Un amor inesperado
"los
personajes de Candy Candy no me pertenecen son propiedad de Kyoko
Mizuky e Igarashi, ahora que si fueran míos, Terry, Albert, Anthony,
Stear, Archie, serian solo para mí y no los comparto, (jojojojo así o
mas aborazada?) Escribo esto sin fines de lucro, es solo entretenimiento
y desvaríos de una mente desquiciada. "
Capitulo 34 Los Andley. Parte II
Londres Inglaterra.
Su respiración es tan agitada por los sollozos que provocan que sus pulmones duelan en cada respiración, ha corrido sin mirar y ahora se encuentra frente a una puerta, la cual no le importa el lugar a donde pueda llevarla, solo espera que sea el lugar donde pueda liberar su dolor, sin pensarlo mas gira el pomo de la puerta y entra en la habitación, una vez a dentro corre hacia el rincón mas oscuro a llorar su desdicha.
Sola y en la oscuridad de aquella habitación deja fluir el dolor que le corroe las entrañas, su garganta libera los sollozos que ya no puede contener mas y sus lagrimas bajan sin cesar por su rostro, las cuales se han llevado todo rastro de maquillaje incluyendo sus pasadas alegrías y su escasa esperanza.
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Respira entrecortadamente, la culpa y la carrera agitan sus pulmones oprimiendo su ya aplastado corazón, en su mano esta la perilla de la puerta pero no se atreve a girarla, ha seguido a Annie por todo el salón hasta esta puerta y ahora no puede entrar, le falta valor para afrontar el daño que ha causado, la culpa y el miedo se combina con su cobardía, aquellos sentimientos lo paralizan, dejándolo ahí de pie sin saber que hacer exactamente.
Mantiene la vista fija en aquella puerta, no sabe que hacer, pero desea remediar un poco el daño que le ha causado pero teme que su presencia la lastime mas, aun se debate entre lo que debe hacer cuando un sollozo llega a sus oídos, aquel sonido es tan lastimero y doloroso que no puede soportarlo por lo que cierra los ojos, gira el pomo y entra en la habitación.
La habitación esta en penumbras y difícilmente puede ver por donde camina pero sus demás sentidos se agudizan, sobre todo su oído por lo que guiándose por los sollozos camina hacia la parte mas oscura de la habitación.
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Con pasos sigilosos ha seguido a los chicos hasta esta habitación y no puede evitar preguntarse una y otra vez que es lo que sucede, que ha pasado para que Annie este tan alterada, la situación realmente le preocupa y en cuanto ve desaparecer a Archie de tras de aquella puerta se apresura hacia ella y entra sin hacer ruido, con pasos sigilosos, se mantiene un poco alejada de ellos pero sin embargo esta dispuesta a interceder si es necesario.
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La oscuridad cobija su dolor y el frio mismo envuelve sus pulmones volviendo difícil su respiración y un dolor intenso sofoca su corazón pero su mente es cruel al exponerle la verdad, una verdad que nunca quiso ver.
"Sabia que el corazón de
Archie nunca le había pertenecido pero creía que después de los momentos
que pasaron juntos, de las risas compartidas, de las locuras y
travesuras que realizaron en complicidad la ayudarían a adentrarse en su
corazón, creía que al menos Archie podría amarla aunque fuera un poco,
pero eso no paso, todo aquello solo fue una ilusión, un sueño mas que no
cristalizo."
"Todo este tiempo
sabia que podría haber alguien en el corazón de Archie pero nunca creyó
que su rival fuera Candy, aquello le dolía pero no podía culpar a su
hermana por ser bella y ser todo cuanto ella no es, que tonta había
sido, siempre creyó que con el tiempo Archie llegaría amarla pero ahora
que sabe que en el corazón de Archie siempre ha estado Candy sabe que no
tiene ninguna oportunidad."
Con cada uno de sus pasos puede escuchar cada vez mas claro aquellos sollozos, los cuales le desgarran el corazón y hacen que la culpa le atenace la garganta, sus labios se mueven pero no puede forzarlos a emitir sonido alguno, pero sus pies siguen moviéndose y lo llevan hasta ella, en solo unos instantes puede verla, se encuentra frente a el, un poco encorvada y con el rostro vuelto hacia la pared por lo que no lo ha visto llegar, la habitación esta en penumbras pero el tenue rayo de la luna que se filtra por una ventana le permite ver claramente como tiembla su cuerpo con cada sollozo, aquello le hace sentir miserable y sin que pueda controlar su cuerpo, su mano se posa en su hombro y suavemente la llama.
-Annie..
Aquella voz y la presencia de su tacto provoca que una fría corriente se filtre en su interior, que conforme se adentra en su cuerpo hiela todo a su paso, sus pulmones se colapsan, puede sentir como su interior se congela lentamente hasta que todo su ser se crispa dolorosamente para después quebrarse lentamente mientras su corazón retiene su ultimo aliento, el cual aún en estos momentos lleva su nombre en el.
-Archie
No puede mirarlo a la cara por lo que sigue oculta entre las sombras pero el la hace girarse.
Lo tiene frente a ella pero su naturaleza tímida y cobarde le impiden verlo a la cara por lo que mantiene la vista clavada en el piso pero el trata de hacerle levantar la mirada.
-Annie mírame.- pero ella rehúsa mirarlo
El suspira dramáticamente para después hablarle suavemente.
-Annie vamos mírame, háblame, no me hagas sentir peor háblame, dime algo.
El la toma suavemente de los hombros, mientras trata de hacer que lo mire, para ella aquellas palabras y su tacto no solo la hieren en lo mas profundo de su alma sino que provocan que algo en su interior se desate y sin que pueda evitarlo su voz sube por su garganta y estalla como no lo ha hecho nunca.
-Y que quieres …que te diga que ….. ¿Todo esta bien? …..¿Qué no te preocupes por mí …..Que estaré bien?...- un pesado silencio se cierne sobre ellos.
-pero no es verdad …..Como podría estar bien cuando tu … tu me …. Me engañaste,…. tú solo me usaste para estar cerca de ella…..
-Annie lo siento…. yo nunca quise …- no termina de hablar cuando Annie lo interrumpe
-nunca quisiste que?... Hacerme daño? …. O hacer que mi corazón se emocionara cada vez que me mirabas … o hacer que yo suspirara irremediablemente cuando pronunciabas mi nombre … o que mi cuerpo entero temblara si tus manos rozaban mi piel aun si fuera por accidente …. y cuando me besabas…. ¡por dios! mi corazón se hundía….- Annie golpea su pecho con sus puños mientras dice cada palabra.*
Annie llora sobre su pecho mientras lo golpea con los puños, en cada palabra puede sentir su furia y su dolor por el terrible daño que le ha causado, verla así lo hace sentir culpable y miserable sin que pueda evitarlo sus ojos se inundan de lagrimas e instintivamente sus brazos se mueven para cobijarla pero una voz fría lo detiene.
-¡no te atrevas a tocarla! ¡Aléjate de ella!
Aquella voz los ha tomado por sorpresa a ambos, escucha como Annie contiene la respiración ante la presencia de la tía abuela y ambos retroceden un paso.
-¡tía abuela!.- logra decir con la voz estrangulada por la culpa, el miedo y algo mas que no puede identificar.
-ahórrate tus palabras Archivald sin importar que, no permitiré que le hagas más daño Annie.-
La tía abuela se abre paso entre los dos hasta ponerse al lado de Annie y cobijarla en sus brazos, la cual no duda en aceptar el refugio que le ofrece.
Su boca se abre pero no puede articular palabra alguna en su defensa, sabe que la tía abuela tiene razón ya ha causado demasiado daño, pero no puede quedar como un cobarde y un patán aun cuando lo es, por lo que fuerza a su boca a abrirse una vez mas.
-Annie yo lo sie….- pero es interrumpido por la tía abuela.
-¡basta ya!, Annie no escuches lo que este hombre tiene que decir, siempre ha habido algo que no acababa de gustarme de ti y ahora lo se, ¡eres un hombre de la peor calaña Archivald Cornwell!, alguien que sin duda alguna no merece a mi pequeña por lo que bajo ninguna circunstancia permitiré que Annie termine a tu lado, así que considera anulado el compromiso que había entre ustedes, vamos Annie devuélvele el anillo ahora mismo.
Aquellas palabras provoca que ambos boqueen al mismo tiempo, aun en la oscuridad puede notar como su cuerpo no es el único que se ha paralizado ante aquellas palabras, sin que algunos de los dos atine a reaccionar de modo alguno, la tía abuela insiste con sus palabras.
-vamos Annie, te mereces algo mil veces mejor, créeme será mejor que te deshagas del compromiso ahora….
Sin creer lo que sucede, puede ver como si de una ilusión se tratara como Annie hace un débil y titubeante amago de quitarse la sortija, ver aquello lo hace sentir como si caminara en la cuerda floja y esta apunto de caer.
-vamos Annie haz lo que te digo.- sentencia la tía abuela la ver que Annie titubea al momento de quitarse el anillo.
Con un suspiro largo y tembloroso desliza sus dedos sobre la sortija para después sostenerla en su puño unos instantes para después dejarla sobre la mesilla cercana.
Hacer aquello le resulto mucho mas difícil de lo que creía pues aquella sortija no solo era una joya mas para ella, sino que representaba sus esperanzas, su futuro y lo que creía su felicidad, con el corazón hecho añicos y siendo un esbozo de la chica que alguna vez fue o de lo que podrá ser, sale de la habitación en compañía de la tía abuela.
Pasmado y paralizado con lo que ha sucedido ante sus ojos, aquella situación no solo le han quitado el suelo de los pies sino que ha puesto en su corazón un dolor aplastante pues contemplar aquella sortija sobre la mesilla cercana le hace saber que ha perdido algo valioso que tal vez no pueda recobrar, sin que sea capaz de controlar su cuerpo poco a poco se acerca a la mesa y toma en su mano aquel anillo y lo envuelve en su puño mientras se jura si mismo.
-¡esto no puede terminar así, de hecho aun no termina!
Guarda la sortija en su bolsillo para después dejar la habitación.
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El reloj de la torre esta por marcar la doceava campanada lo cual indicara que la velada pronto culminara, sabe que ha llegado tarde por lo cual no quiere llamar demasiado la atención yha decidido dar una vuelta por los jardines de la mansión para después entrar por la terraza y entonces si una vez a dentro no descansara hasta encontrar a sus nietos.
Espera ver con ansias a una sonriente y bella jovencita bailando de la mano con su hermoso y loco inventor, Ahh aquellos días de su juventud en que los chicos se disputan por bailar una pieza con ella, espera que para su querida Patricia sea igual, y bueno del elegante y rompecorazones Archie no tiene que preocuparse de eso, pues aquel chico tiene a decenas de chicas haciendo fila por el, solo espera que ya se ponga serio con Annie y pongan fecha la boda de una vez, porque si hay amor para que perder el tiempo, en eso pensaba la encanecida dama mientras expide su jocosa risa ante cada ocurrencia de su eternamente joven imaginación.
Después de la caminata por fin ha llegado a la terraza, esta por subir la escalinata cuando nota que en un rincón hay una chica que llora sobre sus rodillas, no quisiera importunar a la criatura con su curiosidad pero algo en aquella chica le parece familiar por lo que se acerca a ella, solo para descubrir que se trata de su querida nieta, sin dudarlo corre a cobijarla en sus brazos, mientras la llama dulcemente.
-¡Pattico!
La chica se cobija entre sus brazos y se aferra fuertemente a su abuela.
Durante algunos minutos Patty no es capaz de articular palabra solo llora sin cesar, cuando logra tranquilizarla sabe que no puede hacerla volver al interior de la mansión por lo que se resuelve a llevarla a casa pero no puede irse sin Archie, debe buscarlo pero como dejar sola a patricia en estas condiciones, por un momento se estruja los sesos pensando que hacer pero realmente no es necesario que haga nada, pues en ese momento doblando la esquina aparece Archie, el cual al ver a su abuela solo puede emitir una pequeña sonrisa para después acercarse y tomar a Patty entre sus brazos.
Al ver a Archie y por la expresión que ocupa su rostro sabe que no ha sido una buena noche para el tampoco por lo cual sin soltar la mano de patricia y mirando dulcemente a ambos les dice.
-¡vamos a casa mis niños!
Caminan en silencio en la oscuridad del jardín hacia la salida mas cercana, sin saber aun lo que sucede se alegra de estar ahí, pues ahora que esta con ellos les enseñara a vivir la vida como debieron haberlo hecho sus padres en vez de ocuparse de solo alimentarlos.
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La luna alumbra sus pasos mientras salen de las sombras del aquel jardín, han emprendido el camino de regreso a la mansión en silencio, y por fin han alcanzado la escalinata de la terraza, a unos pasos del primer escalón uno de ellos se detiene y habla con voz clara.
-Albert lo he pensado y creo que tu eres mi mejor carta, así que por que no firmamos de una vez el contrato de la sociedad?
Con un pie sobre el escalón se vuelve a mirarlo y apreguntarle de nuevo.
-estas seguro Anthony?, no deseas pensarlo un poco mas?, no te precipites, piénsalo bien que en tus manos puede estar la ruina de tu familia.
Suspira pesadamente, sabe que Albert tiene razón pero ya no tiene mas opción si lo que quiere es salir a buscar a Candy cuanto antes, cierra los ojos y se promete así mismo que esto tiene que salirle bien, la vida no puede ensañarse mas con el, y sin titubear contesta.
-estoy seguro, ya no hay mas que pensar, firmemos aquel contrato cuanto antes.
Al decir aquellas palabras nota como Albert cierra los ojos unos segundos para después decirle.
-esta bien lo haremos mañana a primera hora antes de que parta el primer barco hacia América, ven mañana a casa tendremos todo listo.
-gracias, ahí estaré.- hace una pequeña venia y después desaparece en la oscuridad de la noche.
Albert y George ingresan a la mansión, pues Albert esta preocupado por sus hermanos y sin perder tiempo emprende su búsqueda.
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Annie camina confiada del apoyo de la tía abuela mientras permite a sus lagrimas bajar por su rostro silenciosamente, cada una de sus lagrimas deja sobre su piel un camino húmedo de desdicha y dolor, ambas caminan por los pasillos de la mansión en busca de una salida que las prive de la vista de los demás, no han avanzado demasiado de aquella habitación en la que Annie dejo una gran parte de su vida cuando se encuentran con Stear.
La tía abuela bendice al cielo en cuanto lo ve y sin darle tiempo que se acerque demasiado le dice.
-busca a Albert, debemos marcharnos inmediatamente.
Stear en cuanto oye las palabras de la tía abuela no duda un instante y sale en busca de Albert dejándolas solas, a Annie con su dolor y a la tía abuela con sus maquiavélicas cavilaciones.
"no
cabe duda que la vida se empeña en favorecerla, mira que sin hacer nada
sea librado del compromiso con Cornwell, ahora si podrá hacer un enlace
mucho mas ventajoso para la familia, sin lugar a dudas la vida le
estaba dando la oportunidad de darle algo mejor a su familia"
Solo han caminado unos cuantos metros cuando aparece frente a ellas, Albert y Stear, sin palabra de pormedio Albert se acerca y toma a su hermana en sus brazos y en silencio caminan hacia la salida mas cercana.
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En el interior del vehículo todo es silencio cargado de un ambiente sumamente tenso en cual solo se oyen los cascos de los caballos mientras corren por las calles de Londres de regreso al castillo Grandchester, sin prestarle atención al pesado silencio de su familia pone a su mente a trabajar en la manera de ir a Edimburgo cuanto antes.
Aun se estruja los sesos cuando llegan a su destino, en cuanto han entrado al castillo y la puerta es cerrada por un sonoro golpe, su madre rompe el silencio.
-¡ustedes a su habitación! ¡Tu al despacho de tu padre!.- dice esto ultimo señalando a Henry.
No le da importancia al enojo de su madre y sin pensarlo dos veces sube por aquellas escaleras hacia su habitación.
Al entrar en su habitación, Judy, su mucama ya la espera y sin perder tiempo la ayuda a despojarse del pomposo vestido, están a mitad de la tarea cuando la mucama de su madre entra y le indica a Judy que la duquesa desea verla por lo cual tendrá que terminar el trabajo ella sola, cuando por fin se encuentra libre del aquel vestido se dirige al baño para lavarse el rostro y ponerse el pijama.
Se toma su tiempo en ponerse el pijama y trenzar su cabello, cuando se encuentra lista regresa a su habitación, las puertas de la terraza están abiertas y las cortinas bailan con el ulular del viento lo cual debe ser la razón por cual las velas de la habitación se han apagado, la noche es cálida así que no se molesta en cerrar las puertas, se dirige hacia la cama pues antes de conciliar el sueño tiene muchas cosas en que pensar por lo que tal vez la oscuridad le sea de ayuda, esta por entrar a la cama cuando dos cosas pasan al mismo tiempo, de un rincón se enciende una tenue luz, y a su nariz llegan rastros de un aroma masculino.
La siguiente parte del capitulo contiene situaciones violentas que puede herir sensibilidades por lo que es bajo tu criterio y responsabilidad leerlas.
Descubrir la presencia de un hombre en su habitación hace que la bilis suba por su garganta y que la boca se le seque al instante, aquello es tan perturbador que con un nudo en el estomago y manos temblorosas se cierra la bata hasta la base del cuello, como si con eso pudiera ser capaz de quitarse la sensación de estar desnuda e indefensa, paralizada por el miedo no puede hacer mas que esperar que aquel extraño salga de entre las sombras y revele su identidad pero este solo permanece en la oscuridad mientras puede sentir como sus ojos se clavan en su piel.
Su mirada es tan ávida y tan intensa que provoca que su piel se cubra con un fuerte estremecimiento, lentamente cierra los ojos y a su mente llegan las palabras de Terry dichas tantas lunas atrás.
"aun si tienes miedo, no lo demuestres, no tiembles, se fuerte Alison, el miedo es debilidad"
Con aquel recuerdo en mente, la sangre se calienta un poco en sus venas lo cual le permite hablar, aunque en un inicio titubea logra que su voz suene firmemente.
-qqqquien es? … salga ahora mismo…..o llamare a …
-a quien Alison?.- aquella voz hace que sus pulmones se colapsen pues sin lugar a dudas la identificaría donde fuera, es Robert Weston, el miedo le atenaza la garganta y le impide moverse o hablar y solo puede observar con los ojos como platos como se acerca a ella.
- será a tu mamita querida? O será a algunos de tus galantes hermanos? Quien será?.- lo mira acercarse como si se tratara de un león cercando a su presa, con cada paso esta mas cerca de ella y la luz se va haciendo mas resplandeciente y potente, lleva una linterna en la mano, y cuando lo tiene lo suficientemente cerca para su horror descubre que solo lleva puestos unos pantaloncillos y la camisa desabotonada la cual exhibe una piel pálida.
-lastima que el bastardo de Terrance no este aquí, ya me hubiera gustado devolverle algunos de los golpes del san pablo.- dice mientras sigue acercándose a ella.
-no te acerques mas o te juro que gritare.- su ser entero tiembla de miedo pero bajo ninguna circunstancia lo demostrara.
-¿que gritaras?... déjame ayudarte AAAAAHHHHHH.- un fuerte y sonoro grito inunda la habitación.
Aquel grito ha sido tan fuerte y alto que esta segura que alguien debe haberlo oído y entonces vendrán en su ayuda pero los segundos pasan y nadie se presenta, después de unos minutos el suelta una pequeña risa para después decirle.
-aun esperas que alguien venga ayudarte? Nadie vendrá Alison, me encargado de eso, nadie va a impedir que te haga mía.-
Aquellas palabras hace que la sangre se hiele en sus venas y sin perder tiempo hecha a correr hacia la puerta solo para descubrir que esta cerrada con llave a lo cual empieza a golpearla con los puños a medida que grita por auxilio.
-¡auxilio! ¡Mama!
-¡Judy! ¡Auxilio!
Ante sus intentos por pedir ayuda el estalla en carcajadas, aquella risa le provoca un escalofrió, pero no permite que el miedo la paralice por lo que sigue golpeando la puerta con mas fuerza.
-¡auxilio!
-¡que alguien me ayude!
Por unos segundos la mira divertido mientras ella trata de echar abajo la puerta con sus pequeños puños, nunca se imagino que la pequeña Alison poseyera tal fuerza, pensando en que alguien pueda oírla y los interrumpa decide por fin a sus gritos.
-¡basta!.- pero ella aporrea la puerta aun con mas fuerza y clama con voz en cuello por lo que se acerca a ella y la toma por lo hombros.
-¡basta!, he dicho que basta.- no solo sus palabras le hacen daño pues sus dedos se hunden en su carne provocándole dolor.
La observa palidecer debido a la fuerza de su agarre pero no cede en su lucha y sin perder tiempo la atrae hacia su boca, intenta besarla pero ella se debate contra su agarre al darle un cabezazo el cual se impacta fuertemente contra su mentón.
Maldice pero no desiste en su intento, su mano la hala del cabello y la obliga a levantar la mirada, mientras su otra mano se posa sobre uno de sus senos y le propina un fuerte pellizco a lo cual ella grita y el aprovecha el momento para besarla.
Sus labios son como una piedra áspera flotándose contra su piel, pero no solo su contacto es doloroso, su sabor es amargo como la hiel, aquel acto provoca que sus ojos se inunden de lagrimas pues nunca creyó que esto podría pasarle, siempre soñó como seria su primer beso y ahora esta manchado para siempre.
Aun con las lagrimas rodando sobre su rostro logra morderlo fuertemente a lo cual el maldice de nuevo pero su boca se posa de nuevo en su piel, en su cuello, sus hombros, ella grita ante su tacto, trata de empujarlo pero el es fuerte y la retiene fácilmente, sus lagrimas bajan por su rostro pero su mente y corazón no permiten que se rinda tan fácilmente por lo que la impulsan a recordar todo cuanto Terry le enseño y sin perder tiempo trata de golpearlo con una rodilla en la entrepierna pero este adivina su movimiento y lo esquiva.
-ese truco ya me lo esperaba, ¿quemas tienes Alison? ¡Que mas!- el se burla de ella.
Ella agoniza de desesperación pero sigue luchando, lo ha mordido, arañado, golpeado, dado con los puños, ha intentado golpearlo en la entrepierna muchas veces, pero nada parece funcionar, solo le queda algo por intentar, sus manos se vuelven puños y con toda la fuerza que es capaz de reunir lo golpea en ambos oídos, el golpe es tan fuerte y certero que logra su cometido.
Por unos segundos lo observa tambalearse como si estuviera borracho, el golpe lo ha aturdido pero sabe que aquello no será por mucho tiempo por lo que sin pensarlo mas corre hacia la terraza, no ha avanzado mucho cuando el se lanza contra en su persecución, sin importar que, no permitirá que la atrape de nuevo, le arroja todo objeto que encuentra en su camino, a pesar de su constitución bofa y lánguida es ágil y pronto le da alcance, tratando de escapar le arroja una silla con la cual tropieza y lo hace caer sobre la alfombra pero el esta tan cerca de ella que logra cogerla de la pierna y hacerla caer.
-¡te tengo!, ¡no te escaparas!.- dice sin soltar su pierna.
-¡suéltame desgraciado!
Ha caído de bruces y trata de escapar pero el es tan rápido que en solo unos segundo logra colocarse sobre ella.
La retiene fuertemente con sus piernas, esta sobre su abdomen y su peso le obstruye la respiración pero aun así ella sigue gritando y lo hará hasta que alguien se apiade de ella.
-por fin te tengo, ya es hora de que conozcas como es un verdadero hombre.
El se encuentra encima de ella y con aquellas palabras el se inclina sobre ella provocando que su miembro se frote contra su vientre, aquella sensación la repugna y la aterroriza, pero sin dejar que aquello la inmoviliza trata de quitárselo de encima pero el la golpea en rostro fuertemente haciendo que por unos momentos se sienta confundida.
Sus piernas aprisionan fuertemente sus caderas impidiéndole moverse, en cuanto se encuentra en ventaja Robert no pierde tiempo y trata de llegar a aquellas partes las cuales ha ambicionado desde la primera vez que la vio.
Los gritos lo aturden y lo distraen de su cometido por lo que intenta acallarlos con sus labios, la besa con violencia y el hambre que lleva conteniendo desde que la conoció, ella es persistente y sigue golpeándolo, sus uñas se clavan en su carne provocándole dolor, maldice una y otra vez pero no esta dispuesto a retroceder, siente como la sangre corre por su rostro debido a las heridas que le ha provocado, que ella maltrate su rostro lo hace enfurecer y como respuesta a sus ataques la golpea en el rostro un par de veces, ella grita mas fuerte pero aquello no impedirá que termine lo que ha empezado.
Sin perder tiempo sus manos halan de los lazos del camisón pero no puede desatarlos por lo que rasga el frente sus camisón, ella grita y llora sin parar, pero aun en su agonía y desesperación trata de librase de su agarre, sus manos buscan algo a su alrededor, lo que sea con lo que pueda defenderse pero su alcance no hay nada.
Sus ojos se llenan al tener ante ellos dos blancos montículos coronados con dos pezones rosados, lentamente pasa su lengua por sus labios, los devora con los ojos mientras de su boca salen palabras sucias.
-menudo par de pechos los que tienes.
Grita con todo el aire que es capaz de reunir en sus pulmones cuanto percibe sus manos sobre uno de sus senos, inmovilizada como esta solo puede gritar desesperadamente mientras observa como su boca se aproxima peligrosamente hacia uno de sus pechos, ante aquella invasión ella grita y gira el rostro, no puede ver lo que hace con su cuerpo, sin embargo aquel nuevo ángulo le permite visualizar un pequeño alhajero de cristal cortado, que mantiene oculto debajo de la cama ya que fue un regalo de Terry, trata de estirarse lo mas que puede para alcanzarlo pero le es difícil, sigue luchando por librarse de el, cuando un grito desesperado sale de su garganta al sentir como sus dientes se hincan en su carne provocándole dolor, al ver que le se propone hacer lo mismo con su otro pecho no solo grita sino que le da el incentivo suficiente para coger el alhajero y una vez que lo tiene en su mano con toda la fuerza que es capaz lo estrella en su cabeza.
El alhajero se hace añicos al estrellarse contra su cabeza y los pedazos de vidrio se incrustan en su mano hiriéndola, su propia sangre se mezcla con la que emana de la cabeza de Robert.
La siguiente parte del capitulo contiene situaciones violentas que puede herir sensibilidades por lo que es bajo tu criterio y responsabilidad leerlas.
Su respiración duele, su garganta arde debido a los gritos y sus ojos mismos ahora se nublan por la cantidad de lagrimas que vierten en este momento, dolorida y asustada se quita el pesado cuerpo de encima y sin importarle si lo ha matado o no, solo se ocupa de cubrir su desnudes, sin mirar atrás y sin perder mas tiempo sale por la terraza y baja por el balcón a la habitación de Terry para después salir en busca de su madre.
Camina por los pasillos desiertos y oscuros de la mansión, a medida que avanza se sujeta de las paredes, las piernas le tiemblan en cada paso pero no puede quedarse atrás, el puede recuperarse y venir de nuevo por ella, la sola idea la hace temblar y estremecer de dolor pero no se detiene, tiene que llegar al despacho de su padre aun deben encontrarse ahí su madre y Henry, su hermano.
Después de mucho por fin ha llegado al despacho y en todo su camino no se ha cruzado con un alma, pareciera que el mundo se ha esfumado, esta tan débil que no tiene fuerza para tomar el pomo de la puerta y entrar por lo que se recarga un momento sobre la puerta esperando que las fuerzas acudan de nuevo, su cabeza esta apoyada en la puerta mientras su respiración se normaliza, a través de la puerta puede oír la voz de su madre y Henry que hablan en el interior.
-no cabe duda que eres un Grandchester, las mujeres son su debilidad, siempre pensando con la entrepierna en vez de con la cabeza, ¡eres un idiota! como pudiste dejarte atrapar por esa mujerzuela, que a todas luces era su plan quedarse embarazada, Henry no eres mas que un estúpido.
-¡madre! Pero Eliza…..
-Eliza es mas estúpida que tu si cree que va salirse con la suya, trae mañana a esa futura duquesa de Grandchester y yo me hare cargo de lo demás como siempre.
-si madre como tu digas… pero… que pasara si mi padre regresa y se entera de lo sucedido sin duda me obligara a casarme con Eliza.
-por eso no te preocupes esta mañana ha dejado Edimburgo para partir con rumbo a España y Portugal y no lo tendremos aquí hasta dentro de un mes eso nos da el tiempo mas que suficiente para deshacernos de Eliza y su bastardo.
-no cabe duda que eres la mejor madre, no se que haría sin ti.
-En esta casa alguien tiene que pensar, para ser hijos míos, ustedes no dejan de darme mas que problemas, ya me estoy cansando de resolverlo todo yo.
-eso lo dices por las deudas de juego de Arthur?
-y por las bobadas de Alison, que cree que puede desairar a un partido como Robert Weston, menos mal que ya me encargue de eso.
Alison esta por entrar al despacho cuando la mención de su nombre la deja paralizada por lo que en silencio escucha la conversación
- y como convenciste a Alison para que lo aceptara si es mas terca que una mula.
-ja! la muy malcriada ha salido igualita al bastardo de Terrance, debí asegurarme que no estuviera cerca de ella, pero eso no hay manera de convencerla pero aquello va a cambiar cuando por la mañana la encontraremos en una situación muy comprometida con Robert así que no tendrá otra alternativa, tendrá que casarse con el.
-así que esa era la razón por la que despediste temprano a toda la servidumbre, no cabe duda que eres genial madre…
No puede seguir escuchando, siempre supo que su madre no la quería pero nunca creyó fuera capaz de hacerle semejante daño, sin que se diera cuenta las lagrimas vuelven a caer sobre su rostro, lentamente retrocede en sus pasos, por un unos minutos camina sin rumbo por aquellos pasillos oscuros y solitarios, cada uno de sus pasos es ahogado por el sonido de sus lagrimas al impactarse contra el frio suelo de mármol, aquel sonido representa el resquebrajo de su alma y corazón.
Lentamente sus pasos la llevan de regreso a la habitación de Terry, la habitación esta vacía desde hace meses pero al entrar por la puerta siente como si el cariño de Terry la rodeara, sentir aquel calor hace que los sollozos se acumulen en su garganta pero están tan petrificada que no puede liberarlos, el dolor que la embarga la hace caer sobre sus propios pies y por unos minutos se aferra fuertemente las rodillas mientras llora amargamente.
No sabe cuanto tiempo ha llorado sobre sus rodillas pero el ruido en la habitación superior hace que se ponga de pie en un brinco, por un momento asustada retrocede hasta el armario, el interior de aquel armario guarda el aroma de Terry y recordarlo le proporciona consuelo y fuerza por lo que sin pensarlo coge lo que queda de la ropa de Terry.
Envuelta en las prendas de Terry esta por abandonar la mansión cuando recuerda que Terry solía esconder parte de su asignación mensual para sus viajes, corre hacia el rincón y con la ayuda de un abre cartas levanta la tabla suelta del piso, sin dudar mete la mano y saca un pequeño saco purpura que en su interior contiene algunas monedas de oro, apretándolo contra su pecho se decide a escapar e ir en ayuda de su hermano.
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El primer rayo de sol se filtra a través de las pesadas cortinas y con el brilla el primer rayo de esperanza verdadera en meses, ha sido una noche tan larga y tan corta al mismo tiempo, con tantas cosas en que pensar ha pasado la noche en vela, la emoción y la inquietud fueron sus compañeros mientras hacia las maletas, al llegar el alba se marcharía en completo silencio pero antes le escribiría una nota a su madre, en la cual le explicaría todo, como le gustaría despedirse de su madre y sus hermanos pero sabia que si esperaba aunque solo fuera unas horas mas le seria imposible marcharse, ver las caritas tristes y llorosas de la pequeña Rosemary y el pequeño Edward le romperían el corazón y las suplicas de sus madre no solo lo desgarrarían por dentro sino podrían doblegar su voluntad y aquello no podría suceder, no cuando ya no podía esperar mas.
Con pasos silenciosos y mirada melancólica recorre el pasillo hacia la habitación de sus hermanos, desea verlos dormir por ultima vez, antes de partir besa dulcemente sus pequeñas frentes mientras los arropa por ultima vez, con un suspiro sale de la habitación de los pequeños para después dirigirse a la habitación de su madre, no puede pensar en lo que estar por hacer por lo que simplemente deja la nota sobre la mesa de noche y le da un suave beso en la mejilla a su madre.
En compañía de los primeros rayos de sol atraviesa el jardín, con el corazón atribulado por la dudas deja en completo silencio de la mansión y sale por la verja, desde la acera se gira a mirar por ultima vez su hogar, antes de partir cierra los ojos y pide al cielo que cuide de su familia.
Ha viajado en silencio por las calles de Londres hasta la verja del jardín de la mansión White, con pasos lentos disfraza su inquietud mientras avanza por el jardín hasta llegar a la puerta, esta por golpear la aldaba cuando la puerta se abre y tras ella aparece aquel hombre que ahora reconoce como.
-George.- hace una leve venia a modo de saludo.
-lo esperábamos joven Brower, por favor pase.
Y sin decir mas lo sigue hasta el despacho donde encuentra a Albert detrás de un gran escritorio, tal vez esperaba encontrar cientos de papeles sobre aquel escritorio pero observar que sobre el, solo reposa una delgada carpeta hace que su estomago se haga nudo por la multitud de emociones que lo recorren en este momento.
-¡Anthony!.- lo saluda Albert detrás de aquel escritorio.
Las emociones le impiden articular palabras por lo que solo responde con un asentimiento de cabeza al saludo de Albert.
Por un momento se cierne un silencio sobre ellos, en aquel silencio es palpable la emoción, las dudas, y lo temores de todos los presentes, pero aquello solo dura unos segundos pues es roto por un sentido suspiro de Albert antes de que hable.
-estos son los papeles de la sociedad, solo debes leerlo y firmar sobre la línea.- dice esto mientras le extiende la carpeta.
Sus manos se mueven lentamente mientras se acerca a tomar la carpeta y una vez que la tiene entre sus manos, no puede evitar soltar un suspiro y que las lagrimas inunden sus ojos, pues por un momento creía que esto podría ser uno de sus sueños, pero al sentir entre sus manos aquella carpeta sabe que no es un sueño, que es real y sin perder mas tiempo abre aquella carpeta y devora su contenido.
George permanece a su lado derecho en silencio mientras Anthony lee en silencio los documentos de la sociedad, realmente espera no equivocarse en esto pues no solo seria su ruina, y las consecuencias podrían ser catastróficas no tiene mucho tiempo de pensar en ello cuando es interrumpido por la voz de Anthony.
-parece que todo esta en orden pero antes de firmar dime algo, ¿que significa Andley?
-es una palabra tribal que significa familia* y ustedes mis amigos eso son para mi.-Dice Albert con tono neutro pero con un brillo singular en los ojos.
Aquellas palabras hacen que un sentimiento de confianza en el mismo y en Albert inunde su ser y le brinda la seguridad de que todo va a salir bien y sin decir nada mas se inclina a firmar sobre la línea punteada.
Una vez que lo afirmado se pone de pie y extiende una mano para estrechar la mano de Albert como símbolo del negocio que acaban de hacer. Mientras estrecha la mano de Albert una idea cruza su mente y sin que pueda refrenar sus labios dice.
-tu idea de la sociedad es muy buena y me preguntaba si tal vez podrías incluir en ella a los Cornwell, aportarían mas estabilidad a la sociedad no crees?
- no lo se aun me parece demasiado riesgoso….
-de hecho tal vez sea buena idea William, sin duda alguna joven Brower tiene buenos instintos para los negocios.
Anthony se sonroja ligeramente ante el halago de George pero sin embargo una vez que el trato esta hecho desear salir lo antes posible por lo cual se despide prontamente.
-bien si no hay mas que hacer debo irme.- dice Anthony
-espera antes de que te vayas hay algo que quiero darte.- dice Albert mientras abre uno de los cajones del escritorio.
Los segundos pasan y del cajón extrae un pequeño papel el cual le extiende.
No sabe que es lo que le ofrece Albert pero se acerca a tomarlo, y cuando lo tiene entre las manos no puede evitar que sus ojos se abran con asombro.
-es un boleto para el barco que sale esta mañana con destino a América, me temo que esto es toda la ayuda que puedo blindarte Anthony el resto corre por tu cuenta.-
Al escuchar aquellas palabras su corazón brinca de gozo pero la expresión de Albert se hace solemne mientras pronuncia las siguientes palabras.
-pero antes de que te marches es mi deber informarte que tal vez todo esto sea en vano, Terry se caso enamorado de Candy, tu no lo conoces pero el es sumamente obcecado y empecinado en conseguir lo que quiere, así que puede ser que cuando llegues el corazón de Candy le pertenezca a ….- no tiene oportunidad de terminar la oración cuando Anthony lo detiene y lo interrumpe con toda la confianza y determinación que es capaz de hablar.
-no eso no, el corazón de Candy me pertenece, sin importar que, ella siempre me amara.
Por un momento la tensión aumento en la habitación pero no tarda en disiparse ya que Anthony habla de nuevo.
-gracias por todo Albert pero debo marcharme si quiero abordar el barco esta mañana.
Albert no tiene oportunidad de decir algo más cuando Anthony abandona la habitación.
A través de la ventana observa como Anthony abandona la mansión y mirando su espalda solo puede prometerle en silencio que cuidara de su familia, mientras espera estar haciendo lo correcto por el bien de su hermana.
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Después de salir de la mansión Grandchester ha deambulado por la ciudad, olvidándose que es un dama de sociedad viaja por las calles vestida como un muchachillo, las ropas de Terry le quedan grandes pero dentro de ellas se siente segura, la noche es oscura y las calles están desiertas pero aun así teme que alguien la identifique por lo que esconde su lustrosa melena azabache y la incipiente inflamación de su rostro con la capucha de la capa.
En completo anonimato viaja por las calles de Londres solo llevando consigo aquel saquito purpura, aquella pequeña fortuna es su única esperanza para conseguir un pasaje para el barco que zarpa a primera en la mañana, ella tal como esta no puede acercarse a la taquilla alguien podría reconocerla y para evitar que aquello ocurra ha recurrido a uno de los muchachillos que rondan en el puerto, aunque el boleto le ha costado el doble no se lamenta pues aquel boleto bajo el nombre de Benjamín Baker es su única esperanza.
A altas horas de la madrugada y sin lugar adonde ir se hace un ovillo sobre una de las bancas del puerto y aguarda a que llegue el amanecer.
El primer rayo de sol la hiere en los ojos y el sonido agudo del silbido del barco le roe los oídos, tratando de ignorar las molestias de su cuerpo se obliga a ponerse en pie pero sus rodillas mismas tambalean bajo su peso sin que aquello mengue su determinación de abordar aquel barco, estruja entre sus manos el pasaje de abordar y se obliga a avanzar hacia el barco.
Con pasos lentos y titubeantes camina sobre rampa de abordaje, se encuentra herida y agotada pero no puede rendirse ahora, por lo que se aferra a la baranda con todas sus fuerzas para no caer, trata de soportar el dolor que tan solo respirar le causa, realmente no pensó que su cuerpo estuviera tan maltrecho tras el asalto de Robert pero sea como fuere no piensa rendirse por lo que hace acopio de todas sus fuerzas para abordar el Luisitania, con pasos lentos logra llegar a la entrada, esta por entregar su boleto al hombre de la entrada cuando todo a su alrededor se torna oscuro.
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Las palabras de Albert retumban en su interior como el eco de una piedra al caer en un pozo profundo, aquellas palabras provoca que salgan a flote sus dudas y sus peores temores, se siente sobrepasado por sus propios miedos y por un momento se queda paralizado, con el corazón latiendo agitadamente en su pecho y con la respiración entrecortada cierra los ojos fuertemente y se obliga a recordar los momentos vividos con Candy, ver la en su mente feliz y sonriente le da las fuerzas para afrontar lo que sea que este por venir con el fin de volver a ver la a su lado y feliz.
Ha estado tan concentrado en sus cavilaciones que ha caminado en trance hasta la rampa de abordar del Luisitania, suspira hondamente antes de abordar, camina sobre la tarima arrastrando con el una pequeña valija, esta por llegar a la puerta cuando el chiquillo que va delante de el se desploma ante sus ojos, sin que pueda evitarlo corre a sujetar al chico antes de que se impacte contra la tarima.
En cuanto lo toma entre sus brazos se percata que es una chica pero no puede articular palabra alguna pues el rostro amoratado e inflamado de la chica lo ha dejado sin palabras por lo que no escucha lo que el hombre de la entrada le pregunta, el cual al ver que no le responde, lo toca en el hombro mientras le pregunta de nuevo.
-viene con usted?
En aquel momento su lengua se pega su paladar y no puede articular palabra alguna y solo después de que el hombre le pregunta de nuevo es capaz de responder.
-Señor, viene con usted este chico?
Con la mente totalmente desenchufada siente que sus labios se mueven pero realmente no sabe que es lo que dirá.
-Si señor es mi hermano.
Sin esperar mas tiempo toma al chico entre sus brazos y entrega al hombre ambos boletos y este los verifica y después de unos segundos le indica a un camarero el numero de camarote que debe llevarlos, el cual para su sorpresa resulto ser el mismo camarote, al cual son llevados por alguien de la tripulación.
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Lakewood, América.
El sol esta en lo alto del cielo y la casa bulle de actividad, ella misma corre por los pasillos de la mansión alzando un poco su vestido para evitar tropezar mientras se dirige a la habitación principal, que es donde principalmente se concentra toda la actividad, no tiene necesidad de llamar a la puerta pues esta se encuentra abierta.
En el interior se encuentran Beth y Marie ayudando a la señora Candy hacer las maletas para su viaje a Nueva york, la cual en estos momentos corre de tras de su esposo, el cual sostiene en lo alto un sombrero el cual se niega a darle, por un momento se detiene en el quicio de la puerta a observarlos con una gran sonrisa, realmente se alegra de la relación que ha florecido entre sus patrones, pero su alegría no dura mucho pues en ese momento recibe un ligero empujón de Susana que busca entrar a la habitación, lo cual le recuerda su ultima encomienda.
Flash Back
Se había levantado muy temprano como de costumbre, y ya se había encargado de varias de sus labores cuando subió a la habitación principal para preparar a la señora Candy, la cual para su sorpresa ya se encontraba ataviada en un hermoso vestido color lavanda, no tuvo siquiera oportunidad de presentar sus saludos cuando Candy se acerco a ella sumamente alegre y en su efusividad la tomo de sus manos mientras le decía.
-oohh Ruth que bueno que llegas, vamos apresúrate, debemos prepararnos para ir a Nueva York, iremos al estreno de la obra de Eleonor Baker, no te alegras?
-claro que si señora Candy.- fue su respuesta acompañada de suave sonrisa
-y mas te alegraras cuando sepas que vendrás con nosotros, no es así Terry?
-eh Candy pensaba que tal vez Ruth podría hacerse cargo de la mansión mientras no estamos….
-no Terry yo quiero que venga Ruth, de eso puede hacerse cargo Susana.
-¿Susana?.- dijeron al unisonó Ruth y Terry.
Ante la cara de asombro o extrañeza que mostraron ambos, Candy soltó una pequeña risilla para después ponerse seria y decirle a Terry.
-Terry, me preocupa Susana, no las has visto últimamente?
-no, pero..-Candy no lo dejo hablar más
-me preocupa que su aspecto desmejorado sea debido al duro trabajo que tiene que realizar afuera, si es así yo me sentiría muy culpable, así que pensé que tal vez podría hacer sus labores aquí en la casa y ahora que saldremos de viaje ella puede hacerse cargo de las labores y así yo puedo llevarme a doncella favorita.- dice guiñándole un ojo.
A todas luces se ve que el señor Terry no esta conforme con lo que la señora Candy quiere, y por un momento cree que se negara pero el simplemente se encoje de hombros mientras envuelve a su esposa entre sus brazos y dice.
-¡ay pecosa! abusas de mi por que sabes que no puedo negarte nada.
Después de un breve beso en los labios le dice.
-busca a Susana, Ruth.
Fin del flashback.
Susana luce un vestido viejo y deslavado lo cual acentúa su delgadez y su demacrada piel, ciertamente tiene un aspecto lastimoso e incluso enfermo pero en su rostro se asoma una sonrisa la cual podría causarle escalofríos a cualquiera, pero aquella sonrisa no dura mucho pues a sus ojos aparece la imagen de Terry y Candy besándose.
Cuando Terry y Candy se percatan de la presencia de Susana, se separan un poco pero Terry la atrae de nuevo y la mantiene envuelta en sus brazos mientras le susurra algo al oído.
-por lo que veo que tienes razón pecosa, parece un fantasma andando.
Después de unos momentos Terry levanta la mirada y sin soltar a Candy le habla a Susana.
-esta tarde saldremos hacia Nueva York y envista de que mi esposa desea llevar a su doncella te quedaras a cargo de la mansión durante nuestra ausencia.
Susana no emite palabra alguna solo asiente con la cabeza a lo dicho por Terry, pretende hacer una caravana y marcharse pero la voz de Terry la detiene.
-pero a nuestro regreso quedaras bajo las ordenes de Ruth, esta claro Susana.
Ante las palabras de Terry, Susana baja la mirada y con voz baja dice.
-como ordene señor.
Y después de aquello Susana deja la habitación dejando a Ruth, Beth y Marie terminando de hacer el equipaje para el viaje, mientras Candy y Terry siguen jugando con aquel sombrero.
Continuara.
Próximo capitulo. El viaje.
nota del autor.
*estas líneas no son totalmente de mi autoría me he inspirado en un capitulo del dorama personal taste, con el oppa Lee Min Ho (no es exactamente igual pero si guarda su esencia)
*Nunca estado segura de esto es Andley o Andrew como es? Esperemos que alguien me corrija y me saque del error, y bueno el significado al apellido, es algo que me inventado con el fin de adaptarlo a mis locos propósitos, espero que no les moleste esta lokura.
Nos leemos pronto.
" San's adieu" (sin adiós) porque para los amigos no hay adiós.
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