrimas y su dolor.
-Tus padres están muertos Candy, pero ocurre que nosotros estamos vivos y tenemos que seguir viviendo como los arboles, el pasto, arroja el peso de tu corazón Candy.
Poco a poco candy se percataba que Terry tenía razón, fue como si en su memoria se disolviera una barrera que le impedía ser feliz.
Continuara…..
Próximo Capitulo se mía.
* Candy Candy cap. 14 "Anthony mío" (Kyoko Mizuki y Yumiko Igarashi)
#Candy Candy capitulo 44 "lazos de sangre" (Kyoko Mizuki y Yumiko Igarashi)
cap 25 juegos de sabanas
un amor inesperado
Capitulo 25 juegos de sabanas
Susana se apresuro a la cocina, esta vez seria ella quien llevaría la cena a Terry, pensó en llevarle avena, no sabia que había recomendado el doctor, pero debía cuidar de Terry, quiso estrangular a la cocinera cuando le dijo que debía esperar a que la preparara, había pensado en tomar cualquier cosa pero decidió esperar, por lo pronto se pondría mas hermosa, regreso a su habitación y tomo su vestido azul de terciopelo que le daba un gran escote, cepillo su cabello y se coloco un poco de perfume, se coloco un poco de labial carmín, ya estaba lista, regreso a la cocina y tomo una bandeja, y se encamino a la habitación de Terry, subió por las escaleras, al llegar al pasillo miro por todos lados esperando no encontrarse con Candy o Ruth.
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Ruth había ayudado a Candy a darse un baño y enfundarse en vestido color rojo con encaje blanco en el escote y hombros, dejo su cabello suelto ya que se encontraba mojado, no hacia falta maquillar a Candy ya tenia un rubor en sus mejillas, el color rosado de sus labios en conjunto con sus ojos verdes lucia simplemente divina, Ruth había salido de la habitación para cerciorarse que Terry seguía dormido, dejando a Candy terminando de arreglarse, camino por el pasillo cuando se encontró con Gusana.
-que es lo que haces aquí Susana.
-déjame en paz quieres, quítate de en medio.
-ya te dije que tienes prohibido entrar a ver al señor, así que márchate Susana.
-y ya te dije yo que no eras nadie para prohibirme ver a Terry.
-pero yo si.-
Candy había salido de su habitación y se apresuro al escuchar que Ruth discutía con alguien, había escuchado todo y no entendía porque pero no permitiría que Susana se acercara Terry, si era necesario la sacaría ella misma.
Susana palideció un poco al encontrarse frente a Candy, no esperaba verla, pero no le temía, irguió su rostro de manera altiva y le dijo.
-tu tampoco eres nadie para prohibirme algo, solo eres una intrusa en la vida de Terry y en la mía, una vez que te largues estará resuelto, tu no lo amas como yo, solo eres un lastre en la vida de Terry.- Susana había levantado la voz.
-tal vez sea una intrusa pero soy su esposa y no permitiré que una sirvienta como tu me levante la voz.
-te grito y te llamo como me da la gana por que eres una estúpida, solo eres una niña rica y mimada que no ve lo afortunada que es al haberse casado con un hombre como Terry, eres solo una estúpida que se pasaba los días llorando.
Candy sintió hervir su sangre no permitiría que Susana la humillara mas, estaba furiosa que se creía para hablarle de ese modo, levanto su mano para abofetearla pero Susana lo vio venir y había soltado la bandeja, provocando que hiciera un ruido ensordecedor al tocar el piso y detuvo la mano de candy.
-no permitiré que me vuelvas a tocar, es mas me las pagaras por haberme abofeteado el otro día.
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Terry despertó de un sueño muy placentero cuando escucho voces en pasillo había llamado a Candy y a Ruth para que le informara que pasaba pero nadie parecía escucharlo, trato de llamarla mas fuerte pero fue inútil, trato de levantarse pero regreso a la cama pensando en lo que le diría Candy si lo veía fuera de la cama, pero un sonido ensordecedor lo hizo reconsiderar y sin pensarlo mas se levanto de la cama y se dirigió al pasillo, lo que vio casi provoca que su corazón saliera del pecho.
Susana estaba frente a Candy con la mano en el aire preparándose para golpear a Candy en pleno rostro.
-No.- grito pero fuero demasiado tarde la mano de Gusana se impacto contra el rostro de Candy, mandándola al suelo.
Terry corrió al lado de Candy y la acurruco entre sus brazos, miraba a Gusana con ojos llenos de rabia, de no ser porque estaba mas preocupado por Candy la arrojaría por la ventana ahí mismo.
-Candy estas bien, vamos háblame.
-porque estas fuera de la cama Terry.
A pesar de encontrarse en el piso Candy se preocupaba por el, a locual le dio una débil sonrisa ante su comentario, Terry deseaba tomar a Candy entre sus brazos pero un dolor que le cruzo por el hombro le recordó que no podía, por lo que se conformo con ayudarla a ponerse de pie.
Susana estaba impávida, no podía creer que frente a ella estuviera Terry mirándola como si fuera un bicho al cual aplastar, se llevo la mano a la boca, sabia que había sido un gran error abofetear a Candy, no le dio oportunidad a Terry de decir nada mas, salió corriendo hacia la habitación de su madre, con los ojos llenos de lagrimas.
-Candy estas bien?
-si, estoy bien, pero por que estas fuera de la cama, vamos te ayudare a regresar a la cama.
Diciendo esto candy le paso el brazo por la cintura a Terry y este le paso el brazo por los hombros a Candy, estaban por regresar a la habitación cuando Terry se detuvo en seco y le dijo a Ruth.
-diles a Susana y a su madre que están despedidas, las quiero fuera de aquí a primera hora.
El tono de Terry estaba cargado de autoridad, no dejaba oportunidad para hacerlo reconsiderar su decisión, Ruth solo asintió con la cabeza y comenzó a limpiar el desorden que Gusana había hecho mientras Candy y Terry regresaban a la habitación.
Candy ayudo a Terry a regresar en la cama estaba por sentarse en el sofá que había ocupado esta mañana pero Terry la detuvo.
-siéntate en la cama, déjame examinarte.
-Terry no hace falta estoy bien.
-yo soy el doctor y seré yo quien diga si estas bien o no.
Candy puso los ojos en blanco pero se sentó de mala gana en la cama después de que Terry le hiciera un espacio.
-haber déjame ver.- Terry tomo el rostro de Candy entre la mano y lo examino cuidadosamente.
-te duele?
-solo un poco
-sabes con que se cura los golpes pecosa?.- le dijo Terry enarcando una ceja y una sonrisa juguetona.
-no, con que?
-con un beso.
-con un beso?
-si quieres ver.- Terry no oportunidad a Candy de responder, deposito un tibio y cálido beso en su mejilla y siguió depositando besos breves y dulces a lo largo de toda la mejilla de Candy, poco a poco se abría paso hacia su boca, sentía como Candy aunque estaba tensa al principio empezaba acostumbrarse a sus besos.
Terry rozo la comisura de los labios de Candy los sintió temblar ante su ligero toque, los rozo una y otra vez para ver cual era la reacción de Candy, sin pensarlo dos veces se decidió a besarla de nuevo, necesitaba beber de sus labios, recordar el placer que sintió al explorar esa pequeña boca.
Candy no sabia porque pero necesitaba sentirse cerca de Terry, había pasado toda la tarde tratando de controlar su deseo de volver a besarlo, pero al estar sentir un rastro húmedo por su mandíbula, cada beso hacia que se le cortara la respiración y su corazón latiera apresuradamente, cuando Terry rozo la comisuras de sus labios la hizo estremecer de pies y cabeza, no pensó en nada mas y se dejo llevar por lo que Terry la hacia sentir, instintivamente llevo sus manos al cuello de Terry tratando de profundizar mas el beso, deseaba estar mas cerca del, deseaba mas.
Estaban tan concentrados en ellos mismos que no notaron la presencia de Ruth hasta que el sonido de la puerta al cerrarse los hizo separarse.
Ruth había entrado a la habitación y no había podido evitar que Beth entrara sin hacer ruido ya que al momento de entrar con la cena dejo azotar la puerta.
Candy pretendía salir de la cama inmediatamente pero Terry se lo impidió pasándole el brazo por la cintura y atrayéndola más hacia el, Candy enrojeció furiosamente, cosa que a Terry le pareció de lo más lindo y divertido.
-sentimos interrumpir, pero ya esta lista la cena.
-bien déjala por ahí nosotros nos haremos cargo Ruth.
-Ohh lo olvida pero el doctor envió al mensajero para decir que no podrá venir en los próximos días.
-no vendrá entonces debemos buscar a otro doctor.
-no, no hace falta pecosa, te olvidas que soy medico, yo solo puedo revisar la herida.
-en verdad puedes hacer eso?
-claro porque lo dudas, además tengo a una pecosa enfermera que me ayudara en caso necesario.
-pero yo no se nada de medicina Terry, no podría ayudarte.
-no, no sabes nada pero aprenderás, yo te enseñare lo necesario para que seas una buena enfermera, te gustaría pecas?
-de verdad harías eso Terry?, sí, si me gustaría mucho.
-entonces no se hable mas del asunto, te enseñare medicina por las tardes y leeremos teatro por la mañana, que te parece pecosa?
-si pero por ahora debes cenar, mañana será otro día.
Candy se levanto de la cama a tomar los platos que había en la bandeja en la mesa, había dos vasos de leche tibia y rebanas de pan tostado con mermelada de arándano, regreso a la cama con Terry.
-pero porque esperar hasta mañana cuando podemos empezar desde hoy, trae uno de los libros que están en aquel librero, uno de anatomía y te enseñare un poco esta noche.
Candy estaba emocionada, siempre había querido aprender más pero la tía abuela siempre se lo negó diciéndole.
-para una señorita de sociedad no necesita esa clase de conocimientos solo debe ocuparse de atender a su marido y su casa.
Y Anthony mismo no hablaba con ella de lo que aprendía en la universidad a pesar de saber que Candy siempre estaba buscando algo nuevo que aprender, creía que eran temas pocos delicados y un tanto inapropiados para tratarlos con una chica tan linda y refinada como Candy, poco a poco se había hecho a la idea de que seria feliz solo teniendo a su lado al hombre que amaba y ocupándose de su hogar, pero ahora deseaba mas que ser una esposa de adorno, deseaba ser útil como persona y ahorra Terry le brindaba esa oportunidad.
-por donde empezamos, que será mejor.
-por que no? por los brazos, dime que debo saber para ayudarte.
-esa es una buena idea veamos, préstame tu brazo Candy.
-mi brazo? para que?
-espera y ya veras.
Candy sin pensarlo más extendió su brazo y lo dejo en manos de Terry.
-empecemos por los huesos de los dedos, estas son las falanges.- le dijo candy tomando delicadamente cada dedo de candy y describiendo cada hueso.
Pero mas que enseñarle Terry acariciaba cada parte de la mano de Candy, ser su maestro de anatomía iba a ser muy gratificante.
Hablar de medicina era otra de las cosas que mas apasionaba a Terry se había metido tanto hablando de medicina que no había notado en que momento Candy se quedo dormida a su lado, sus ojos se llenaron de un sentimiento al verla tan hermosa y tranquila que no pudo evitar soltar un suspiro y pasar su mano por su rostro.
-eres tan hermosa.
-te deseo tanto.
Contuvo su deseo de estrecharla en su pecho, y besarla, sin querer esa breve caricia había despertado a Candy, que despertó un tanto desorientada al desconocer un poco el lugar donde estaba.
-donde estoy?
-shhh shhh calma vuelve a dormir Candy, todo esta bien.
Candy volvió a costarse sobre la almohada siguiendo el consejo de Terry, hasta que después de un momento se percato que estaba en la misma cama con Terry y abrió los ojos como platos, de un brinco salió de la cama.
Terry no sabia que hacer para hacer que Candy regresara a la cama.
-si yo fuera tu no saldría la pasillo pecosa.
-y por que no?
-pues ya es mas media noche y todo esta oscuro
-no le temo a la oscuridad así que me voy.
-y a los fantasmas Candy?
-fantasmas?.- Candy palideció un poco ante el comentario de Terry.
-Ohh si hay una viejecilla que camina por los pasillos en la noche, si yo fuera tu no saldría de la habitación.
-mientes no hay nadie.-
Candy abrió la puerta y puso un pie en el pasillo cuando escucho un ruido, el cual la hizo gritar y regresar corriendo a la cama para arrojarse en brazos de Terry.
Terry estaba feliz, era una idea tonta la que se le había ocurrido pero había funcionado bastante bien incluso había le había salido a la perfeccion ese ruidillo que hizo que Candy se asustara, solo envolvió a Candy en sus brazos hasta que esta se tranquilizo un poco.
Candy se refugio en brazos de Terry, ciertamente le tenia miedo a los fantasmas y todo gracias a un cuento que Anthony, Stear y Archíe les habían contado a ella y Annie cuando eran niñas, aunque al final confesaron que era un juego para asustarlas, Candy siempre tuvo miedo de los fantasmas y ahora ahí estaba escondiéndose en la cama de Terry, poco a poco tomo conciencia de que estaba en sus brazos, entonces su preocupación y miedo fue otra, sus sentidos se embotaron de la fragancia de Terry, pese a sentirse segura se obligo a pensar en alguna manera de salir de la habitación, no sabia que pasaría si se quedaba toda la noche.
-Terry acompáñame a mi habitación?
La voz tímida de Candy saco a Terry de la ensoñación que tenia, no la pensaba dejar ir, aun sí la tenia que atar a la cama.
-yo no puedo, se te olvida que estoy herido, el doctor y una pecosa enfermera me han prohibido salir de la cama.
Menudo tramposo, estar herido no le impidió salir cuando Susana armo aquel alboroto, pero si le pido que me acompañe se hace el cobarde, Candy hizo una mueca de disgusto al oír lo que Terry le decía.
-mejor dime que tienes miedo a los fantasmas Terry.
-yo no les tengo miedo, de hecho a veces platico con ellos y créeme a veces no son nada agradables.
Candy palideció al escuchar comentario de Terry, que haría ahora, se quedo muda no sabia que hacer y menos que decir, Terry soltó una risilla al ver su expresión y le dijo.
-tienes dos opciones pecas, una puedes dormir en el sofá o puedes dormir conmigo en la cama
Terry titubeo un poco al notar como Candy se ponía tensa debía pensar en decir algo que la tranquilizara y le hiciera confiar en el.
-puedes dormir tranquila no te hare daño, tienes mi palabra.
Candy solo asintió con la cabeza, las palabras de Terry de alguna manera la había tranquilizado, algo en tono de voz de Terry le decía que podía confiar en el, Candy pensó en pedirle a Terry una de sus pijamas cuando noto que en la mesa estaba un camisón de ella, se alegro al pensar que al menos no tendría que dormir con la ropa de Terry, lo tomo y se dirigió al baño.
Candy se cambio en silencio, estaba por salir cuando decidió verse en el espejo antes de salir, casi se le salen los ojos al notar lo que llevaba puesto, el camisón era de gasa con lazos azules, era corto y con un escote muy provocativo, Candy Trago saliva en seco, que iba hacer ahora, no podía salir así como así, iba a matar a Ruth por semejante ocurrencia. Busco dentro del baño algo que le cubriera un poco mas, pero solo encontró la bata de Baño de Terry y dormir con ella seria bastante incomodo.
Mientras tanto afuera en la habitación Terry se revolvía en la cama pensado en la mejor manera de hacer que Candy confiara en el y a la vez encontrar las fuerzas suficientes para no hacerla su mujer en el instante, estaba inmerso en sus ideas cuando la voz de candy resonó detrás de la puerta del baño.
-voy a salir, será mejor que estés dormido y no me mires.
Que diantres querida decir con eso, que no la mirara que acaso pensaba salir desnuda, la sola idea provoco que las hormonas de Terry explotaran en su interior, como se supone que iba a cumplir con su promesa de mantenerla segura cuando no podía siquiera controlar sus impulsos, de pronto escucho abrirse la puerta del baño por lo que cerro los ojos y trato de relajar su respiración, cualquiera que lo viera en ese estado daría por sentado que esta dormido.
Escucho cada paso que daba como si fuera de plomo, el sonido retumbaba por toda la habitación, contuvo la respiración y camino hasta la cama donde encontró a Terry dormido, en silencio se quito la bata y se metió en la cama por de bajo de las sabanas, ya que Terry dormía sobre ellas, se giro sobre la cama quedando sobre su costado, trataba de conciliar el sueño pero le resultaba imposible, se revolvió sobre la cama muchas veces, se giro de un lado y de otro pero no conseguía dormir, se giro y observo a Terry dormir tranquilamente.
-como es posible que duerma como un tronco, mientras a mi me inquieta demasiado
Su corazón latía demasiado deprisa y se sentía acalorada, poco a poco se fue hundiendo en un sopor que la hizo dormir profundamente cuando sintió como si algo muy cálido la envolvía haciéndole mas confortable el sueño.
Sentía latir su corazón en la garganta y parecía que latía tan fuerte que podría escucharlo desde el otro lado de la habitación, como conseguiría dormir después de haber visto a Candy con ese camisón que parecía tener escrito "arráncame" aunque el camisón no era ni la mitad de sexy que había visto en otras mujeres, pero con Candy todo era diferente, si hubiera salido del baño vestida hasta el cuello, el resultado habría sido el mismo, Candy se movía tanto, y con cada movimiento parecía tentar su control, estaba a punto de volverse y tomarla cuando la escucho hablar.
Como era posible que creyera que estaba dormido, estaba mas despierto que cualquier otra noche de su vida, gracias a dios parecía que Candy se había dormido, poco a poco se relajo y se quedo dormido, Terry en medio de su sueño se volvió y tomo a Candy en sus brazos estrechándola contra su pecho.
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Susana entro llorando ala habitación, se había arrojado a las piernas de su madre, llorando abiertamente y diciendo.
-mama, mama, lo arruine, lo eche todo a perder.
-Susana que hiciste, cálmate que no te entiendo.
-oh mama, mama
Pero Susana no consiguió decir nada coherente, solo sollozaba, llamando entre sus sollozos a su madre y a Terry.
Su madre trato de calmarla para que fuera lo que había hecho, pero no había conseguido nada solo que Susana se quedara dormida después de llorar tanto.
Su madre se preguntaba por enésima que era lo que había pasado, ya era cerca de media noche cuando tocaron a su puerta, molesta se levanto de la cama y abriola puerta de mala gana.
-que es lo que quieres Ruth?
-que se marchen, han sido despedidas, el señor Granchester quiere que se marchen mañana a primera hora
-que? Por que?
-eso pregúntaselo a Susana.
Sin decir más Ruth desapareció por el pasillo y se dirigió a su habitación.
La madre de Susana trato de despertarla pero fui inútil, Susana no se movió.
Que pasaría ahora, a donde irían, de que vivirían, pero antes de marcharse debía hacer algo y lo haría a primera hora solo esperaba que le diera resultados.
Continuara…
Próximo capitulo lazos de sangre
Capitulo 25 juegos de sabanas
Susana se apresuro a la cocina, esta vez seria ella quien llevaría la cena a Terry, pensó en llevarle avena, no sabia que había recomendado el doctor, pero debía cuidar de Terry, quiso estrangular a la cocinera cuando le dijo que debía esperar a que la preparara, había pensado en tomar cualquier cosa pero decidió esperar, por lo pronto se pondría mas hermosa, regreso a su habitación y tomo su vestido azul de terciopelo que le daba un gran escote, cepillo su cabello y se coloco un poco de perfume, se coloco un poco de labial carmín, ya estaba lista, regreso a la cocina y tomo una bandeja, y se encamino a la habitación de Terry, subió por las escaleras, al llegar al pasillo miro por todos lados esperando no encontrarse con Candy o Ruth.
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Ruth había ayudado a Candy a darse un baño y enfundarse en vestido color rojo con encaje blanco en el escote y hombros, dejo su cabello suelto ya que se encontraba mojado, no hacia falta maquillar a Candy ya tenia un rubor en sus mejillas, el color rosado de sus labios en conjunto con sus ojos verdes lucia simplemente divina, Ruth había salido de la habitación para cerciorarse que Terry seguía dormido, dejando a Candy terminando de arreglarse, camino por el pasillo cuando se encontró con Gusana.
-que es lo que haces aquí Susana.
-déjame en paz quieres, quítate de en medio.
-ya te dije que tienes prohibido entrar a ver al señor, así que márchate Susana.
-y ya te dije yo que no eras nadie para prohibirme ver a Terry.
-pero yo si.-
Candy había salido de su habitación y se apresuro al escuchar que Ruth discutía con alguien, había escuchado todo y no entendía porque pero no permitiría que Susana se acercara Terry, si era necesario la sacaría ella misma.
Susana palideció un poco al encontrarse frente a Candy, no esperaba verla, pero no le temía, irguió su rostro de manera altiva y le dijo.
-tu tampoco eres nadie para prohibirme algo, solo eres una intrusa en la vida de Terry y en la mía, una vez que te largues estará resuelto, tu no lo amas como yo, solo eres un lastre en la vida de Terry.- Susana había levantado la voz.
-tal vez sea una intrusa pero soy su esposa y no permitiré que una sirvienta como tu me levante la voz.
-te grito y te llamo como me da la gana por que eres una estúpida, solo eres una niña rica y mimada que no ve lo afortunada que es al haberse casado con un hombre como Terry, eres solo una estúpida que se pasaba los días llorando.
Candy sintió hervir su sangre no permitiría que Susana la humillara mas, estaba furiosa que se creía para hablarle de ese modo, levanto su mano para abofetearla pero Susana lo vio venir y había soltado la bandeja, provocando que hiciera un ruido ensordecedor al tocar el piso y detuvo la mano de candy.
-no permitiré que me vuelvas a tocar, es mas me las pagaras por haberme abofeteado el otro día.
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Terry despertó de un sueño muy placentero cuando escucho voces en pasillo había llamado a Candy y a Ruth para que le informara que pasaba pero nadie parecía escucharlo, trato de llamarla mas fuerte pero fue inútil, trato de levantarse pero regreso a la cama pensando en lo que le diría Candy si lo veía fuera de la cama, pero un sonido ensordecedor lo hizo reconsiderar y sin pensarlo mas se levanto de la cama y se dirigió al pasillo, lo que vio casi provoca que su corazón saliera del pecho.
Susana estaba frente a Candy con la mano en el aire preparándose para golpear a Candy en pleno rostro.
-No.- grito pero fuero demasiado tarde la mano de Gusana se impacto contra el rostro de Candy, mandándola al suelo.
Terry corrió al lado de Candy y la acurruco entre sus brazos, miraba a Gusana con ojos llenos de rabia, de no ser porque estaba mas preocupado por Candy la arrojaría por la ventana ahí mismo.
-Candy estas bien, vamos háblame.
-porque estas fuera de la cama Terry.
A pesar de encontrarse en el piso Candy se preocupaba por el, a locual le dio una débil sonrisa ante su comentario, Terry deseaba tomar a Candy entre sus brazos pero un dolor que le cruzo por el hombro le recordó que no podía, por lo que se conformo con ayudarla a ponerse de pie.
Susana estaba impávida, no podía creer que frente a ella estuviera Terry mirándola como si fuera un bicho al cual aplastar, se llevo la mano a la boca, sabia que había sido un gran error abofetear a Candy, no le dio oportunidad a Terry de decir nada mas, salió corriendo hacia la habitación de su madre, con los ojos llenos de lagrimas.
-Candy estas bien?
-si, estoy bien, pero por que estas fuera de la cama, vamos te ayudare a regresar a la cama.
Diciendo esto candy le paso el brazo por la cintura a Terry y este le paso el brazo por los hombros a Candy, estaban por regresar a la habitación cuando Terry se detuvo en seco y le dijo a Ruth.
-diles a Susana y a su madre que están despedidas, las quiero fuera de aquí a primera hora.
El tono de Terry estaba cargado de autoridad, no dejaba oportunidad para hacerlo reconsiderar su decisión, Ruth solo asintió con la cabeza y comenzó a limpiar el desorden que Gusana había hecho mientras Candy y Terry regresaban a la habitación.
Candy ayudo a Terry a regresar en la cama estaba por sentarse en el sofá que había ocupado esta mañana pero Terry la detuvo.
-siéntate en la cama, déjame examinarte.
-Terry no hace falta estoy bien.
-yo soy el doctor y seré yo quien diga si estas bien o no.
Candy puso los ojos en blanco pero se sentó de mala gana en la cama después de que Terry le hiciera un espacio.
-haber déjame ver.- Terry tomo el rostro de Candy entre la mano y lo examino cuidadosamente.
-te duele?
-solo un poco
-sabes con que se cura los golpes pecosa?.- le dijo Terry enarcando una ceja y una sonrisa juguetona.
-no, con que?
-con un beso.
-con un beso?
-si quieres ver.- Terry no oportunidad a Candy de responder, deposito un tibio y cálido beso en su mejilla y siguió depositando besos breves y dulces a lo largo de toda la mejilla de Candy, poco a poco se abría paso hacia su boca, sentía como Candy aunque estaba tensa al principio empezaba acostumbrarse a sus besos.
Terry rozo la comisura de los labios de Candy los sintió temblar ante su ligero toque, los rozo una y otra vez para ver cual era la reacción de Candy, sin pensarlo dos veces se decidió a besarla de nuevo, necesitaba beber de sus labios, recordar el placer que sintió al explorar esa pequeña boca.
Candy no sabia porque pero necesitaba sentirse cerca de Terry, había pasado toda la tarde tratando de controlar su deseo de volver a besarlo, pero al estar sentir un rastro húmedo por su mandíbula, cada beso hacia que se le cortara la respiración y su corazón latiera apresuradamente, cuando Terry rozo la comisuras de sus labios la hizo estremecer de pies y cabeza, no pensó en nada mas y se dejo llevar por lo que Terry la hacia sentir, instintivamente llevo sus manos al cuello de Terry tratando de profundizar mas el beso, deseaba estar mas cerca del, deseaba mas.
Estaban tan concentrados en ellos mismos que no notaron la presencia de Ruth hasta que el sonido de la puerta al cerrarse los hizo separarse.
Ruth había entrado a la habitación y no había podido evitar que Beth entrara sin hacer ruido ya que al momento de entrar con la cena dejo azotar la puerta.
Candy pretendía salir de la cama inmediatamente pero Terry se lo impidió pasándole el brazo por la cintura y atrayéndola más hacia el, Candy enrojeció furiosamente, cosa que a Terry le pareció de lo más lindo y divertido.
-sentimos interrumpir, pero ya esta lista la cena.
-bien déjala por ahí nosotros nos haremos cargo Ruth.
-Ohh lo olvida pero el doctor envió al mensajero para decir que no podrá venir en los próximos días.
-no vendrá entonces debemos buscar a otro doctor.
-no, no hace falta pecosa, te olvidas que soy medico, yo solo puedo revisar la herida.
-en verdad puedes hacer eso?
-claro porque lo dudas, además tengo a una pecosa enfermera que me ayudara en caso necesario.
-pero yo no se nada de medicina Terry, no podría ayudarte.
-no, no sabes nada pero aprenderás, yo te enseñare lo necesario para que seas una buena enfermera, te gustaría pecas?
-de verdad harías eso Terry?, sí, si me gustaría mucho.
-entonces no se hable mas del asunto, te enseñare medicina por las tardes y leeremos teatro por la mañana, que te parece pecosa?
-si pero por ahora debes cenar, mañana será otro día.
Candy se levanto de la cama a tomar los platos que había en la bandeja en la mesa, había dos vasos de leche tibia y rebanas de pan tostado con mermelada de arándano, regreso a la cama con Terry.
-pero porque esperar hasta mañana cuando podemos empezar desde hoy, trae uno de los libros que están en aquel librero, uno de anatomía y te enseñare un poco esta noche.
Candy estaba emocionada, siempre había querido aprender más pero la tía abuela siempre se lo negó diciéndole.
-para una señorita de sociedad no necesita esa clase de conocimientos solo debe ocuparse de atender a su marido y su casa.
Y Anthony mismo no hablaba con ella de lo que aprendía en la universidad a pesar de saber que Candy siempre estaba buscando algo nuevo que aprender, creía que eran temas pocos delicados y un tanto inapropiados para tratarlos con una chica tan linda y refinada como Candy, poco a poco se había hecho a la idea de que seria feliz solo teniendo a su lado al hombre que amaba y ocupándose de su hogar, pero ahora deseaba mas que ser una esposa de adorno, deseaba ser útil como persona y ahorra Terry le brindaba esa oportunidad.
-por donde empezamos, que será mejor.
-por que no? por los brazos, dime que debo saber para ayudarte.
-esa es una buena idea veamos, préstame tu brazo Candy.
-mi brazo? para que?
-espera y ya veras.
Candy sin pensarlo más extendió su brazo y lo dejo en manos de Terry.
-empecemos por los huesos de los dedos, estas son las falanges.- le dijo candy tomando delicadamente cada dedo de candy y describiendo cada hueso.
Pero mas que enseñarle Terry acariciaba cada parte de la mano de Candy, ser su maestro de anatomía iba a ser muy gratificante.
Hablar de medicina era otra de las cosas que mas apasionaba a Terry se había metido tanto hablando de medicina que no había notado en que momento Candy se quedo dormida a su lado, sus ojos se llenaron de un sentimiento al verla tan hermosa y tranquila que no pudo evitar soltar un suspiro y pasar su mano por su rostro.
-eres tan hermosa.
-te deseo tanto.
Contuvo su deseo de estrecharla en su pecho, y besarla, sin querer esa breve caricia había despertado a Candy, que despertó un tanto desorientada al desconocer un poco el lugar donde estaba.
-donde estoy?
-shhh shhh calma vuelve a dormir Candy, todo esta bien.
Candy volvió a costarse sobre la almohada siguiendo el consejo de Terry, hasta que después de un momento se percato que estaba en la misma cama con Terry y abrió los ojos como platos, de un brinco salió de la cama.
Terry no sabia que hacer para hacer que Candy regresara a la cama.
-si yo fuera tu no saldría la pasillo pecosa.
-y por que no?
-pues ya es mas media noche y todo esta oscuro
-no le temo a la oscuridad así que me voy.
-y a los fantasmas Candy?
-fantasmas?.- Candy palideció un poco ante el comentario de Terry.
-Ohh si hay una viejecilla que camina por los pasillos en la noche, si yo fuera tu no saldría de la habitación.
-mientes no hay nadie.-
Candy abrió la puerta y puso un pie en el pasillo cuando escucho un ruido, el cual la hizo gritar y regresar corriendo a la cama para arrojarse en brazos de Terry.
Terry estaba feliz, era una idea tonta la que se le había ocurrido pero había funcionado bastante bien incluso había le había salido a la perfeccion ese ruidillo que hizo que Candy se asustara, solo envolvió a Candy en sus brazos hasta que esta se tranquilizo un poco.
Candy se refugio en brazos de Terry, ciertamente le tenia miedo a los fantasmas y todo gracias a un cuento que Anthony, Stear y Archíe les habían contado a ella y Annie cuando eran niñas, aunque al final confesaron que era un juego para asustarlas, Candy siempre tuvo miedo de los fantasmas y ahora ahí estaba escondiéndose en la cama de Terry, poco a poco tomo conciencia de que estaba en sus brazos, entonces su preocupación y miedo fue otra, sus sentidos se embotaron de la fragancia de Terry, pese a sentirse segura se obligo a pensar en alguna manera de salir de la habitación, no sabia que pasaría si se quedaba toda la noche.
-Terry acompáñame a mi habitación?
La voz tímida de Candy saco a Terry de la ensoñación que tenia, no la pensaba dejar ir, aun sí la tenia que atar a la cama.
-yo no puedo, se te olvida que estoy herido, el doctor y una pecosa enfermera me han prohibido salir de la cama.
Menudo tramposo, estar herido no le impidió salir cuando Susana armo aquel alboroto, pero si le pido que me acompañe se hace el cobarde, Candy hizo una mueca de disgusto al oír lo que Terry le decía.
-mejor dime que tienes miedo a los fantasmas Terry.
-yo no les tengo miedo, de hecho a veces platico con ellos y créeme a veces no son nada agradables.
Candy palideció al escuchar comentario de Terry, que haría ahora, se quedo muda no sabia que hacer y menos que decir, Terry soltó una risilla al ver su expresión y le dijo.
-tienes dos opciones pecas, una puedes dormir en el sofá o puedes dormir conmigo en la cama
Terry titubeo un poco al notar como Candy se ponía tensa debía pensar en decir algo que la tranquilizara y le hiciera confiar en el.
-puedes dormir tranquila no te hare daño, tienes mi palabra.
Candy solo asintió con la cabeza, las palabras de Terry de alguna manera la había tranquilizado, algo en tono de voz de Terry le decía que podía confiar en el, Candy pensó en pedirle a Terry una de sus pijamas cuando noto que en la mesa estaba un camisón de ella, se alegro al pensar que al menos no tendría que dormir con la ropa de Terry, lo tomo y se dirigió al baño.
Candy se cambio en silencio, estaba por salir cuando decidió verse en el espejo antes de salir, casi se le salen los ojos al notar lo que llevaba puesto, el camisón era de gasa con lazos azules, era corto y con un escote muy provocativo, Candy Trago saliva en seco, que iba hacer ahora, no podía salir así como así, iba a matar a Ruth por semejante ocurrencia. Busco dentro del baño algo que le cubriera un poco mas, pero solo encontró la bata de Baño de Terry y dormir con ella seria bastante incomodo.
Mientras tanto afuera en la habitación Terry se revolvía en la cama pensado en la mejor manera de hacer que Candy confiara en el y a la vez encontrar las fuerzas suficientes para no hacerla su mujer en el instante, estaba inmerso en sus ideas cuando la voz de candy resonó detrás de la puerta del baño.
-voy a salir, será mejor que estés dormido y no me mires.
Que diantres querida decir con eso, que no la mirara que acaso pensaba salir desnuda, la sola idea provoco que las hormonas de Terry explotaran en su interior, como se supone que iba a cumplir con su promesa de mantenerla segura cuando no podía siquiera controlar sus impulsos, de pronto escucho abrirse la puerta del baño por lo que cerro los ojos y trato de relajar su respiración, cualquiera que lo viera en ese estado daría por sentado que esta dormido.
Escucho cada paso que daba como si fuera de plomo, el sonido retumbaba por toda la habitación, contuvo la respiración y camino hasta la cama donde encontró a Terry dormido, en silencio se quito la bata y se metió en la cama por de bajo de las sabanas, ya que Terry dormía sobre ellas, se giro sobre la cama quedando sobre su costado, trataba de conciliar el sueño pero le resultaba imposible, se revolvió sobre la cama muchas veces, se giro de un lado y de otro pero no conseguía dormir, se giro y observo a Terry dormir tranquilamente.
-como es posible que duerma como un tronco, mientras a mi me inquieta demasiado
Su corazón latía demasiado deprisa y se sentía acalorada, poco a poco se fue hundiendo en un sopor que la hizo dormir profundamente cuando sintió como si algo muy cálido la envolvía haciéndole mas confortable el sueño.
Sentía latir su corazón en la garganta y parecía que latía tan fuerte que podría escucharlo desde el otro lado de la habitación, como conseguiría dormir después de haber visto a Candy con ese camisón que parecía tener escrito "arráncame" aunque el camisón no era ni la mitad de sexy que había visto en otras mujeres, pero con Candy todo era diferente, si hubiera salido del baño vestida hasta el cuello, el resultado habría sido el mismo, Candy se movía tanto, y con cada movimiento parecía tentar su control, estaba a punto de volverse y tomarla cuando la escucho hablar.
Como era posible que creyera que estaba dormido, estaba mas despierto que cualquier otra noche de su vida, gracias a dios parecía que Candy se había dormido, poco a poco se relajo y se quedo dormido, Terry en medio de su sueño se volvió y tomo a Candy en sus brazos estrechándola contra su pecho.
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Susana entro llorando ala habitación, se había arrojado a las piernas de su madre, llorando abiertamente y diciendo.
-mama, mama, lo arruine, lo eche todo a perder.
-Susana que hiciste, cálmate que no te entiendo.
-oh mama, mama
Pero Susana no consiguió decir nada coherente, solo sollozaba, llamando entre sus sollozos a su madre y a Terry.
Su madre trato de calmarla para que fuera lo que había hecho, pero no había conseguido nada solo que Susana se quedara dormida después de llorar tanto.
Su madre se preguntaba por enésima que era lo que había pasado, ya era cerca de media noche cuando tocaron a su puerta, molesta se levanto de la cama y abriola puerta de mala gana.
-que es lo que quieres Ruth?
-que se marchen, han sido despedidas, el señor Granchester quiere que se marchen mañana a primera hora
-que? Por que?
-eso pregúntaselo a Susana.
Sin decir más Ruth desapareció por el pasillo y se dirigió a su habitación.
La madre de Susana trato de despertarla pero fui inútil, Susana no se movió.
Que pasaría ahora, a donde irían, de que vivirían, pero antes de marcharse debía hacer algo y lo haría a primera hora solo esperaba que le diera resultados.
Continuara…
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