
























Las calles de Monterrey, en México, gritan poesía.
Ya que pintados en los muros y paredes, el gpo accion poetica (lidereado po Armando Alanis Pulisdo) se ha dedicado por mas o menos 10 años a escribir numerosas frases desde poetas como Octavio Paz o Jaime Sabines, hasta fragmentos de canciones.
La mayoría de las frases son de amor, por lo que al leerlas si estas de buen humor puede arrancar una sonrisa de tu rostro (esta es una reaccion que a mi en lo personal me provoca)













CAPITULO 10 LA FAMILIA ANTES QUE EL AMOR.
Eran cerca de las 10 de la mañana cuando Terry despertó, se había quedado dormido en el salón con Albert, ya que la tía abuela había ocupado la habitación de huéspedes, Terry no podía creer las palabras que habían salido de su boca la noche anterior, hacer a Candy White su esposa, pero que diantres se le había metido en la cabeza, el siempre había pensado que el matrimonio no era para una persona como el, que le gustaba ser libre, hacer y deshacer de su vida a su antojo, ciertamente le gustaba gozar de la intimidad con las mujeres siguiendo su naturaleza viril, pero todo esto era nuevo, lo asustaba, tenia tantas preguntas para su inesperada propuesta de matrimonio a Candy White, pero sobre todo se preguntaba por que ella, que lo había impulsado? temía a la repuesta de estas preguntas por que sabia que era una sola. Se había enamorado de esa chiquilla pecosa, por primera vez en su vida habia perdido la cabeza a sus veintidós años y por un mujer.
Candy durmió profundamente hasta ya muy entrada la mañana, despertó encontrándose en un lugar extraño y sola, todo su cuerpo le dolía, poco a poco fueron llegando a su memoria los sucesos de la noche anterior, no pudo evitar quedarse tirada en cama y llorar desconsoladamente al recordar como había sido traicionada por Anthony, pero algo en el fondo de su corazón le gritaba que tenia que haber una explicación, estaba segura que Anthony la amaba, debía creer en el.
La tía abuela había entrado a la habitación donde Candy yacía en la cama fingiendo dormir, pero las lágrimas que humedecían sus pestañas la delataron, por lo que la tía abuela se sentó a un lado de la cama y le dijo.
-no es propio de una señorita de sociedad dormir hasta estas horas, candy levántate, tienes que vestirte..
Por lo cual candy se levanto pese a su voluntad, lavo su rostro, muy temprano por la mañana habia llegado dorothy con ropa limpia y unas cosas mas, por lo que se vistió con un grueso vestido azul que le cubría desde el cuello, los brazos y casi los pies, y aun así se sentía desnuda, no uso corsé, sus músculos no lo soportaban, cosa que le tía abuela le desagrado pero era mejor no lastimar mas el cuerpo de candy.
Albert llevo un exquisito desayuno preparado por el con la ayuda de Terry, permaneció con ella en la habitación, por lo que la tía abuela se quedo en el comedor tomado el desayuno con Terry, deseaba saber si Terry no había cambiado de parecer con respecto a su matrimonio con candy, por lo que se lo pregunto sin rodeos.
-señor Granchester aun desea desposar a candy?
Esto tomo por sorpresa a Terry y no porque había cambiado de parecer sino porque no esperaba que la anciana fuera tan directa, casi se ahoga con el muffiin que comía, por lo que tomo un sorbo de te, se aclaro la garganta y respondió.
-soy hombre de palabra señora Elroy, desposare a su sobrina si ella lo acepta.
Estaba dicho, podía haberse librado del compromiso diciendo mil cosas pero no lo hizo, algo se lo había impedido, no podía soportar saber que candy tendría que casarse con Neal Leagan o con algún otro, ya había dado su palabra ahora no podía retractarse y no lo haría.
-señora Elroy me casare con Candy, pero no se lo diga quiero ser yo quien se lo pida
-esta bien joven Granchester será como usted quiere.
Candy y Albert seguían en la habitación, pero extrañamente no conversaban candy estaba inmersa en sus pensamientos, por lo que contestaba vagamente las preguntas que Albert le hacia, Albert se rindió y tomo su desayuno en silencio.
Después de que candy y Albert acabara de desayunar, ambos salieron al salón donde se encontraba Terry mirando por una ventana, Albert lo llamo para informarle que regresaban a casa donde Candy se recuperia.
-Terry agradezco tus atenciones pero es mejor que regresemos a casa, te hemos incomodado demasiado.
-no tienes nada que agradecer Albert, sabes que no me importa tenerlos aquí, pero es cierto deben regresar a casa.
-esperamos que nos visite pronto joven Granchester, candy agradece las atenciones del señor Granchester.
-yo…. Yo…. le agradezco lo que ha hecho por mí, no tengo como pagárselo.
-no me debes nada cualquiera te habría ayudado.
Terry se despidió de Albert, la señora Elroy y Candy, cuando se acerco a besar su mano le susurro al oído.
-nos vemos pronto mona pecas.
Apretó su mano delicadamente, tratando de darle animo y que recobrara un poco del rubor rosado que siempre cubría sus mejillas, su tono de piel se había marchitado como su corazón en una sola noche, pero solo obtuvo como respuesta una ligera sonrisa y un asentimiento de cabeza.
Con eso salieron del apartamento de Terry en dirección a la casa White donde Luisa Smith esperaba a Candy, debía efectuar la segunda fase del plan si quería recibir la cantidad acordada.
Camino a casa, la tía abuela comenzó a apesadumbrar a candy y Albert por lo complicada que se había tornado la situación de candy.
-de no ser por el señor Granchester que…
-si de no ser por Terry, no podría vivir solo de pensar que….
Albert interrumpió a la tía abuela en media oración por lo cual lo reprendió.
-no es propio de un joven de buena familia, interrumpir a los demás mientras hablan Albert.
-lo siento tía abuela pero….
-necesito decirle algo a candy, Albert.
Candy volteo al escuchar que la tía abuela tenia algo que decirle, nada le importaba ya, ya nada tenia sentido, solo quería encerarse en su habitación y no volver a salir nunca. Por lo que levanto la mirada por un instante vio los ojos fríos de la tía abuela y volvió a mirar al piso.
-bien debemos agradecer al señor Granchester no solo por que salvo a candy, sino por que además se a dispuesto a salvar el honor de la familia y de candy, va a desposar a can….
-que va a ser que? Terry debió volverse loco, no se lo permitiré…..
Con eso Albert ordeno al cochero que se detuviera, bajo furioso del coche, no lo podía creerlo y no lo permitiría, conocía Terry y este nunca se le relacionaba con una mujer, no a menos que deseara terminar con ella en una habitación desnudos, y eso no lo se lo permitiría nunca, aunque fuera su mejor amigo, jamás se lo permitiría.
La tía abuela y Candy llamaron a Albert, pero este siguió furioso su camino al apartamento de Terry, por lo cual regresaron al carruaje y continuaron su camino y su conversación.
-bueno candy debes sentirte honrada que alguien como el señor Granchester desee desposarte después de lo sucedido, debes aceptar su propuesta, nadie deseara desposarte, y recuerda que tu eres la única esperanza de salvar ala familia de la ruina.
-no lo hare tía abuela, no pienso casarme nunca, y no me casare con alguien que no ame, no importa caer en la deshonra nada puede ser peor de lo que estoy viviendo ahora.
La tía abuela levanto la mano en un intento de abofetearla por lo que había dicho, pero detuvo su mano en el aire cuando Candy termino de hablar.
-debes pensar en la familia candy, se que es terrible lo que te sucedió pero recuerda que Annie depende de pertenecer a una familia de buena posición para casarse con el joven Cornwell, que me dices de Stear, Candy, deberá dejar la universidad y olvidarse de ser un inventor, y no podrá desposar a ninguna chica de buena familia, y Albert deberá dejar de viajar por el mundo y tendrá que conseguir un empleo, candy debes pensar también en tu familia, no seas egoísta no solo pienses en ti.
De pronto el carruaje se detuvo por lo que Candy, la tía abuela bajaron del carruaje entraron en la casa candy se dirigía a su habitación cuando el mayordomo le informo que tenia una visita esperándola en el salón, candy pretendía disculparse y atenderla en otro momento pero la mirada de la tía abuela le decía que no podía excusarse, por lo que se dirigió al salón donde encontró a Luisa sentada en un sofá bebiendo una taza de te, en compañía de Annie, que procuraba convencerla que era mejor volver en otro momento.
Annie corrió a los brazos de candy en cuanto la vio entrar en el salón, comenzó a sollozar, por lo que candy se abrazo fuertemente a ella, la calidez de Annie casi hace que se derrumbe y saliera todo el dolor que tenia en su interior, por lo cual se separo de ella y le dijo que la esperara en su habitación, debía atender a su invitada para poder ser libre de desplomarse después.
Annie salió del salón bañada en lagrimas, candy saludo a luisa y tomo una taza de te y tomo asiento en un sillón cercano a Luisa, que deseaba Luisa lo ignoraba, pero no tenia tiempo, ya no tenia nada así que fue directa y se olvido de la cortesía.
-a que debo tu visita Luisa?
-yo ….. Yo…. Debo pedirte un favor muy grande Candy.
-si esta en mi mano ayudarte Luisa lo hare, pero dime que deseas.
Luisa comenzó a llorar y se arrodillo ante candy.
-te suplico candy que no busques a Anthony, que no me lo quites…
-¿Qué Luisa no te entiendo que quieres decir?
Candy estaba desconcertada no entendía que tenia que ver Luisa y Anthony, sabia que se conocían desde hace unos años pero nunca fueron cercanos.
-yo amo a Anthony, y hace tiempo que me entregue a el, y yo… yo….. No se como decir esto candy, yo…. Voy a ser madre, el no desea casarse conmigo por que dice que tu lo amas y te ha dado su palabra, candy debes dejarlo, cásate con otro, no dejes a mi hijo sin padre.
Luisa se hecho en el regazo de Candy y sollozaba y gemía y solo le repetía a Candy
-cásate con otro, cásate con otro, por mi hijo, cásate con otro.
Cada una de estas palabras se clavaron como dardos venenos en el herido corazón de candy, no sabia que pensar, todas sus esperanzas se esfumaron y los restos de su corazón junto con ellas, candy se levanto rápidamente, haciendo que luisa cayera al piso, se dirigió a toda prisa a la puerta, se volvió antes de salir corriendo a su habitación, para decirle.
-yo no buscare mas a Anthony, por la familia que tu hijo merece, yo me hare a un lado y me olvidare que una vez ame Anthony.
Luisa seguía en el piso fingiendo llorar, ocultando una sonrisa maliciosa con su cabello, por lo fácil que le había resultado terminar su trabajo, se levanto del piso cuando escucho que la puerta del salón se cerro, se acomodo el cabello, y el vestido, solo le quedaba esperar hasta mañana a que la señora Elroy cumpliera su parte, por lo que salió de la casa White.
Candy corrió hasta su habitación llegando a su habitación cerro la puerta y se derrumbo en el piso y comenzó a llorar desconsoladamente, se sentía una intrusa en la vida de Luisa y su hijo, se sentía utilizada por el hombre que mas amaba y por el hombre que mas odiaba, cada uno de ellos a su manera la habían hecho añicos, candy dejo salir todo el dolor que su alma sentía que le quemaba desde adentro, cada una de sus lagrimas fueron amargas como el dolor y desconsuelo que tenia, se sentía sucia, vacía, como si su vida, su cuerpo, su corazón, y su alma se hubieran fracturado todos en el mismo lugar y no tenían reparación.
Candy, después de llorar hasta que sintió que se quedo seca, se levanto y se arrojo en la cama, quería dormir y no despertar jamás, que el mundo se acabara ese día, como su mundo se acabo la noche anterior, ya nada tenia sentido.
La tía abuela estaba en su despacho preparando la cantidad que tendría que llevar para pagar por un trabajo que se había cumplido con su cometido, sacar a Anthony Brower de en medio de sus planes, todo esta bajo su control, nada podía fallar, solo faltaba confirmar que candy se desposaría con Terry Granchester y Neal ya no era un problema. En eso ultimo se equivoca Neal, no esperaría demasiado tiempo en saberse de el.
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Albert estaba furioso con Terry que rayos tenia en la cabeza, estaba loco, no permitiría que Candy se casara con el, lo conocía demasiado, sabia que era un tipo huraño, rebelde, que no tendía expresar sus sentimientos, que era un arrogante, era un buen amigo pero no era lo que su hermana merecía, y solo sobre su cadáver se casaría con candy, subió corriendo las escaleras, golpeaba la puerta, la pateaba, planeaba derribarla si era necesario.
-¡Terry! ¡Terry! ¡Ábreme la puerta!
Terry estaba en el baño por lo que salió corriendo del baño al escuchar sus gritos, creía que algo le había sucedido a Candy, por lo que puso rápidamente el pantalón y salió a abrir.
-¡albe….
No tuvo tiempo de terminar cuando el puño de Albert se incrusto en su rostro arrojando al suelo, Albert se le arrojo encima de el, comenzó a golpearlo Terry no entendía, solo trataba de esquivar los golpes de Albert.
-no te permitiré que te cases
-con candy, Albert, jajajaja pues déjame decirte que tu tía ya lo acepto.
-maldito infeliz, te matare antes.
De una patada se quito a Albert de encima, se puso de pie, Albert se lanzo contra el y seguía lanzándole golpes tanto al rostro como al cuerpo, lo que los llevo a caer sobre una mesa de madera en el centro del salón la cual se desplomo bajo el peso de ambos, ambos rodaron sobre la alfombra de la sala golpeándose mutuamente, destruyendo todo a su paso.
Terry devolvió golpe por golpe a Albert y correspondía sus insultos riéndose de el sínicamente, cosa que solo provoco que Albert se enfureciera mas y arremetiera mas violentamente contra el, sabia defenderse, tenia experiencia en peleas callejeras, pero Albert era mas hábil y con mas experiencia que el, por lo que si no quería acabar gravemente herido debía tranquilizar a Albert y por primera vez debía hacer frente a sus sentimientos y entender que era lo que sentía por Candy, por que le era tan importante, debía ser honesto consigo mismo y con Albert y así tal vez podría conseguir algo de ayuda.
Terry se encontraba de bajo de Albert, dejo de golpearlo, solo permanecía inmóvil recibiendo los golpes e insultos que Albert le propinaba.
-defiéndete cobarde, vamos defiéndete, infeliz
Terry no respondía solo lo miraba fijamente, sin moverse, sin decir una sola palabra.
-si te place seguirme golpeando hazlo, pero …
-que Terry no me vas a decir que te enamoraste de mi hermana por una vez que la viste.
-no era la primera vez que la vi, ya la conocía.
-que?!mientes!.
-yo fui quien la ayudo el día del desfile, fui yo quien curo sus heridas,
-tu eres el mocoso malcriado?.
-vaya parece que la señorita pecas te a hablado sobre mi.
-jajajaja jajajaja la señorita pecas y el mocoso malcriado jajajaja no me lo puedo creer.
Albert se doblaba de la risa, esos apodos les caían como anillo al dedo, su furia se esfumo para solo quedar en ruidosa y ensordecedora risa, Terry enarco una ceja, le resultaba extraño como una persona podía pasar de la ira ala risa de un instante a otro, pero eso era característico de Albert por lo que después se unió a sus risas, era inevitable.
Juntos se sentaron en el piso junto a la ventana, estaban llenos de golpes, el labio de Terry estaba inflamado, Albert tenia un ojo morado, y demás heridas en el cuerpo, pero Terry tenia que explicarse así mismo y a Albert el motivo que lo llevo a pedirle matrimonio a la pecosa.
-Albert se el motivo por el cual querías matarme, me conoces bien sin duda, pero puedo asegurarte que yo mismo no se que es lo que me llevo a decidirme a desposar a Candy.
-como que no lo entiendes Terry algo debe haberte impulsado, debes tener al menos una pista de lo que te llevo a ofrecerte a desposar a Candy, Terry piensa.
-tu me conoces Albert, sabes que siempre he pensado que el matrimonio no es para mi, nunca me involucro, lo sabes, pero de alguna manera Candy es tan vivaz, alegre, y siempre tiene una respuesta a mis ocurrencias,
-así que te pone en tu lugar Terry, por que te resulta divertido embromar a Candy crees que debes casarte con ella, que te será divertido el matrimonio?
-si es divertido hacerla enfadar y ver como respinga su nariz haciendo que se le notan mas las pecas, pero es que eso no bastara para un matrimonio Albert, pero has pensado que Candy tal vez deba casarse con Neal o con algún otro para salvar su honra y la de tu familia, lo has pensado si quiera Albert, pues yo si y créeme no puedo soportar si quiera la idea de lo será la vida de Candy a lado de un tipo con Neal, yo debía protegerla, no permitiría que Candy volviera a pasar algo así jamás.
Era verdad lo que decía Terry, poco a poco las palabras de Terry penetraron en las oídos de Albert, y el prefería morir antes que candy se casara con Neal Leagan, Albert coloco sus manos en la cabeza, como había sido tan bruto para no pensar que algo así podría estar por pasar, pero al observar la expresión de Terry mientras decía cada palabra mientras hablaba de Candy su ojos se iluminaban con un brillo extraño, adquirían una calidez que nunca antes había visto Albert en el, solo había una respuesta a ese brillo era que se había enamorado de Candy
-tienes razón, y antes matare al desgraciado de Neal antes que se acerque a Candy de nuevo. Creo que no tengo otra alternativa que confiar en que otra persona cuide de candy, tu Terry te has enamorado de ella, la amas Terry, tu…..
-que yo que? Jajajajajaja vamos Albert te burlas de mi al creer que me he enamorado de Candy, te has vuelto loco, no es posible, apenas la conozco, no puede ser, estas equivocado, tienes que estarlo…..
Terry estaba desconcertado asustado, el no creía en el amor, el amor no era para el, no podía ser cierto.
-jajajajajaja no me lo puedo creer que Terry Granchester tenga miedo al amor, jajajajajaja
Albert y Terry seguían hablando de los sentimientos de Terry por candy mientras desde hace alguno momentos sucedía algo demasiado extraño en la casa White, que haría que candy reafirmara la decisión que había tomado esa tarde, debía poner a su familia antes que sus sentimientos y antes que su felicidad.
Continuara…
Nota del autor.
Uff que semana tan loca no podía terminar este capitulo y subirlo, las fiestas, paseos familiares, compras de ultimo minuto, la cocina, todo parecía impedir seguir adelante, pero en fin una mas fuera y faltan ….. Mmmmm un numero indeterminado de capitulo así que mejor me doy prisa, gracias por sus reviews, espero poder subir mañana a mas tardar el próximo capitulo que aun no tiene nombre.
Bye besos y hasta el prox cap., gracias a todos los que leen lo que mi desatada cabeza engendra.
Capitulo 9 una propuesta desesperada
Camino a casa Terry solo podía sostener a candy en sus brazos y apretarla a su pecho, para tratar de mitigar el llanto y dolor de candy, que solo sollozaba en mudos gemidos, cuando el carruaje se detuvo, bajo con candy en los brazos y entraron en el apartamento, Terry se disponía a llevarla a la recamara para recostarla en la cama cuando la suave voz de candy lo detuvo.
-no, espera quiero sentarme en el sofá.
Terry se sentó con ella en el sofá solo tratando de consolarla, pero no sabia como, no sabia que decirle, por lo que solo se limito a abrazarla, no podía ofrecerle ni siquiera un te ya que aun no tenia mucama, llegaría hasta mañana, podría levantarse el y prepararlo, pero no quería dejarla sola.
Albert y la tía abuela, iban camino a casa de Terry, Albert estaba preocupado por Candy, había sentido su corazón y su alma encogerse al ver a candy en esas condiciones, como se había atrevido el maldito de Neal Leagan lastimar a Candy de esa manera, sin duda lo mataría, pero primero debía saber como se encontraba Candy, Albert sentía como si tuviera fuego en las venas solo de recordar que el infame había sido Neal Leagan, apretó los dientes, y se obligo a permanecer sentado.
La tía abuela, estaba conmocionada no podía creerlo, como pudo descuidar a Candy de esa manera, su descuido en tratar de deshacerse de Anthony Brower había sido demasiado caro, ahora no estaba segura de que dirección tomaría su plan, era una tragedia lo que le sucedió a Candy, pero no era algo extraño esto lo sufrían muchas mujeres todos los días, solo por el hecho de ser mujeres, pero les había sucedido en un mal momento, lo mas fácil en este momento era olvidarse de Terrance Granchester y obligar a Neal a casarse con Candy, cosa que no seria fácil dadas las circunstancias, el carruaje se detuvo de pronto y saco a la tía vuela y Albert de sus pensamientos, bajaron del carruaje, se dirigían a las escaleras para llegar al apartamento de Terry.
Cuando llegaron ala puerta, no había necesidad de tocar, ya que estaba entreabierta, por lo que entraron al apartamento, y en el salón encontraron a Terry sentado en un sofá con candy en los brazos, candy levanto ligeramente los ojos al oír que alguien había entrado en el apartamento y frente a ella vio a la tía abuela por lo que se levanto y corrió a los brazos de la que hasta ahora la había criado como una hija, candy cayo de rodillas en el piso junto con la tía abuela que la abrazaba, candy comenzó a sollozar mas fuerte, por lo cual Albert no pudo evitar sentir pena y dolor por su pequeña hermana, por lo que se unió a su hermana y a su tía. Y beso delicadamente su cabeza.
-te llamaba, Albert, te llamaba, Albert pero no me oías.
-perdóname pequeña, no debí dejarte sola, perdóname pequeña, cuanto lo siento.
Después de ver una escena tan conmovedora, Terry cerro los ojos fuertemente tratando de impedir que las lagrimas salieran, por lo que se levanto y fue a la cocina para preparar el te, fue al cuarto de baño y preparo la bañera con hiervas medicinales y vertió unas cuantas gotas de un bálsamo que ayudaría a curar las heridas de candy, coloco cerca de la cama una bandeja con ungüentos y vendas, gasas, y otros frascos, después de hacer todo esto regreso al salón donde la familia White seguían en la misma posición en que los había dejado, por lo que lentamente se acerco a Albert que seguía pidiendo perdón a candy por dejarla sola, y le dijo al oído.
-Albert necesito curar sus heridas, vamos a ayúdame a llevarla al cuarto de baño.
Por lo que Albert tomo a candy en brazos y la llevo al cuarto de baño.
-señora Elroy, tendrá que ayudar a Candy a asearse, disculpe pero todavía no ha llegado la mucama.
Terry dijo esto ayudando a Miranda Elroy levantarse, por lo cual la anciana solo asintió con la cabeza y siguió el camino que Terry le indicaba.
Terry y Albert dejaron a solas en el cuarto de baño a Candy y a la tía abuela, salieron al salón nuevamente, Terry le dio a Albert una copa con la bebida mas fuerte que tenia en su apartamento, que era whisky, pero Albert rehusaba con la cabeza a tomarlo.
-vamos tómalo Albert se que lo necesitas
-lo que necesito es matar al desgraciado de Neal Leagan.
-yo con gusto iría contigo, pero nuestra prioridad por ahora es candy, Albert, debes ayudarme a curarla, no creo que acepte que la toque, así que tendrás que hacerlo tu.
-!no, no!....... no podria hacerlo ademas........ de que no se como hacerlo Terry, has lo tu, yo hablare con ella.
-si puedes hacerlo Albert en Escocia me ayudaste a curar a muchas personas, se que te preocupa lastimarla mas pero no lo harás sus heridas son solo superficiales.
-como lo sabes Terry?
-yo impedí que ese desgraciado la lastimara de una manera irreversible, por lo cual solo tiene golpes y raspones superficiales, podrás hacerlo Albert.
-te agradezco tanto Terry que salvaras a mi hermana, no se como pagártelo.
-no me debes nada, cualquiera hubiera hecho lo mismo.
Se quedaron un momento en silencio, hasta que la tía abuela apareció en el pasillo preguntando a Terry.
-joven Granchester, hay algo que candy pueda usar como camisón.
Terry lo había olvidado, solo tenia ropa de hombre, ciertamente le gustaban las mujeres, pero no acostumbraba a tener ropa de mujer en su casa, por lo que lo único que podía ofrecer a candy era una de sus pijamas.
Al oír como llama la tía abuela a Terry, Albert recordó lo que Terry le había dicho después de aparecer con candy en sus brazos en la casa Leagan.
-lo siento señora Elroy pero solo puedo prestarle a candy una de mis pijamas, no hay aquí otra cosa que candy pueda usar.
La tía abuela solo asintió con la cabeza, ya que parecía ser su única alternativa, por lo que siguió a Terry de regreso a la habitación donde candy esperaba envuelta en una toalla sentada a la orilla de la cama.
Terry solo dejo el pijama al lado de candy y salió de la habitación.
Candy había entrado a la tina de agua caliente como en trance, solo hacia lo que le indicaba la tía abuela, no podía creer lo que había vivido esa noche, su vida estaba vacía, ya nada importaba, deseaba morirse que mas daba, prefirió ahogarse en la tina y olvidar que una vez había vivido y había deseado algo mas en la vida. Ahora que estaba fuera de la tina envuelta en una toalla sentada en una cama que no era la suya, en una habitación la cual no era la suya, pero no importaba; hacia frio, pero no lo sentía, aunque su cuerpo tiritaba bajo lo toalla, pero no estaba consiente de ello, solo seguía absorta en la nada.
Una vez que Terry había dado a candy uno de sus pijamas regreso al salón donde lo esperaba Albert, con una serie de preguntas que había formulado en su mente al recordar quien era Terry.
-así que eres Terry Granchester, y no Terry Baker?..
-bueno de cierta manera soy ambos, pero cuando estoy en Inglaterra son Terry Granchester.
-no logro entenderte, que quieres decir que solo en Inglaterra eres Terry Granchester.
-cuando estoy viajando por el mundo, solo pretendo escapar del dominio de mi padre por lo que uso el apellido de…..- Terry de pronto se había quedado mudo
-de quien Terry.- lo animaba Albert a continuar
-de un amigo, no tiene mucha importancia de quien es, lo importantes es que me permite vivir uno de mis sueños, sabes me gusta ser útil a las personas.
Terry estuvo apunto de rebelar que usaba el apellido de su madre, la cual nadie sabia que era Eleonor Baker, una famosa actriz de Broadway, aunque era sabido que era el bastardo del duque de Granchester, nadie sabia quien era su madre.
En ese momento había salido al salón la tía abuela después de vestir a candy y acostarla en la cama, por lo cual Albert dejo a un lado la copa que sostenía en la mano y se puso de pie y le pregunto.
-como se encuentra candy Tía abuela?
-no se como se encuentra Albert, realmente no lose, tiene tantas heridas, que no se que tanto sea el daño, Albert.
-no te preocupes tía abuela yo me encargare de sus heridas.
-toma Albert, que beba este té, la hará dormir profundamente, y ella lo necesita
Tomando la taza que Terry le daba se puso de pie y se fue rumbo a la habitación, dejando solos a Terry y a la tía abuela. Miranda Elroy se sentó y empezó a sollozar a quejarse de cómo había empeorado su situación en una sola noche.
-que haremos ahora? Estamos arruinados, la familia caerá en la deshonra.
-cálmese señora Elroy, siempre hay algo que puede hacerse.
Terry tomo una mano de la anciana, tratando de confortarla.
-no usted no entiende, candy era nuestra esperanza para salvar el honor de la familia, y ahora ella ….
Miranda Elroy no podía pronunciar las palabras, no cabían en su boca,
-pero ese desgraciado no logro mancillarla, señora Elroy.
-eso lo se, Candy me lo dijo, pero cuando esto se sepa, nadie de buena familia deseara desposarla aunque aun sea virgen, y ella no accederá a casarse con Neal Leagan, no después de lo que paso.
Terry sintió arder sus venas como si contuvieran alcohol puro, con tan solo oír que Candy tal vez tendría que casarse con Neal Leagan, eso el no lo perimiría por ningún motivo, por lo que hablo sin pensar.
-no ella no se casara con ese desgraciado, por que ella será mi esposa.
Miranda Elroy no creía lo que oía, después de todo algo demasiado bueno había surgido de todo esto, no pudo evitar que en su cara se formara una sonrisa.
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Mientras tanto en la casa Leagan Eliza estaba furiosa por que Terry Granchester no se había presentado en toda la velada, habían encontrado a Neal después de cerca de tres horas que los White se habían marchado, Neal aparece en los limites del jardín, desaliñado, sucio, con manchas de sangre en la camisa y con el rostro amoratado, y lleno de araños.
Silvia Leagan corrió al ver a su hijo en ese estado. Y lo tomo en sus brazos y lo besaba
-hijo, hijito mío que te ha pasado quien te ha hecho esto.
-auh madre duele, no me toques.
-que te ha pasado Neal, quien te hizo esto.
Y Neal empezó a contar que Candy lo había golpeado cuando rechazo ser seducido por ella, que lo había embriagado primero y luego trato de ser seducido por ella, y ella lo golpeo con una piedra.
Silvia Leagan estaba horrorizada, como se había atrevido Candy White a hacer algo así, sin duda lo pagaría caro, por lo que se despidió a los invitados que aun quedaban solo unos pocos, ya que muchos se habían marchado al ver que el invitado de honor no se presentaba, después de que los primeros en marcharse eran los White.
Anthony Brower se había marchado cuando después de una hora observo que candy se había marchado, por lo que decidió mañana por la noche colarse nuevamente a su habitación.
Continuara …..
Nota del autor:
Bueno este es el primer fic que escribo, aun no se si lo estoy haciendo bien, o si va tomando forma, he leído muchos, los primeros que leí fueron los de alys avalos, y después otros mas que vaya unos mas que me han encantado, por lo pronto subiré los capítulos como los vaya escribiendo así que paciencia, espero tenerla, y terminar la historia que tengo en la cabeza, aun si esto no lo lee nadie, verla realizada fuera de mi cabeza, ya es un logro para mi creatividad y mi imaginación.
Y como vieron cambie el titulo del capitulo.
Próximo capitulo. La familia antes que el amor.
Un amor inesperado.
Capitulo 8 una noche de desengaños.
Después de haber pactado con Luisa, Miranda Elroy fue directo a la casa, donde ya se servía la comida y todos se encontraban reunidos en el comedor, se encontraban sentados los White incluida Candy y los Cornwell, Patricia y Archivald, la tía abuela entro en el comedor, el cual se sumió de inmediato en un silencio en que solo se limitaban a comer, todas las risas y bromas se habían esfumado, la tía abuela se disculpo por llegar tarde a la comida y observo que candy estaba presente en el comedor por lo que supuso que Dorothy la había dejado salir de su habitación por lo que no le dio importancia al asunto.
Después de la comida ordeno que todos se prepararan para salir en dos horas a la casa Leagan, por lo cual los Cornwell se marcharon ya que ellos también estaban invitados.
Candy fue llevada a su habitación donde Dorothy y Charlotte, la preparon para la fiesta, le ajustaron un poco mas el corsé para definir aun mas su delicada silueta y la forma de sus pechos para crear un buen escote, usaría el vestido verde con engastes de piedras pequeñas que llevaba alrededor de los hombros, que le había regalado el mocoso engreído, usaria sus zapatos de terciopelo verde, en el cuello llevaría una delgada cinta de terciopelo negro de la cual pendía un pequeño dije de perlas y en el centro llevaba una esmeralda, este había pertenecido a su madre, y el cual hacía juego con los aretes de esmeralda que le había regalado su padre antes de morir.
Su cabello fue recogido por unas horquillas de plata solo dejando sueltos unos pequeños rizos que enmarcaban su rostro, llevaría los hombros desnudos solo en parte ya que el clima estaba un tanto frio por lo que llevaría una estola de cachemira negra, dorothy coloco en su mano un abanico nuevo negro, candy estaba lista para la fiesta, y a tiempo.
Annie también estaba lista por lo que fue a la habitación de candy, pero al entrar se quedo boquiabierta, Candy lucia, no, no lucia, brillaba por su belleza. Después de Annie entraron en la habitación Albert y Stear que ya están listos en sus trajes de gala, también se quedaron maravillados con la apariencia de Candy que solo la describieron con una sola palabra.
-¡hermosa!
Candy no pudo evitar sonrojarse ante los comentarios y miradas de sus hermanos que lucían apuestos en sus trajes de gala, Albert recogió su cabellera en una coleta negándose a cortarse el cabello y Stear luciendo un impecable corte de cabello, Annie lucia preciosa en su vestido azul turquesa, pero tan pronto como percibió la mirada de la tía abuela se puso tensa e irguió la cabeza, esperando un comentario a cerca de el arreglo que le habían hecho dorothy y Charlotte.
La tía abuela la observo detenidamente, antes de dar el veredicto.
-bien, Candy luces muy bien.
Dorothy y Charlotte respiraron aliviadas de haber cumplido el objetivo de embellecer a candy, no hicieron demasiado por ella, ya que la rubia poseía una belleza natural.
-bien debemos irnos, no es decoroso hacer esperar a nuestros anfitriones.
Diciendo esto Albert seria la escolta de Candy y de la Tía abuela, mientras que Stear escoltaría a Annie hasta que se presentara Archie, el escoltaría a Patricia el resto de la velada.
Ya dentro del carruaje Candy le pidió a Albert que no la dejara sola, ciertamente sabia que pronto se marcharía con Anthony, pero no quería estar cerca de Neal Leagan.
Llegaron a la casa Leagan, donde fueron llevados al salón principal, cuando las chicas White, hicieron su entrada acapararon todas las miradas, en especial candy, que a su lado Annie palidecía que aun que era bella, no podía compararse a Candy cosa que no le importaba ya que creia tener toda la atención de unos ojos avellana que la esperaban al pie de la escalera, los cuales la miraban llenos de amor y eso bastaba para Annie, Neal creía que ya estaba mas que ebrio por que al ver a candy pensó que era un ángel, o una visión de una diosa griega.
Eliza no podía creer que Candy White la opacara en su propia casa y en su fiesta, la odiaba, quien era ella para hacerla quedar en ridículo, ella no era nadie, ella era la que tenia mejor estirpe, mejores modales, mejor posición, pero aun así no lograba atraer la atención de tantos hombres como lo hacia Candy esa noche y ahí estaba el idiota de su hermano embelesado mirando a Candy que bajaba del brazo de Albert, sin duda no sabia lo que tenia que hacer para meter a ese hombre a su cama pero lo haría sin importar el costo, ya muchos eran los habían caído en sus encantos ni el ni Anthony Brower serian la excepción.
Eliza se acercaba a dar la bienvenida a la familia White, con una sonrisa maliciosa en el rostro. Neal seguía embobado mirando a candy desde el otro lado del salón, tal vez si estaba demasiado ebrio aunque apenas eran 7 de la noche.
-!Candy! querida luces formidable, que hermoso es tu vestido.
-gracias Eliza también luces muy hermosa esta noche.
-Albert querido, no sabia que habías regresado de tu ultimo viaje, tan apuesto como siempre, te hare el honor que seas mi escolta esta noche, que dices?
-lo siento Eliza será en otra ocasión, hoy seré la escolta de candy, ya que no tiene acompañante.
Albert estaba en problemas y lo sabia por la cara de disgusto que hizo la tía abuela por el desaire que le hizo a Eliza, pero no se alejaría de candy en toda la noche.
Eliza se alejo para seguir incomodando a los invitados, tratando de darles la bienvenida, su lengua era como la de una víbora ponzoñosa, solo escupía veneno, aun que solía parecer un tanto inofensiva.
Ya había transcurrido la mitad de la velada y aun no había hecho acto de presencia el invitado de honor, por lo cual Eliza estaba mas que furiosa y un humor insoportable, pero su humor mejoro ligeramente cuando vio que llegaba Anthony Brower, pero este no se detuvo a presentar su saludos ya que se dirigía directo hacia candy, esto enfureció mas a Eliza.
Anthony se encontraba a unos cuantos metros de Candy, estaba maravillado, lucia más que hermosa, cuando Candy logro verlo sus ojos brillaron y le regalo una sonrisa deslumbrante, Anthony le hizo un movimiento con la cabeza para indicarle que saliera a la terraza.
Lo que ninguno observo es que unos ojos grises, no se despegaban de Anthony desde que había entrado al salón y poco a poco se acerco a el y salió de tras de el a la terraza del jardín.
Anthony esperaba ansioso a que candy saliera a la terraza para poder fundirse en sus ojos verdes, y poder besarla y...
-podrías ayudarme no me siento muy bien.
La voz lastimosa y débil de una chica, había interrumpido sus pensamientos, no podía ignorarla, era un caballero despues de todo, por lo que se apresuro a sujetarla por la cintura cuando noto como si esta se fuera caer y golpearse contra el piso.
Luisa rápidamente le llevo las manos al cuello a Anthony tratando de acercarse lo mas que pudiera, mientras fingia parecer mas débil y por lo cual necesitara acercarse mas a el para no caer, Luisa fingió un desmayo por lo que Anthony le sujeto la cara, hablándole para que ella reaccionara.
-¡señorita! ¡Señorita! Vamos despierte.
Anthony se acerco tanto a Luisa que tenia a unos centímetros su rostro de ella, por lo que luisa de pronto despertó y lobeso apasionadamente, lo sujeto fuertemente evitando que pudiera zafarse del abrazo que tenían, estában demasiado cerca, parecía como si su cuerpo se había soldado al de Anthony.
Candy no podía creer lo que veía, no, se negaba a creerlo aunque ella misma lo estuviera contemplando, como Anthony había abrazado a la chica primero y luego la había besado tan apasionadamente, no podía ser, candy cerro los ojos, pero aun así veía a Anthony besando a otra chica, candy sintió que su corazón se rompió como la copa de cristal que sostenía en la mano, solo pudo dar la vuelta y salir corriendo.
Esta escena no solo la habia observado Candy, Eliza que había salido a la terraza habia visto todo al igual que Neal, ya que este no la perdía de vista, sonrió maliciosamente, al saber que Anthony estaba fuera de su camino, Candy por fin seria suya y aceptaría casarse con el, tambien la observo Miranda Elroy solo que no vio el momento en que Neal salió detrás de Candy.
Anthony se separo de luisa y la empujo ligeramente, se limpio la boca dándole la espalda a luisa.
-Lo siento Anthony no pude evitarlo tenerte tan cerca perturbo mis sentidos, discúlpame no volverá a pasar.
Diciendo eso se marcho Luisa, ya había realizado la primer parte de su trabajo y fue mucho mejor de lo que se había imaginado que seria besar a Anthony Brower, lo demás seria mucho mas fácil pero no igual de placentero.
Anthony estaba desconcertado no sabia que pensar, ese beso lo había tomado por sorpresa, pero no significaba nada, lo lamentaba pero el no lo había hecho intencionalmente por lo que esperaba que candy no se enterara y que llegara pronto. Anthony no sabía que candy había visto toda aquella escena.
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Después de meditarlo muchas veces Terry decidió presentarse en la casa Leagan por lo que tomo su saco de su traje y subió al carruaje, le pidió al chofer que lo dejara por la puerta de servicio, decidió que observaría un poco desde la distancia y juzgaría si valía la pena presentarse o no.
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Candy corrió a través del jardín con los trozos de su corazón en la manos, quería morir, no podía creer que la Anthony la hubiera engañado de esa manera, candy solo lloraba y corría sin dirección, por lo que no se dio cuenta de que alguien la seguía hasta que una mano la tomo del brazo y la hizo darse vuelta, era Neal Leagan el que estaba enfrente de ella y borracho para variar.
-candy ya ves te dije que Anthony no te quería, ahora no tienes pretextos para casarte conmigo.
-que si no tengo pretextos para casarme contigo? Aun si Anthony no me ama, yo a ti te desprecio, me das asco, de veras te aborrezco.
Todo esto que le dijo candy a Neal, de verdad lo sentía pero había sido demasiado dura al decírselo de esa manera, pero ella tenia tanto dolor que no pudo evitar que su forma de hablar reflejara el dolor que no solo sentia en su corazón ademas le dolía los ojos por lo que había visto, la boca por lo que acaba de decir, pero sobretodo le dolía el alma la cual tenia rota.
Las palabras de Candy hirieron el orgullo de Neal, por lo que este se enfureció y arremetió contra ella, la derribo contra el césped y se coloco contra ella.
-que me desprecias candy?, no habrá sentimiento en el mundo capaz de describir lo suficientemente que me vas a odiar después de que seas mi ramera, por que eso serás, quise que fueras mi esposa pero te negaste y ahora será lo que yo quiera que seas para mi, te humillare y vendrás a rogarme que te acepte pero no lo hare.
-basta Neal suéltame, suéltame me das asco, Albert, Stear, Anthony auxilio, !auxilio!
Neal la abofeteo una par de veces para que Candy se callara pero esto solo hacia que Candy llorara mas y gritara con mas fuerza.
-cállate, nadie te escuchara, estamos demasiado lejos, nadie vendrá, en vez de gritar disfruta lo que estoy por hacerte....
Neal dijo esto mientras subía el vestido de candy y le acariciaba las piernas, le besaba el cuello, rompió su vestido y besaba sus senos sobre el escote del corsé de una manera grosera y tosca.
Candy cuando escucho su vestido romperse y los sucios besos de Neal sobre su piel, grito con más fuerza que alguien la ayudara, con la garganta al rojo vivo y en las uñas rastros de la piel de Neal se creyo pérdida cuando de pronto Neal ya no estaba sobre ella, alguien se había compadecido de ella y la había salvado, candy trato de cubrir su cuerpo con las manos, cubrir su vergüenza, mientras no podia evitar dejar de llorar y gritar.
-hijo de perra, como te atreves.
Terry había salvado a Candy había escuchado a una mujer gritar cuando había entrado por la puerta trasera, por lo que apretó el paso y cuando estuvo mas cerca identifico que esa voz era la de candy por lo que corrió hacia donde provenían los gritos, sintió la furia recorrer su cuerpo al ver a aquel animal sobre ella, causandole daño, quería matarlo con sus propias manos, por lo que con una patada potente había quitado a Neal encima de ella, lo levanto de la solapas lo arrojo contra un árbol, lo golpeo varias veces hasta que el llanto de candy le recordó que ella estaba ahí asustada y herida, por lo que trato de acercarse a ella, pero ella rehusó que la tocara no quería que la viera, no quería que la tocara, Terry se acerco un poco mas y le hablo dulcemente.
-vamos candy estas a salvo, déjame llevarte a casa señorita pecas.
Con eso ultimo Candy sabia que su salvador era el mocoso malcriado, por lo que se arrojo a sus brazos, y lloro profusamente, Terry se quito la chaqueta y se la coloco encima de manera que la cubriera un poco mas, la estrecho a su pecho, la abrazo fuertemente hasta que ella se calmara un poco, cuando estuvo mejor la levanto en brazos y se dirigió a la casa Leagan necesita revisarla y saber que tanto había sido el daño que tenia.
-!Albert!
Ya estaba demasiado cerca de la terraza de la cual había huido candy y en ella estaba Albert buscando a Candy la cual en el momento en que se separo de ella, candy había desaparecido, ya lleva mas de 40 minutos y candy no regresaba, pensaba regresar al salón a buscarla, cuando escucho que alguien lo llamaba, se giro y de pronto vio a Terry que sostenía a Candy en brazos, por lo que Albert corrió a su encuentro y tomo a Candy en sus brazos.
-que le sucedió Terry?
-un maldito bastardo trato de tomarla por la fuerza
- que?
Candy se abrazo al cuerpo de Albert y sintió como el cuerpo de Albert se tensaba al escuchar lo que acaba de decir Terry, ella comenzó a llorar de nuevo, y solo pudo decir en pequeños susurros.
-Neal...... Neal...... Neal.
-maldito bastardo, lo matare, te juro que lo matare candy por lo que te hizo.
-eso puede esperar Albert, pero candy esta primero debemos sacarla de aquí, debemos curar sus heridas.
-tienes razón, entra Terry avisa a mi familia, que debemos irnos.
-yo no puedo hacer eso Albert si entro ahí no saldré nunca.
-por que no Terry?
-es difícil de explicar pero solo puedo decirte por ahorra que soy Terry Granchester, el invitado de honor entiendes?
Albert estaba realmente confundido no entendía nada de lo que decía Terry, por lo que le pidió que sostuviera y cuidara a Candy en lo que el iba por su familia.
-candy, vamos no te duermas, que te duele dime?
Candy solo movió la cabeza ante lo que Terry le acaba de preguntar era difícil decir que le dolía mas, el engaño de Anthony que habia hecho pedazos su corazón, o el ataque de Neal que había maltratado su cuerpo, pero en conjunto le dolía, el alma, el corazón, y las entrañas.
Terry estaba demasiado preocupado por Candy por lo que se impaciento y salió de la Casa Leagan, subió a un coche, y la llevo a su nuevo apartamento al cual se había mudado, ahí tenia todo lo necesario para curar sus heridas, pero antes le dijo al portero que le informara al joven Albert White que se iría a su apartamento que ahí lo buscara.
Cuando Albert informo a la tía abuela lo sucedido casi se desmaya, pero tenia que ser fuerte candy la necesitaba mas, Stear y Annie corrieron hacia donde se encontraba Candy y Terry, pero no podían encontrarlos ya se habían marchado. Salieron hacia la puerta donde a Albert le informaron lo que Terry había dicho, por lo que el subió a otro coche en compañía de la tía abuela hacia el apartamento de Terry, Albert sabia que Terry era doctor, por lo que cuidaría bien de Candy.
En otro coche Annie y Patricia lloraban desconsoladamente por lo sucedido con Candy, Stear y Archíe no podían creer lo que Neal había hecho, sino había llegado ese amigo de Albert, candy estaría perdida, trataban de contenerse por no bajar del carruaje y buscar a Neal Leagan para matarlo, debían cuidar de las chicas ya después harían algo para ajustar cuentas con Neal.
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Anthony después de lo sucedido con Luisa y de esperar un poco a Candy y ver que candy no se presentaba, suponiendo que no había podido librarse de su familia, decidió buscar una copa para quitarse un mal sabor que tenia en la boca, por lo que no vio lo que había sucedido con candy.
Continuara…..
Próximo capitulo entre la deshonra y el dolor.
Eso sino decido cambiarle el nombre a l próximo capitulo, aun no estoy segura del titulo.
Un amor inesperado
Capitulo 7 maquinaciones.
Muy temprano por la mañana Dorothy entro en la habitación de candy, como de costumbre entro cargando una charola con su desayuno, solo que esta vez ademas de Dorothy entro Charlotte detrás de ella cargando una bandeja con múltiples frascos en ella, candy no le dio importancia y se levanto de la cama y se puso la bata que dorothy sostenía para ella, y se sentó a desayunar, mientras tanto dorothy le dijo.
-señorita Candy le prepararemos el baño y su atuendo de día.
-vamos Dorothy no seas tan formal conmigo sabes que puedes llamarme Candy, somos amigas Dorothy lo recuerdas?
-señorita soy su mucama no su amiga
Le dijo dorothy giñando un ojo recordando que no estaban solas, Charlotte era la dama de compañía de la tía abuela, por lo que seguro estaba ahí para que fuera sus oídos en la habitación de Candy, así que debía tener cuidado con lo que decía, sobre todo de la visita de Anthony a su habitación ayer por la noche, y aunque quería gritarle al mundo su nuevo plan ysabia que para que saliera bien ella debía quedarse callada.
Candy desayuno en silencio, devoro todo cuanto había, el día de ayer no había probado bocado, solo había llorado y dormido todo el día, por lo cual tenía hambre y a pesar de haber dormido todo el día se sentía cansada pero estaba feliz porque tenía una esperanza con Anthony, eso la hacía inmensamente feliz, por que tenia esperanza de no tener que casarse con el idiota de Neal Leagan.
-señorita candy el baño está listo.
La interrumpió Dorothy en sus pensamientos, por lo que se levanto se quito la bata y el camisón y entro en la tina, el agua estaba en su punto justo, como a ella le gustaba, Dorothy y Charlotte habian puesto una gran cantidad de hiervas y flores, tenía un olor fragante, delicioso, por lo candy recostó la cabeza en la bañera y cerró los ojos y pensó en Anthony, mientras las mucamas la aseaban, le lavaron el cabello y le colocaron una toalla caliente en los ojos que tenía un tanto hinchados, tanto fue su relajamiento que estuvo a punto de quedarse dormida. Salió de la bañera y la envolvieron en una gran toalla blanca y otra se la pusieron sobre la cabeza para secarle los rizos, untaron con esencias de flores perfumadas todo su cuerpo, le pusieron un corpiño, ropa interior y un corsé de encaje parisino el cual era vagamente familiar hasta que lo observo bien y recordó que era el que le había regalado el mocoso malcriado, todo este arreglo era extraño para que la preparaban o para quien era pregunta adecuada, eso no lo sabía solo quedaba esperar a ver qué pasaba.
Cerca de una hora después candy estaba lista para salir con un hermoso vestido blanco con lazos rojos en la cintura y las mangas, y cabello recogido en una coleta con un listón rojo, unos aretes pequeños con rubíes aun más pequeños, entonces entro annie a la habitación de candy, y se arrojo en sus brazos contenta de verla mejor, con una sonrisa en su rostro.
-!Candy! oh Candy estas hermosa, me alegro verte….
-sonriendo, y estas hermosas princesas donde se dirigen ataviadas tan exquisitamente.
Albert había terminado de hablar por Annie para despues acercarse a ellas y depositar un delicado besos en la mejilla de cada una, las abrazo fuertemente, se sentía más tranquilo de ver a Candy sonreír y no llorando, eso quería decir que algo había cambiado no sabía qué, pero estaba mucho más tranquilo de ver la así, ya se había hecho a la idea de llevarla con él a África.
-vaya vaya se reúnen y no me invitan, que egoístas son, vamos Albert yo también quiero que me abraces y me beses.
Stear bromeaba, al ver a sus hermanos así reunidos y abrazados por lo que se unió al abrazo después de un ligero golpe en las costillas que recibió de Albert, después de hacer reír a todos con su comentario.
Estaban abrazados cuando entro la tía abuela, a la habitación de Candy por lo cual les llamo la atención diciendo.
-no es correcto y decoroso que las familias de sociedad se abracen de esa manera.
Por lo cual suspiraron los 4 al unisonó, se separaron pese a que su voluntad era seguir juntos. La tía abuela paso a informales de las diferentes actividades que tendrían lugar el día de hoy.
- el día de hoy por la mañana ha llegado la invitación a la familia White para la fiesta que darán esta noche en la mansión Leagan para dar la bienvenida a Inglaterra al hijo del duque Terry Granchester, a la cual asistiremos, por lo cual hay diversas cosa que hacer, Albert necesitas un corte de cabello..
-no tía abuela así está bien me gusta largo.
- no me interrumpas Albert, con ese aspecto no atraerás a ninguna chica pareces un vagabundo.
Y esa era la razón por la cual traía el cabello por debajo de los hombros, parecía diferente, no pudo evitar realizar una mueca ante el comentario de la tía abuela, lo cual provoco la risa de Stear.
-necesitas un corte al igual que Stear.
-ehhh también yo tía abuela.
Lo cual provoco la risa de Candy y Annie, por lo cual la tía abuela les llamo la atención.
-candy y Annie no pueden reírse de esa manera, Annie tu iras con Dorothy a Picadilly circus a comprar unos zapatos nuevos que hagan juego con el vestido azul que te pondrás hoy por la noche.
-de compras tía abuela, de verdad? Candy vendrá conmigo?
Annie estaba feliz si había algo que ella amara casi tanto como al galante Archivald Cornwell, eso era ir de compras.
-no candy se quedara aquí conmigo, necesito que se encargue de algunos cosas por lo que iras tu sola Annie.
Annie se entristeció al saber que iría sola a picadilly circus, no habría nadie que le diera su punto de vista acerca de lo que iba a comprar, pero pronto se le ocurrió que Patricia Cornwell podría ir con ella así que le pregunto a la tía abuela.
-tía abuela podría decirle a Patty que me acompañe?
-está bien pidele a Patricia que vaya contigo, pero solo puedes comprar unos zapatos Annie.
-Si tía abuela.
Y con eso salieron los hermanos de candy de su habitación dejándola sola con la tía abuela.
-Candy tu aun sigues castigada por lo cual te quedaras en tu habitación, leerás esto, y te preguntare cuando regrese.
-a donde va tía abuela, porque no puedo salir con usted o con mis hermanos, no quiero pasar todo el día encerrada.
-no me cuestiones candy ya dije lo que tienes que hacer.
Candy soltó un suspiro y tomo el libro que la tía abuela le tendía. Con eso salió de la habitación de Candy la tía abuela.
Después de un rato de leer el libro que la abuela le había dado candy quiso salir al jardín por lo que se dirigió a la puerta, trato de abrirla, pero esta no se abrió, esta encerrada igual que ayer, así que regreso a su sillón en el cual estaba sentada leyendo, hasta que una corriente de aire revolvió su cabello y noto que la puerta del balcón estaba abierta, cierto esta en el segundo piso pero aun así salió al balcón a disfrutar un poco de la luz del sol, pero una vez afuera noto que cerca de su ventana estaba un árbol, el cual seguramente Anthony había usado para llegar a su habitación.
Candy jalo una silla cercana al balcón y con cuidado levanto un poco su vestido para poder subir al barandal y así poder alcanzar el árbol, sabia que no podría ir mas allá del jardín, pero necesitaba estar al aire libre.
Ya estaba en una rama del árbol cuando la voz de un hombre la sorprendio.
-!una mona pecosa con vestido! !Vaya! !vaya!, !eso si que es nuevo deberia traer a los reporteros!
Esto hizo que candy perdiera el equilibrio y le cayera encima a Terry que se reía a carcajadas de ella.
Candy le cayó encima a Terry que la había asustado al hablarle de esa manera, provocando que se cayera del árbol.
-ahh duele, hay, vamos levántate de encima mona pecas.
-!mocoso malcriado! !como te atreves!.
Con eso se levanto rápidamente de encima de de Terry, trato de acomodar su vestido y su cabello que de pronto le cubría la cara, se había soltado del listón que sostenía sus rizos.
-no te hice daño?.-Pregunto candy.
estoy bien, pero vaya que me equivoque contigo no eres una señorita, eres una mona con pecas, en lo cual tampoco eres buena ya que te caíste del árbol, jajajajaja.-
-!mocoso insolente!, ¿quien te crees para ofenderme en mi propia casa? !es mas vete ahora mismo!
- !mona pecas! sueltas la liana, me caes en encima y todavía te molestas conmigo, vaya que eres todo un caso, fiuu.- dijo terry mientras hacia ademan con una mano al pasarsela por la frente.
-atrevido, eres un…
Candy no tuvo oportunidad de seguir hablando ya que de pronto escucho que alguien se aproximaba por lo que corrió a esconderse entre los arbustos.
Terry estaba realmente divertido, era fascínate pelear con Candy, ver sus ojos agrandarse y estrecharse ante cada cosa que decia y la hacia enfadar, sobre todo le encantaba verla fruncir su pequeña y respingada nariz, estaba demasiado absorto buscando la manera de hacerla rabiar que no escucho al mayordomo acercarse.
-Sr. Gra…
- si que pasa.
Terry lo interrumpió antes que revelara su nombre y con el su identidad.
-lamento informarle que no se encuentra ningún miembro de la familia White que pueda atenderlo, por lo que me temo que tendré que perderle que se marche.
-ya veo, esta bien solo viene a entregar …..
Terry busco con la mirada el paquete que llevaba en las manos antes de que candy le cayera encima, habia ido con el pretexto de ver a candy, cosa que ya había logrado. Encontró el paquete cerca del lugar donde Candy se había ocultado, por lo que se acerco a recoger el paquete del césped y susurrarle a Candy.
-no vemos mona pecas…. Pronto.
Candy tuvo que morderse la lengua para no contestarle como se lo merecía ese mocoso, quien se creía para llamarla de es manera, controlo sus impulsos para no salir y golpearlo. Terry no pudo evitar reírse al ver la cara de candy.
-sucede algo señor.
-no nada, solo me pareció ver una mona con vestido, tenga cuidado parece ser un tanto salvaje, pero en fin esto pertenece a la señorita Candy, quiere hacérselo llegar.
-yo me hago cargo, no se preocupe.
El mayordomo tomo el paquete que le tendía Terry.
-siendo así me marcho.
El mayordomo la acompaño hasta la puerta, donde Terry le pidió algo.
-por favor diga que vino un mozo a entregar el paquete, agradeceré que no informe a la familia de mi visita.
-esta bien señor, se hará como usted diga.
Con eso Terry se marcho llevándose con el, el listón que candy llevaba en el cabello.
Candy salió de su escondite y recorrió el jardín feliz de poder disfrutar del sol y de la esperanza de estar con Anthony, a la sombra de un arbol se sento a leer mientras disfrutaba del viento que jugaba con sus rizos y trataba de olvidar su encuentro con el mocoso engreído que se atrevió a llamarla Mona pecas.
Candy se dedico a disfrutar del viento, y de la poca libertad que tenia dentro de su propio jardín.
Miranda Elroy había salido temprano de casa para encontrarse con Luisa Smith, ya que ella seria su aliada en deshacerse de Anthony Brower., habia tratado de buscar a Eliza pero para su suerte se habia topado con luisa antes, la chica le venia como anillo al dedo pues era bien sabido que la chica haria cualquier cosa por unas cuantas monedas por lo que con paso presusoroso se encaminaba a su cita, Luisa la esperaba en la entrada del salón de te central, una vez que llego pidió que las condujeran a un privado para poder hablar con ella a solas.
-es bueno verte Luisa, el azul es tu color.
-a mi todo me queda bien señora Elroy, pero gracias por el cumplido.
-Luisa tengo algo que pedirte un pequeño favor...-miranda Elroy procedio a explicar su plan
-si hare lo que usted me pide pero que ganare yo señora Elroy?
-a cambio de una generosa cantidad de dinero claro esta pero solo si me ayudas a deshacerme de Anthony Brower.
- de cuanto estamos hablando señora Elroy y que tendría que hacer exactamente....
Miranda Elroy le pasó un pequeño papel que tenía escrito una cantidad 2, 500 libras. Luisa no podía creer que le ofrecieran semejante cantidad, aquello era demasiado dinero.
-se te pagaran 500 libras mas por tu silencio Luisa al terminar el trabajo.
-bien hablemos de los detalles.....
Luisa era amiga de Eliza Leagan por lo que era mejor pagar por su silencio, la cantidad que había prometido a Luisa, era el sustento de la familia por los próximos 3 meses, era arriesgado, pero si todo salía como estaba planeado no habría nada de que preocuparse.
Pronto transcurrieron dos horas en las que Luisa y Miranda Elroy afinaron los detalles de su plan, después de la cual Miranda Elroy debía regresar pronto a casa y verificar que se hubiera efectuado lo que había pedido y preparar a Candy para la fiesta Leagan.
Continuara….
Próximo capitulo: una noche de desengaños.